Digno de Tarantino: el misterio del helicóptero desaparecido
Para no parecer más "chapita" de lo que somos, te contamos la hoja de ruta de una investigación –y un resultado- tan apasionante como un film de Quantin Tarantino o el 9 Reinas de Fabián Bielinsky. Solo que en este caso, la trama es real. Por Jorge D. Boimvaser.
* Por Jorge D. Boimvaser
info@boimvaser.com.ar
Enero del 2011. Un parte de la Secretaria de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires informa que un helicóptero marca Robinson destinado a la observación del tráfico en la zona balnearia desparecía sin dejar rastros.Alejandro Ferzola, piloto de la nave, no activo el código "Myday" -señal de accidente en puerta-, ni las señales de rastreo manual o automático ni el celular de Ferzola dieron señal alguno del misterioso vuelo.
Partió de Brandsen, destino Santa Teresita. Ningún triangulo de las Bermudas en el camino se lo había podido tragar. Para colmo la pintura de la nave era un naranja fosforescente. No encender los GPS ni el celular de alguien que conduce una nave despierta un mar de dudas. Si un desmayo –para pensar bien- le ocurriría al piloto en pleno vuelo, los mecanismos detectores de posicionamiento son los que ayudan a dar con su paradero. Aquí ocurrió todo lo contrario. Estaba todo apagado.
El Estado provincial supo que algo extraño ocurría. Se dijo y desdijo con pasmosa ingenuidad, como en el caso Pomar. Una de las versiones antojadizas y absurdas fue que una ráfaga de viento lo había arrojado al Río Sanborombón. Absurdo porque la profundidad máxima de ese curso de agua es solo algo superior al de una Pelopincho. Hubiera sido visto por las patrullas de rescate en las horas siguientes.Ahora vamos unos minutos al tiempo presente. "El flaco Merlín" es el apodo de un ex comisario de la Policía Federal. Perteneció una vieja camada de policías que entre miles de defectos y vicios del poder y la impunidad, regenteaba una virtud que se perdió en esa fuerza con el paso del tiempo. Eran polis herederos de una mística que les dejó comisarios como Evaristo Meneses (una leyenda en la Federal). Su axioma era: "Tenemos que resolver los casos más complejos. No puede ser que los delincuentes sean más inteligente que nosotros". Y no es cosa de resolver enigmas a cachetazos y picana, los delitos complejos se resuelven con cerebro, astucia y experiencia.
Este flaco Merlín -no es el alter ego del Fino Palacios, vale aclarar-, perteneció a esa generación de polis, y a su retiro comenzó a trabajar como investigador de compañías de seguro. Ya paso los 70 años, experiencia le sobra.Viejo confidente de algunos pocos periodistas, lo fuimos a ver por un asunto y entre vino y vino le preguntamos –solo por defecto de la profesión- por Ferzola y el destino del helicóptero perdido. Dijo textual y sin pensar la respuesta:"El piloto la está pasando re bien. Como dicen ustedes los ricoteros: En Honolulú. Hasta que lo encontremos". Ese paraíso hawaiano da nombre a un tema inéditos de Los Redonditos, el nieto del poli es devoto de esa banda y el flaco Merlín sabe que con esa respuesta no hace falta mayores preguntas."¿Entonces si está culo arriba en alguna playa significa que la leyenda que trascendió es cierta... no un mito?", insistimos asombrados."Tú lo has dicho", respondió e hizo un gesto como diciendo "mejor no hablar de ciertas cosas".¿A qué leyenda nos referimos cuando se lo preguntamos?Reconstruimos la hoja de ruta de este informe. El Robinson desapareció el 3 de enero del 2001. Tres días después que los boqueteros depredaron 143 cajas de seguridad del Banco Provincia del barrio de Belgrano, en un episodio cinematográfico.
La investigación del hecho dio con algunas personas, una parte mínima del botín y no más que eso.Unos meses después que la bonaerense abandonó la búsqueda del Robinson, una fuente policial nos reveló que buscaban algo que sabían no iban a hallar. La desactivación de las señales de rastreo de la nave y el celular de Ferzola no eran datos menores. Eran pruebas contundentes que la desaparición fue voluntad del piloto. ¿Pero porqué? Se nos dijo entonces en confidencia algo que parecía una leyenda del cine, pero si el flaco Merlín nos dice que Ferzola "la está pasando muy bien", debe estar muy próxima a la verdad la decodificación del misterio del Robinson.
