Divididos en Córdoba: multiplicados por la felicidad
*Por Daniel Santos. Ante 6.500 personas, Divididos ofreció un show contundente, menos folklórico y más rockero. El Dúo Coplanacu y Rubén Patagonia, los invitados sorpresa.
El pogo durante el bis de Crua Chan parecía una postal del infierno encantador que Divididos trajo al Orfeo. El del sábado fue un show intenso de dos horas y media, en el que 6.500 personas deliraron con un trío que sonó como en sus mejores tiempos, con dosis justas de recuerdos, de novedades, algo de folklore –mucho menos que durante su visita de 2010, cuando presentaron Amapola del ‘66– pero con sorpresitas de lujo: el Dúo Coplanacu los acompañó en La flor azul y Rubén Patagonia en Talenke Yten. Ovación para todos.
Antes del set folklórico, Diego Arnedo recordó su paso por el Cosquín folklórico: "Fuimos con un cagazo bárbaro... pero sentimos que fuimos bien recibidos", dijo antes de preguntar si conocían a "la delantera" de lujo: Julio Paz y Roberto Cantos, con bombo y guitarra.
Con Elefantes en Europa, Buscando un ángel y Capo capón, el trío más contundente del rock argentino encendió a los fanáticos, que disfrutaron con la contundencia y claridad sonora que ofrecieron Mollo, Arnedo y Catriel Ciavarella en el Orfeo, el lugar ideal para que la banda suene en su mejor expresión.
Mollo tiene su voz intacta, mientras transcurre este 2011 en el que dijo que celebrará 40 años tocando la guitarra (tiene 53). Los temas nuevos y viejos estuvieron ajustados a una lista muy bien pensada, con climas y momentos para todo: hubo delirio con Salir a asustar y Paisano de Hurlingham, y más tarde con El 38, Ala delta o Rasputín; momentos más pop con Spaghetti del rock, Pepe Lui o Par mil; folklore bien rockeado con El arriero, La flor azul o Talenke Yten.
Un show de lujo, para esperar con ganas otra vuelta de Divididos.