Detuvieron al ex novio de Luciana Muñoz, la joven desaparecida hace 43 días en Neuquén: las pruebas que hallaron
Lo acusan de mentir en su testimonio y de entorpecer la investigación. Además, encontraron rastros de sangre en su casa y la Justicia espera el resultado de las pericias para saber si son de la chica de 21 años.
La causa por la desaparición de Luciana Muñoz, una joven de 21 años que se fue de su casa el 13 de julio y nunca volvió, dio un giro drástico este fin de semana después de que la Justicia ordenara la detención de su exnovio, un chico que había conocido por Facebook y del que se había separado hace más de dos meses.
Se trata de Maximiliano Áviles, a quien acusan de falso testimonio y entorpecimiento. Según el fiscal Andrés Azar, mintió en su declaración como testigo y trató de desviar la investigación. En tanto, se esperan pericias clave para determinar si la sangre que encontraron en su casa es de Luciana.
Este domingo se llevó a cabo una audiencia imputativa, en donde querella -a cargo de la abogada Verónica Zabala- pidió que el imputado quede detenido con prisión preventiva. La solicitud fue rechazada por el Ministerio Público Fiscal y la Justicia le otorgó el beneficio del arresto domiciliario.
Entre las pruebas que complican al exnovio de Luciana está la geolocalización de su celular: según informó el medio LM Neuquén, el GPS de su teléfono lo ubicó en la zona donde vieron por última vez con vida a la joven desaparecida, cuando él había declarado que el día que se radicó la denuncia por averiguación de paradero no salió de su casa, más que para ir a comprar al almacén del barrio.
También señalaron que el joven mintió respecto a la vigencia de su relación: el chico contó ante el fiscal que estaban de novios y tratando de formalizar el vínculo al momento de la desaparición, pero después surgió que se habían separado hace casi tres meses.
Por otro lado, a partir de testimonios claves por parte de amigos que declararon en la fiscalía, se determinó que un día antes de la desaparición ambos estuvieron juntos, tuvieron una discusión y Avilés la llevó hasta su casa.
“La investigación que se está entorpeciendo es la de la búsqueda de una joven que fue pareja del acusado, que el fin de semana de su desaparición tenía golpes, y corresponde hacer una valoración con perspectiva de género”, sostuvo el fiscal Azar en su pedido de preventiva.
Pero la prueba que podría ser contundente y que complicaría aún más la situación de Áviles es el rastro de sangre hallado en su casa durante uno de los tantos allanamientos que se hicieron en el marco de esta causa.
Entre el jueves y el viernes, hubo una serie de operativos en lugares que frecuentaba Luciana, los cuales estarían vinculados al narcomenudeo. En dos viviendas, el Cuerpo Médico Forense buscó rastros biológicos que dieron resultados positivos.
En la casa del acusado encontraron manchas de sangre en una pared de planta baja, en el suelo, en el baño y en la puerta del baño, mientras que en otro domicilio allanado encontraron manchas compatibles también con sangre humana sobre un par de zapatillas y un palo de golf.
Mientras se espera conocer el ADN de esos rastros para determinar si son o no de Luciana, el juez de Garantías a cargo del caso avaló la prisión domiciliaria y remarcó que no es procedente una prisión preventiva para delitos cuya pena puede ser de ejecución condicional. También ordenó que el acusado sea monitoreado por medio de una tobillera electrónica.
En tanto, sigue la investigación y los operativos en distintos barrios de Neuquén. En estos 43 días de búsqueda se recibieron tres testimonios que ubicaron a Luciana en la zona de la meseta y otro en el balneario municipal de Plottier. También se rastrillaron más de 1000 hectáreas, se analizaron 800 horas de video y se hicieron 15 allanamientos. Sin embargo, no se obtuvieron resultados positivos.
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