Difunden chats de la psiquiatra de Diego Maradona: “Tengo cagazo de que me quieran empomar por los remedios"
Siguen apareciendo polémicas conversaciones entre Agustina Cosachov y el médico tras la muerte de Diego, quien demuestra temor a ser investigada.
Desde que Diego Maradona falleció el pasado 25 de noviembre, la Fiscalía General de San Isidro empezó a reunir las primeras pruebas y testimonios. A su vez, la preocupación de la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque, los dos médicos más cercanos al Diez, comenzó a crecer.
Desde hace algunos días, se están dando a conocer las polémicas conversaciones que mantenían ambos profesionales y parece complicarse aún más su situación.
Según reveló el periodista Martín Candalaft en Infobae, los audios que envió Luque mientras estaba camino al country San Andrés no eran los únicos, ya que después del fallecimiento de Diego las conversaciones siguieron.
Luque y Cosachov intentaban calmarse el uno con el otro y convencerse de que nada malo podía pasar, ya que habían actuado con responsabilidad. La conversación entre los médicos, a primera hora de ese jueves 26, comenzó cuando Cosachov le reenvía a Luque un mensaje con el resultado de la autopsia a Maradona que revelaba un “edema agudo de pulmón secundario a insuficiencia cardiaca crónica reagudizada. Corazón con miocardiopatía dilatada”.
El médico le responde que ya estaba al tanto de la chance, sin un cardiólogo en su staff: “Si, iba a ser algo cardíaco”. También comentan que la muerte se habría producido a las 12 de la noche del día anterior, cosa que finalmente se comprobó que no fue así.
Cosachov, muy preocupada y atemorizada por la situación, le responde con un mensaje que no pasó desapercibido para los fiscales que investigan la causa y que fue incorporado a un informe que están confeccionando los investigadores al momento de definir el total de imputaciones: “Yo tengo cagazo de que me quieran empomar por los remedios”.
“No te persigas con eso, Agus”, le replicó Luque, “era un enfermo delicado”. “Estoy medio persecuta”, le respondió ella.
Según las pericias toxicológicas, Diego no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo aunque los estudios dieron positivo en medicamentos hallados en su sangre y orina como la venlafaxina, un conocido antidepresivo, quetiapina, un antipsicótico empleado por ejemplo en el tratamiento de desórdenes bipolares, levetiracetam, empleado en convulsiones y naltrexona, utilizado en tratamientos por abstinencia de sustancias. Diego, puntualmente, era tratado por su dependencia al alcohol. También se encontró metoclopramida, empleado para aliviar náuseas y vómitos, así como ranitidina.
La venlafaxina, según entienden los fiscales, es un punto de conflicto: información que recibieron los investigadores de la causa indica que podría estar contraindicada para cardiopatías que Diego sufría desde su histórica crisis hace 20 años en Punta del Este.
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