Develaron detalles de la vida sexual de Marilyn Monroe
El ex podólogo de uno de los maridos de la ícono pop reveló secretos que Joe DiMaggio le contaba.
Más de 50 años pasaron sin poder develar el misterio de la muerte de Marilyn Monroe pero salieron a la luz detalles del ícono de belleza y su leyenda sigue viva. Próximamente saldrá a la venta un libro que cuenta la intimidad que la actriz tuvo con su marido, el beisbolista Joe DiMaggio, de quien se separó porque ella no podía tener hijos.
Se sabía que el beisbolista era un hombre muy reservado, pero ahora su podólogo, Rock Positano, relata que vivía pendiente de su virilidad. De hecho, le confesó que para Monroe no había existido un hombre que la dejara tan satisfecha en la cama como él. Se lo contó una noche en un restaurante en Nueva York: "Cuando nos encontrábamos en el dormitorio era como si estuvieran luchando los dioses, había rayos y truenos".
El libro "Dinner with DiMaggio: memoirs of an american hero" (cena con DiMaggio: memorias de un héroe americano), se basa en lo conversado durante una década de almuerzos, cenas y desayunos que el autor mantuvo con el jugador. Según le confesó DiMaggio, "el único problema" de Marilyn "era su falta de higiene". El deportista era muy puntilloso y le molestaba que Marilyn pasara varios días sin bañarse, producto de sus bajones depresivos.
Se dice que la pareja rompió por los celos del jugador, que ya no toleraba la imagen famosa de la actriz con la falda flameando por el viento del metro neoyorquino, pero Positano tiene otra teoría: "Marilyn estaba dolida porque estaba imposibilitada para tener hijos". Con el tiempo Monroe se refugió en los brazos del dramaturgo Arthur Miller, con quien se casó después, aunque, de acuerdo a Positano, la actriz seguía pensando en DiMaggio cuando hacía el amor con su marido.
DiMaggio hablaba maravillas de Monroe, una mujer a la que admiraba profundamente, más allá de su apariencia física. "Tenía un gran respeto por ella. Siempre hablaba cosas brillantes sobre ella. Contaba lo inteligente que era. No era una rubia estúpida. Era una actriz de mucho talento. Hablaba sobre cómo repasaba los guiones con ella y lo profesional que era", explica Positano en su relato.
"Joe me dijo que me contaba todas estas historias porque algún día podían servirme. Y hago honor a sus deseos escribiendo una biografía respetuosa", explicó Positano.