Día del trabajador vitivinícola: mujeres al poder
La celebración tiene su lugar el 1 de febrero. InfoVeloz conversó con dos jóvenes emprendedoras que crearon un vino antiage que se volvió el elixir de la juventud.
Desde el 1 de febrero de 1991 se instauró la celebración del Día del Trabajador Vitivinícola. Aquel día, en el departamento de San Rafael, Mendoza, se firmó el acuerdo para establecer formalmente la efeméride. De la misma manera, se estableció como feriado el primer día de febrero para todos los trabajadores del sector.
Varios años después, dos mujeres emprendedoras y con mucha creatividad, crearon el primer vino antiage del mundo que está revolucionando la industria cosmética y también el mundo del buen beber. Se trata de Skin Wine, el primer vino antiarrugas del mundo, creado por dos argentinas y que se vende por internet.
Se trata de un vino con intervenciones capaces de elevar la concentración de antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo que se acumula a diario en la piel. El secreto mejor guardado de los famosos no es más que un malbec.
La psicóloga Lorena González Ortiz logró llevar sus conocimientos sobre la psiquis femenina a la fórmula de un vino capaz de captar la verdadera esencia de la mujer. Así creó junto a su socia farmacéutica Laura Hernández, el primer vino antiage pensado para "un paladar mucho más sensitivo y determinado". Para Lorena y Laura todo fue bastante difícil en el inicio del proyecto porque "los hombres del sector nos miraban con desconfianza".
Chicas, ¿cómo surge este curioso proyecto?
Laura: Nos conocimos porque nuestros hijos van al mismo colegio y conectamos por el lado profesional, ese costado que quienes somos mamás solemos abandonar. Nos olvidamos de nuestras carreras, de nuestros sueños. Con Lore pudimos darnos cuenta que se puede ser ser buena mamá y tener un proyecto propio sin sentir culpa. Al contrario. El crecimiento personal y profesional redunda a favor de la familia.
Lorena: Claro que la familia fue fundamental para avanzar en este sueño y materializarlo. Sin nuestros maridos e hijos no hubiera sido posible.
¿Por qué un vino para mujeres? ¿Por qué antiage?
Laura: Hicimos un relevamiento de mercado y detectamos que las mujeres no teníamos un vino propio, destinado a nuestra búsqueda de placer en la conexión con nosotras mismas. El aporte de Lorena (que es psicóloga) en ese sentido fue clave porque conoce la psiquis femenina o mejor dicho, sabe decodificar aspiraciones, insatisfacciones. Mi aporte tuvo que ver con las chances reales de poder modificar la concentración de resveratrol en la uva dada mi expertise como farmacéutica. Las dos nos sentimos identificadas con la mujer profesional que llega agotada después de una larga jornada y necesita gratificarse sintiendo que está haciendo algo por su cuidado personal, su bienestar y, a la vez, disfrutando ese momento con todos los sentidos, con el olfato, con el paladar.
Lorena: Desde lo pragmático, notamos una carencia en la góndola. No había un producto que fuera 100% disfrute. Hay tratamientos que generan molestias, o tienen efectos secundarios, o que implican desplazarse para ir a hacérselos. El vino antiage era algo así como una pócima secreta totalmente compatible con la noche, con la bañera, con la soledad, con el momento de reflexión.
¿Qué tipo de vino nos vamos a encontrar al descorchar un Skin Wine?
Lorena: Skin Wine es un malbec joven, con taninos suaves en boca y notas frutales que duplica la concentración de antioxidantes para combatir el envejecimiento de la piel.
Acerca del packaging y la etiqueta, ¿cuál es la idea o el enfoque estético que han buscado transmitir?
Lorena: Quisimos que se asemeje a un perfume importado. Por eso la elección de una caja dorada para una botella muy estilizada. La tipografía es caligráfica porque nos remitía a aquella comunicación casi olvidada por carta, romántica y personalizada, quiero decir, cuando los ritmos eran más pausados.
¿Cómo fue la experiencia de abrirse camino siendo mujeres?
Laura: Fue bastante difícil para ser sincera. Los hombres del sector nos miraban con desconfianza.
Lorena: No nos tenían fe. Nosotras queríamos que el mundo supiera que la mujer puede valorar un vino tanto o más que un hombre y captar con precisión cada nota. Queríamos encontrar nuestro vino, un vino que nos represente, un vino con perfume de mujer que evoque recuerdos y genere emociones. Que además la mujer pueda cuidar su piel mientras disfruta este vino, bueno, eso es otra historia.
Hoy, estas emprendedoras que un día soñaron con hacer un producto especial para la mujer, no sólo conquistaron al público femenino, sino al masculino. Y como no se quedaron conformes con encantar a la Argentina, su proyecto que hoy está hecho realidad, se está expandiendo a China.
¡Salud!
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