Día de sangre y violencia en México
Ocho agentes de policía fueron asesinados hoy a balazos en un control de carretera en el estado de Sinaloa. Además, dos personas aparecieron decapitadas y colgadas.
El suceso tuvo lugar sobre las 12.00 hora local y dejó también tres policías heridos, reveló un portavoz de la Procuraduría de Justicia estatal, que investiga cómo sucedieron los hechos.
Sinaloa, el estado donde se registró el tiroteo, es uno de los territorios de México con mayor presencia del crimen organizado.
Los primeros reportes indican que los agentes formaban parte de un puesto de vigilancia móvil en carretera y que el tiroteo tuvo lugar en el kilómetro 84 de la autopista Benito Juárez, en las cercanías de Guamúchil, una de las principales ciudades del estado.
Seis de los fallecidos son agentes de la policía estatal y los otros dos pertenecían al cuerpo municipal de la localidad de Navolato. No se ha precisado la filiación profesional de los heridos.
Miembros de la fiscalía estatal se desplazan al lugar para recabar más detalles sobre lo sucedido.
El estado de Sinaloa es sede del cartel del mismo nombre, uno de los más poderosos de México y al que se responsabiliza de parte de la violencia que ha registrado el país en los últimos años y que suma ya más de 28.000 muertos.
En la zona se han desplegado miles de policías federales y militares para tratar de frenar la actividad del crimen organizado.
Por otro lado, dos decapitados aparecieron semidesnudos colgados en la vía que une las localidades de Rosarito y Tijuana. Para las autoridades, los restos son un narcomensaje para los futuros delatores.
Las otras cuatro personas estaban comiendo cuando un comando los atacó a los tiros. Al parecer, los agresores podrían haber estado presentes en la comida y huyeron tras el tiroteo.
Los crímenes se registran tras un tiempo de calma en Tijuana, tregua que se rompió en las últimas semanas.
La imagen de la ciudad fronteriza con los Estados Unidos se asocia habitualmente con el narcotráfico y el crimen organizado.