El rumor de entonces sostenía que el helicóptero recogió en algún campo de la provincia de Buenos Aires la parte más gruesa del botín robado en las cajas de seguridad, y en lugar de ir a su destino en la Costa pudo haber cruzado hasta algún campo en el Uruguay donde se repartió parte de lo robado y los que participaron del encuentro partieron con destinos desconocidos.El helicóptero Robinson es de una estructura muy sencilla, que según los que conocen de naves, alcanza con un destornillador para desarmarlo y convertirlo en una suerte de Rasti que se lleva pieza a pieza en cualquier valija o se entierra sin dejar huellas.
De ahí que si coinciden ambas fuentes –y coinciden, sin dudas- esta sería la respuesta a la desaparición ya no tan misteriosa de la nave los primeros días del 2011. Y ya que se nos dijo que el piloto estaba en Honolulú (metafóricamente hablando), aprovechamos para decirle a Guillermo Moreno porqué le pedimos que no ponga trabas ridículas a la compra de libros al exterior que no se consiguen en la Argentina.En esos libros que no me permiten traer =Las Mascaras de Dios=, figuran la historia simbólica de los mitos ancestrales. Por caso: En la Mitología hindú, Shambala es un reino o ciudad espiritual y simbólica al que se le asigna una ubicación geográfica mas allá de los Himalayas, pero su simbolismo –como todo mito- es mas metafórico que físico. Igual ocurre con la Atlántida, continente perdido del cuál Platón escucho hablar cuando era niño pero nunca se encontro evidencia de que existiera realmente. Otro tanto ocurre con reinos que describe la mitología bíblica, simbolicos pero no reales.Hablar de Honolulu como nos reporta el viejo comisario que sería el destino final del piloto del helicóptero desaparecido, significa un lugar idílico, aunque el hombre pudiera estar en cualquier otro paraje de la aldea global.
¨Cuando se habla y escribe con símbolos y se refiere a mitologías =quien no dice después de un contratiempo que se parece al Ave Fénix y renace de sus cenizas=, se comprende sintéticamente de que se está hablando y además enriquece el conocimiento de todos.Esperemos que el licenciado Guillermo Moreno entienda para que usamos los libros quienes estamos interesados en ser menos ignorantes de lo que somos.Para concluir el in forme, al menos una buena noticia. Si así ocurrió con el helicóptero Robinson., su piloto no está muerto ni desaparecido. La está pasando mejor que cualquiera de nosotros... allá en Honolulu.
info@boimvaser.com.ar
Enero del 2011. Un parte de la Secretaria de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires informa que un helicóptero marca Robinson destinado a la observación del tráfico en la zona balnearia desparecía sin dejar rastros.Alejandro Ferzola, piloto de la nave, no activo el código "Myday" -señal de accidente en puerta-, ni las señales de rastreo manual o automático ni el celular de Ferzola dieron señal alguno del misterioso vuelo.
Partió de Brandsen, destino Santa Teresita. Ningún triangulo de las Bermudas en el camino se lo había podido tragar. Para colmo la pintura de la nave era un naranja fosforescente. No encender los GPS ni el celular de alguien que conduce una nave despierta un mar de dudas. Si un desmayo –para pensar bien- le ocurriría al piloto en pleno vuelo, los mecanismos detectores de posicionamiento son los que ayudan a dar con su paradero. Aquí ocurrió todo lo contrario. Estaba todo apagado.
El Estado provincial supo que algo extraño ocurría. Se dijo y desdijo con pasmosa ingenuidad, como en el caso Pomar. Una de las versiones antojadizas y absurdas fue que una ráfaga de viento lo había arrojado al Río Sanborombón. Absurdo porque la profundidad máxima de ese curso de agua es solo algo superior al de una Pelopincho. Hubiera sido visto por las patrullas de rescate en las horas siguientes.Ahora vamos unos minutos al tiempo presente. "El flaco Merlín" es el apodo de un ex comisario de la Policía Federal. Perteneció una vieja camada de policías que entre miles de defectos y vicios del poder y la impunidad, regenteaba una virtud que se perdió en esa fuerza con el paso del tiempo. Eran polis herederos de una mística que les dejó comisarios como Evaristo Meneses (una leyenda en la Federal). Su axioma era: "Tenemos que resolver los casos más complejos. No puede ser que los delincuentes sean más inteligente que nosotros". Y no es cosa de resolver enigmas a cachetazos y picana, los delitos complejos se resuelven con cerebro, astucia y experiencia.
