Dieron de alta a Joaquín, el nene de 12 años baleado en la cabeza en un robo: “Me podrían haber matado”
Tras ser operado, el nene de 12 años salió este martes de la clínica. “Los médicos me dicen que estoy bien”, agregó.
Este martes, cerca del mediodía, le dieron el alta a Joaquín, el chico que la semana pasada fue baleado en la cabeza durante un robo.
Al salir de la clínica, el chico y Natalia, su mamá, hablaron con los medios. "Estoy bastante bien. Hace poquito salí de la operación. Los médicos me dicen que no me preocupe, que estoy bien", contó.
"Estuve a milímetros de perder la visión, la arteria, cualquier cosa; me podrían haber matado", afirmó al recordar el momento del ataque.
Vestido con una campera de Boca, Joaquín le agradeció "con toda el alma" a sus compañeros de escuela por todos los mensajes que recibió y le dejó un mensaje a su madre: "La amo mucho. Ahora se tiene que estar tranquila. Yo voy a estar siempre con ella".
Joaquín fue atacado por dos asaltantes el miércoles pasado cuando intentaron robarle la mochila cuando iba del colegio a su casa de Ciudad Evita, en La Matanza. Le dispararon en la cabeza y el proyectil atravesó su rostro. Ingresó por el pómulo derecho y salió detrás de la oreja izquierda. El viernes debió ser operado en el Hospital Italiano de San Justo.
El sábado, tres días después del ataque, los agresores fueron detenidos. Tienen 16 y 17 años, y habían quedado filmados por una cámara de seguridad cuando atacaron a la víctima, quien recordó al declarar en la causa que "lo tocaron de atrás" mientras caminaba y que "fue todo muy rápido". Por tratarse de menores, ahora la causa quedó en manos del fiscal penal juvenil Emilio Spatafora.
Natalia, la madre de Joaquín, destacó que "siempre fue un chico sano y le puso muchas ganas" a su recuperación.
"Yo lo veía como si nada, algo increíble. Nunca se quejó. Ahora una está más tranquila", describió. En ese sentido, explicó: "Estuvo consciente y fuerte en todo momento. Colaboró con los médicos. Le hicieron todos los estudios. Está perfecto. Nos resta ahora el ojo, pero con paciencia vamos a ir recuperándolo".
En relación al deseo de Joaquín de quedarse en el barrio, su madre fue cautelosa: "Es un paso a paso. Decisiones que van a ir surgiendo día a día. Nos falta la parte emocional, que él pueda tener esa confianza de retomar su vida, la escuela. Él decidirá".
A la hora de recordar el dramático episodio, Natalia fue contundente: "Es literal que hoy estoy viviendo con la mitad de mi corazón. Siento ese dolor en el pecho, que se quedó ese día que él me llamó. Me va a costar, pero me voy a recuperar. Todo lo que me quede por hacer, lo voy a hacer por él".
Visiblemente emocionada, dijo: "Es el milagro vivo y por eso llegó a tantos corazones. Le dije que si a él le pasaba algo, yo me iba con él. Hoy festejamos la vida. Vamos a estar al pie del cañón para él y su recuperación".
Por último, cuestionó la falta de seguridad: "Hay que comprometernos. Yo era de las personas que no quería nunca mirar la tele. Y quizás hoy Dios nos puso en este lugar para ser más solidarios e involucrarnos porque estamos muy solos y necesitamos apoyarnos en la sociedad. Estoy apostando a eso, a involucrarme con la gente de bien".
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