Dieron de alta al nene de dos años que recibió un disparo en un violento asalto
El niño de un año y medio que ayer a la madrugada fue herido de un roce de bala en la cabeza durante un asalto en una despensa de la localidad bonaerense de Llavallol, fue dado de alta este mediodía.
En la puerta del Hospital Lucio Meléndez de Adrogué y con el nene en sus brazos, los padres de la víctima informaron que el chico sólo sufrió una pequeña fisura en el cráneo y un corte en el cuero cabelludo en el que le aplicaron diez puntos de sutura.
"Tuvimos suerte, fue un milagro. Un centímetro más adentro la bala y lo hubiéramos perdido", dijo a la prensa Luciana, la madre del nene.
La mujer dijo que "fue un momento horrible, de angustia y desesperación que no se lo deseo a nadie" y que su hijo "no entiende lo que pasó" porque "es muy chiquito".
Al recordar el hecho, señaló que los delincuentes "dispararon para abajo pero justo abajo estaba el nene".
"Nosotros les dijimos cuidado que están los nenes ahí, que por favor no disparen, pero dispararon igual. No sé si fue voluntario o se les escapó un tiro", agregó.
"Para mí, ellos dispararon para abajo para asustarnos, para que nadie los siguiera, pero (el tiro) pegó en el mostrador y rebotó en la cabeza del nene", comentó.
Por su parte, el padre del nene también manifestó su alegría por la recuperación y afirmó que su hijo "volvió a nacer".
Explicó que el asalto ocurrió alrededor de las 1.30 de ayer cuando junto a su familia fue a visitar a su primo al almacén y se quedaron a cenar.
El hombre señaló que en el momento del robo su hijo "estaba dormido" y que luego del disparo "se despertó llorando y todo ensangrentado".
"Lo único que pido es Justicia", dijo el padre de la víctima, quien agregó que "la policía dice que va todo encaminado y que hay un menor involucrado", dijo el padre de la víctima.
El hecho ocurrió en una despensa situada en calles Buenos Aires y Seguí, de Llavallol, en el sur del conurbano, donde su dueño, de nombre Leandro, estaba acompañado de su esposa, su hija de 7 años, su hermano, su cuñada y su sobrino de un año y medio.
Un joven entró al comercio y le pidió cigarrillos al dueño, que le respondió que no vendían, a lo que el supuesto cliente extrajo un arma de fuego e indicó que se trataba de un asalto.
Las fuentes precisaron que al local ingresó un segundo delincuente mientras que un tercero permaneció en la puerta, de "campana".
En ese momento, la hija de Leandro miraba los dibujos animados en la televisión y su sobrino dormía en un colchón en el piso, mientras que los padres del niño aguardaban la llegada del abuelo de nene.
Pese a que el comerciante y el resto de la familia entregaron todo el dinero y los efectos de valor que poseían, el ladrón armado disparó hacia el suelo y ese balazo, tras un rebote, rozó en la cabeza del niño que dormía.
Luego del disparo, los delincuentes huyeron a la carrera y aparentemente abordaron un automóvil detenido en las inmediaciones, dijeron los informantes.
El almacenero intentó perseguir a los asaltantes, pero minutos después llegaron al lugar policías de la comisaría de Llavallol que comenzaron a buscar a los autores del hecho.
El hecho es investigado por el fiscal Carlos Arocena, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 de delitos con Autores Ignorados del Departamento Judicial Lomas de Zamora.