Este flaco Merlín -no es el alter ego del Fino Palacios, vale aclarar-, perteneció a esa generación de polis, y a su retiro comenzó a trabajar como investigador de compañías de seguro. Ya paso los 70 años, experiencia le sobra.Viejo confidente de algunos pocos periodistas, lo fuimos a ver por un asunto y entre vino y vino le preguntamos –solo por defecto de la profesión- por Ferzola y el destino del helicóptero perdido. Dijo textual y sin pensar la respuesta:"El piloto la está pasando re bien. Como dicen ustedes los ricoteros: En Honolulú. Hasta que lo encontremos". Ese paraíso hawaiano da nombre a un tema inéditos de Los Redonditos, el nieto del poli es devoto de esa banda y el flaco Merlín sabe que con esa respuesta no hace falta mayores preguntas."¿Entonces si está culo arriba en alguna playa significa que la leyenda que trascendió es cierta... no un mito?", insistimos asombrados."Tú lo has dicho", respondió e hizo un gesto como diciendo "mejor no hablar de ciertas cosas".¿A qué leyenda nos referimos cuando se lo preguntamos?Reconstruimos la hoja de ruta de este informe. El Robinson desapareció el 3 de enero del 2001. Tres días después que los boqueteros depredaron 143 cajas de seguridad del Banco Provincia del barrio de Belgrano, en un episodio cinematográfico.
La investigación del hecho dio con algunas personas, una parte mínima del botín y no más que eso.Unos meses después que la bonaerense abandonó la búsqueda del Robinson, una fuente policial nos reveló que buscaban algo que sabían no iban a hallar. La desactivación de las señales de rastreo de la nave y el celular de Ferzola no eran datos menores. Eran pruebas contundentes que la desaparición fue voluntad del piloto. ¿Pero porqué? Se nos dijo entonces en confidencia algo que parecía una leyenda del cine, pero si el flaco Merlín nos dice que Ferzola "la está pasando muy bien", debe estar muy próxima a la verdad la decodificación del misterio del Robinson.
El rumor de entonces sostenía que el helicóptero recogió en algún campo de la provincia de Buenos Aires la parte más gruesa del botín robado en las cajas de seguridad, y en lugar de ir a su destino en la Costa pudo haber cruzado hasta algún campo en el Uruguay donde se repartió parte de lo robado y los que participaron del encuentro partieron con destinos desconocidos.El helicóptero Robinson es de una estructura muy sencilla, que según los que conocen de naves, alcanza con un destornillador para desarmarlo y convertirlo en una suerte de Rasti que se lleva pieza a pieza en cualquier valija o se entierra sin dejar huellas.
De ahí que si coinciden ambas fuentes –y coinciden, sin dudas- esta sería la respuesta a la desaparición ya no tan misteriosa de la nave los primeros días del 2011. Y ya que se nos dijo que el piloto estaba en Honolulú (metafóricamente hablando), aprovechamos para decirle a Guillermo Moreno porqué le pedimos que no ponga trabas ridículas a la compra de libros al exterior que no se consiguen en la Argentina.En esos libros que no me permiten traer =Las Mascaras de Dios=, figuran la historia simbólica de los mitos ancestrales. Por caso: En la Mitología hindú, Shambala es un reino o ciudad espiritual y simbólica al que se le asigna una ubicación geográfica mas allá de los Himalayas, pero su simbolismo –como todo mito- es mas metafórico que físico. Igual ocurre con la Atlántida, continente perdido del cuál Platón escucho hablar cuando era niño pero nunca se encontro evidencia de que existiera realmente. Otro tanto ocurre con reinos que describe la mitología bíblica, simbolicos pero no reales.Hablar de Honolulu como nos reporta el viejo comisario que sería el destino final del piloto del helicóptero desaparecido, significa un lugar idílico, aunque el hombre pudiera estar en cualquier otro paraje de la aldea global.
¨Cuando se habla y escribe con símbolos y se refiere a mitologías =quien no dice después de un contratiempo que se parece al Ave Fénix y renace de sus cenizas=, se comprende sintéticamente de que se está hablando y además enriquece el conocimiento de todos.Esperemos que el licenciado Guillermo Moreno entienda para que usamos los libros quienes estamos interesados en ser menos ignorantes de lo que somos.Para concluir el in forme, al menos una buena noticia. Si así ocurrió con el helicóptero Robinson., su piloto no está muerto ni desaparecido. La está pasando mejor que cualquiera de nosotros... allá en Honolulu.