Policiales
Detuvieron al amigo de Agustina Fernández, la joven asesinada en Cipolletti
Pablo Parra, inquilino de la casa donde mataron a la chica y última persona que la vio con vida, fue imputado por el femicidio de la chica de 19 años.
A casi seis meses del femicidio de Agustina Fernández, de 19 años, en Cipolletti, Río Negro, la causa dio un giro en las últimas horas con la detención de Pablo Parra, de 27 años, amigo de la víctima y última persona que la vio con vida.
El hombre, trabajador petrolero de la zona, halló a la estudiante de medicina herida de gravedad en el departamento que él mismo alquilaba y dio aviso a las autoridades. Si bien formaba parte de una de las líneas de investigación, Parra nunca había sido vinculado directamente con el crimen.
Desde las 6 de la mañana de este jueves, la Fiscalía encabezó sendos allanamientos en el domicilio donde vive el imputado y en el que residen sus padres. Parra fue detenido y se espera que en las próximas horas se realice la audiencia de formulación de cargos.
Fuentes del Ministerio Público Fiscal rionegrino indicaron a TN que entre las principales evidencias que impulsaron el giro en la causa “aparecen múltiples informes médicos forenses, los resultados comparativos de ADN y el análisis de prendas de vestir de la víctima”. Durante el allanamiento fueron secuestrados un teléfono celular y una computadora que serán peritados.
Como parte del proceso que derivó en la detención de Parra, los investigadores analizaron cámaras de seguridad públicas y privadas y, junto con la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones y la colaboración del MPF de Neuquén y Salta, examinaron las líneas telefónicas que tuvieron actividad en la zona donde se produjo el ataque a Agustina.
La detención de Parra representa un verdadero giro en la causa, dado que en la escena del crimen se habían hallado rastros genéticos de un hombre y resultó negativa la comparación con el perfil genético del ahora acusado. El estudio, cuyo resultado fue difundido el 4 de agosto, era la última novedad significativa del caso hasta hoy.
Aquellas pericias consolidaron la hipótesis de un “homicidio criminis causa”, que ocurre cuando el asesino mata para ocultar otro delito. Según la denuncia policial, de la casa se llevaron un bolso deportivo con ropa, un rosario de plata grande y 1000 dólares.
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