Doble parricidio en Vicente López: las pericias confirmaron que el arma homicida es de Martín del Río, hijo de las víctimas

La situación procesal de Martín Santiago Del Río, acusado de asesinar a sus padres en agosto pasado en la casona de Vicente López en la que convivían, quedó más complicada este martes luego de que se confirmara que el arma homicida es suya.

Tras un relevamiento de muestras biológicas, huellas y ADN; los fiscales Marcela Semeria, Martín Gomez y Alejandro Musso informaron que el arma marca Bersa modelo Mini Thunder hallada en la casa del country San Diego de la localidad de Moreno donde José Enrique Del Río (75) y María Mercedes Alonso (72) pasaban el fin de semana "fue la empleada" para matarlos.

De la pericia balística realizada a las vainas y los plomos que se encontraron en la escena del crimen se reveló además que Del Río "luego de haber ejecutado el hecho, concurrió nuevamente al barrio San Diego con el arma en cuestión, lugar de donde la había sacado previamente, dejándola dentro de una caja fuerte con llave junto a otras armas pertenecientes a Enrique Del Rio a modo de ocultar sus pasos".

"No hace más que reafirmar la existencia de un plan criminal delicadamente planificado por el imputado para ejecutar el hecho criminal y evitar ser señalado como autor del mismo", agregaron.

El matrimonio apareció asesinado -él de tres balazos y ella de uno- el pasado 25 de agosto en el interior de su auto en el garaje de su casona de la calle Melo al 1.100, de Vicente López.

Si bien la empleada doméstica fue la primera detenida, el juez de la causa Ricardo Costa la liberó por falta de pruebas y el 7 de septiembre los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos como supuesto autor de un doble parricidio.

En base a prueba fílmica, tecnológica y testimonial recopilada por la fiscalía, el juez dictó la prisión preventiva de Del Río como autor de un "doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa" (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.

Para los fiscales, el móvil fue económico y está vinculado a la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.

La detención de Del Río hijo

Luego de ser detenido cuando llegaba a su casa en el country Nordelta de Tigre, Del Río pasó la noche en los calabozos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DD) de San Isidro, desde donde fue trasladado a la fiscalía general.

A Del Río lo comprometían una serie de contradicciones sobre lo que hizo el día del hecho y especialmente unos videos donde los investigadores lo detectaron caminando desde el barrio porteño de Núñez hasta la casa de sus padres en Vicente López, en el horario en el que se cree fue cometido el doble asesinato el miércoles 24 de agosto último, entre las 17.30 y las 18.30.

En algunas de esas imágenes, y luego de haber dejado estacionada su camioneta en la zona de avenida Del Libertador y Campos Salles de Núñez, se ve al sospechoso caminando las 30 cuadras que hay hasta la casona de sus padres en la esquina de Melo y Gaspar Campos, pero cubierto con barbijo, gorra y la capucha de un buzo azul.

"Dejó el celular encendido dentro del vehículo para despistar. A la ida fue con un buzo azul encapuchado, de vuelta también se puso encima una campera gris", explicó un investigador.

La clave para reconocerlo en los videos fue que Del Río hijo tenía una particular forma de caminar con una leve renguera, que fue advertida en las imágenes y reconocida por algún miembro de su entorno.

Los fiscales creen que el día del hecho, Del Río llegó a la casona y con alguna excusa -quizás ir a visitar el departamento de Núñez-, convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera y que desde el asiento trasero los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros.