Dolores de cadera y osteoporosis en el embarazo
Las dos mitades de la pelvis se conectan por delante a través de una articulación rígida llamada sínfisis púbica.
Las dos mitades de la pelvis se conectan por delante a través de una articulación rígida llamada sínfisis púbica. Esta articulación está reforzada por una densa red de ligamentos. Para que tu bebé pase a través de la pelvis más fácilmente, tu cuerpo produce una hormona llamada relaxina, que ablanda los ligamentos de la pelvis.
En consecuencia, estas articulaciones se mueven más durante el embarazo e inmediatamente después de éste. Cuando se produce dolor de pelvis durante el embarazo, se dice que hay una disfunción de la sínfisis púbica.
La causa es una combinación de las hormonas que se producen en el embarazo y la forma en que mueves el cuerpo. Si un lado de la pelvis se mueve más que el otro cuando caminas o mueves tus piernas, esto puede causar dolor e inflamación en la sínfisis púbica.
Las mujeres con sobrepeso y que empezaron a tener menstruación antes de los 11 años tienen más tendencia a desarrollar disfunción de la sínfisis pública.
Los síntomas más comunes son:
- Dolor en la zona púbica y en la ingle.
- Dolor de espalda, dolor pélvico posterior o dolor de cadera.
- Un chasquido en la zona del pubis y el dolor puede bajar al interior de alguno de los muslos o sentirse entre las piernas.
- Dolor que por lo general empeora al separar las piernas, caminar, subir o bajar las escaleras, o dar vueltas en la cama.
- Dolor que se acrecienta durante la noche y puede que no te deje dormir. Levantarte para ir al baño en el medio de la noche puede resultar muy doloroso.
- Tu médico o partera te puede referir a un fisioterapeuta que se especialice en salud de la mujer, que tienen como finalidad estudiar la estabilidad, los movimientos y el dolor en las articulaciones de la pelvis.
- El uso de un cinturón de soporte o una faja para la pelvis puede muchas veces proporcionarte un rápido alivio, están dirigidos a mejorar la estabilidad de la pelvis y la espalda. La hidroterapia puede ser útil algunas veces.
Consejos de autoayuda:
- Hacer ejercicios de Kegel y ejercicios para el abdomen inferior regularmente te puede ayudar a reducir la sobrecarga sobre la pelvis durante el embarazo. Para hacer de manera sencilla y sin riesgos un ejercicio para el abdomen inferior, colócate sobre las manos y rodillas y nivela la espalda de manera que quede prácticamente.
- Muévete poco, pero con frecuencia. Puede que no sientas los efectos de lo que estés haciendo hasta última hora del día o hasta después de acostarte.
- Descansa regularmente sentada con la espalda recta y bien apoyada.
- Descansa sentándote sobre una pelota grande (del tipo que se usa en los gimnasios) o recostándote sobre tus manos y rodillas, esto quita peso a tu pelvis y te ayuda a mantener una posición estable.
- Evita levantar o empujar cosas pesadas (los carritos de los supermercados suelen provocar un dolor fuerte).
- Cuando te vistas, siéntate para ponerte la ropa, por ejemplo cuando te pongas las pantaletas o los pantalones. Colócate la ropa por los pies y después párate para subírtela. No trates de poner las piernas dentro de los pantalones, faldas o pantaletas mientras estés parada.
- Cuando subas escaleras, hazlo un escalón a la vez. Sube un escalón con la pierna más ágil y luego coloca la otra pierna junto a ésta.
- Evita separar las piernas y hacer movimientos bruscos que hagan que éstas se abran demasiado, como cuando entras o sales de un auto o de la tina. Si necesitas separar las piernas, hazlo lenta y cuidadosamente.
- En lo posible, evita nadar estilo pecho (braza) y ten cuidado con los otros estilos.
El embarazo y osteoporosis. Causas. Sintomas
El gran aporte de calcio que realiza la mujer durante el embarazo y la lactancia a su bebé, provoca que los huesos pierdan considerablemente su densidad mineral ósea y en algunos casos sufrir las consecuencias de la osteoporosis con fracturas y aplastamiento vertebral asociado.
Durante el embarazo y lactancia se producen cambios en el metabolismo óseo y mineral que son variables. Estos cambios pueden dar lugar a la aparición de osteoporosis.
La osteoporosis durante el embarazo es un evento que afortunadamente no es muy frecuente. Las causas son desconocidas pero se supone que intervienen factores genéticos hereditarios, baja ingesta de calcio durante la infancia y la juventud, muy bajo peso y talla maternos (índice de masa corporal bajo), tratamientos prolongados con corticoides y tabaquismo entre los más frecuentes.
Se presenta generalmente en el primer embarazo, en mujeres de 25 años en promedio. El síntoma más frecuentemente encontrado es dolor a nivel de la columna dorso-lumbar que puede ser de poca intensidad o invalidante, impidiendo todo tipo de actividad física. La evolución del dolor es muy variable, pero se ha observado desaparición completa después del parto o de suspendida la lactancia. Muchas veces el síntoma es menospreciado por el equipo médico tratante porque, ¿a qué embarazada no le duele la espalda? En casos de dolor de gran intensidad no se debe retardar la consulta con personal especializado. Una característica constante es la disminución de la talla corporal asociada o no con un encorvamiento de la columna a nivel dorsal, consecuencia del aplastamiento o fracturas vertebrales.
Diagnostico. Tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante un análisis de laboratorio que muestran marcadores de remodelación ósea aumentados (fosfatasa alcalina ósea específica, piridinolina y cross-laps), asociado con imágenes radiológicas de la columna dorsal pueden mostrar imágenes correspondientes a fracturas o aplastamiento de los cuerpos vertebrales a nivel de la zona dorsal baja o lumbar. El estudio que ayuda más a definir el diagnóstico es la densitometría ósea, que cuantifica el grado de compromiso óseo.
El tratamiento inicialmente se basa en disminuir el dolor mediante el uso de corset y analgésicos no esteroideos. Es fundamental la suspensión de la lactancia y la suplementación con calcio y vitamina D. En los casos de osteoporosis severa se prescriben medicamentos que aumentan la mineralización del hueso, llamados bifosfonatos, que aceleran la recuperación de la masa ósea perdida.
Con el objeto de determinar si la demanda fetal de calcio afecta de manera significativa el contenido mineral óseo de la madre, se realizaron estudios que examinaron los cambios en densidad mineral ósea durante el embarazo y la lactancia en distintos sitios del esqueleto con diferentes metodologías. Los resultados de estos estudios son contradictorios, en algunos se observó descenso significativo de la densidad mineral ósea (DMO), mientras que en otros no se evidencian cambios importantes.