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Divina... ¡Y de vinos!

*Por Nicolás Coppa. La diva comenzó a dejarse ver. Fue a la playa después de 12 años, y el jueves 6 por la noche presenció un recital de su hermano Patricio, de donde se retiró con algunas copitas de más.

Después de cuidarse durante algunos días, como pasó la noche del 31 de diciembre cuando intentó despistar a la prensa, Susana Giménez (66) comenzó a mostrar su rostro en Punta del Este.

Corregimos, su "nuevo" rostro, con el retoque que se realizó en su cuello y su nariz. El viernes 7 por la tarde fue la invitada estelar al concierto que dio la banda de electro tango Bajofondo, en el parador HSBC de La Huella. A bordo de un carrito playero, y con un amplio operativo de seguridad protegiéndola, Susana pisó arena después de 12 años, según ella misma confesó.

Entonó algunas canciones, se sacó fotos y unos veinte minutos después volvió a subirse a su carrito para retirarse del lugar. No trascendió el monto exacto, pero su asistencia al lugar se calcula en miles y miles de dólares. También hizo sociales en el hotel Conrad, en la presentación del libro de biografías de Dany Mañas, el martes 11. Y en el desfile de Carlos Di Doménico, el miércoles 12.

Pero antes de todo este raid, la noche del jueves 6, Susana dio su nota más alegre, en el sentido figurado de la expresión.

Pato por pingüino. Como cada año, la diva dijo presente y le hizo el aguante a su hermano Patricio Giménez, que hace temporada en Punta. El muchacho hace su show musical en My Way, un restó pub ubicado en la zona del puerto esteño. Y allí fue Su, acompañada de un grupo de amigos, entre ellos Teté Coustarot, la mejor compañera de la diva.

Allí comieron, se divirtieron, aplaudieron a Pato... y brindaron de lo lindo, por supuesto. Susana, fiel a su Chateau Monchenot de toda la vida, terminó la noche algo tambaleante, tal como mostraron las cámaras de televisión. Y se fue manejando su Mercedes Benz, con más suerte que prudencia.

Eso sí, antes de poner en marcha su coche, se puso a sacar las calcomanías playeras que le habían pegado en el estacionamiento. La diva, divina y de vinos...