Detuvieron a un ladrón que entró a robar en una farmacia: lo identificaron porque se le cayó el ojo de vidrio
De madrugada, se llevó perfumes y anteojos junto a otro joven, pero la huida duró pocos metros: los detuvieron.
Elías Notao tiene 26 años. Junto a otro joven, ambos alcoholizados, robaron en una farmacia en el medio de la madrugada. Pero un problema inesperado frustró su plan: después de intentar irse con un magro botín (un par de perfumes marca Kevin y anteojos de sol), se le cayó el ojo de vidrio que le habían colocado tras una complicación visual y terminó detenido.
El otro ladrón, Eduardo Rodríguez (26), también fue apresado, junto a tres mujeres. Todos quedaron acusados de "intento de robo en poblado y en banda", según indicó en su sitio web el Ministerio Público Fiscal de Chubut.
Según pudo reconstruir la Policía, los cinco jóvenes habían estado bebiendo en un local de las cercanías de la farmacia “Oeste”, ubicada sobre la calle 25 de Mayo, en el radio céntrico de la ciudad chubutense de Puerto Madryn.
Ya en la madrugada del viernes decidieron cometer el delito. Para ello, Rodríguez y Notao se dirigieron a la farmacia, provocando destrozos en el los vidrios y la puerta para poder ingresar. Ya en el interior, buscaron con qué quedarse. Ambos, tuvieron varios tropiezos antes de ingresar, tal vez producto de la abundante ingesta de alcohol.
Toda esta secuencia comenzó a ser vista por las cámaras de monitoreo que la Policía tiene en el lugar. Enseguida fue alertado un patrullero que estaba en una zona cercana.
Rodríguez y Notao se hicieron de dos frascos de un perfume importando y algunos anteojos de sol. También a los tumbos comenzaron la huida. Pero Notao cometió un desliz: tropezó y se le cayó su ojo de vidrio, lo que le generó un severo inconveniente y además generó un importante charco de sangre en el lugar.
De todas maneras, logró salir del local y, con la ayuda de su cómplice, comenzó a correr.
Según los propietarios de la farmacia, consultados por Clarín, los dos jóvenes se pelearon en la vereda del negocio y rompieron la vidriera. Ya dentro de la farmacia, decidieron robar algunas cosas. "Fue una situación bizarra", describieron.
La Policía llegó y en cuanto encontró el ojo que el joven había perdido no tardó en darse cuenta de quién se trataba. Notao tenía una causa anterior por otro robo y por rebeldía.
Su ojo de vidrio era una discapacidad que había sido advertida por las autoridades en aquellos hechos. Los agentes sabían dónde ir a buscarlo, pero no hizo falta ir muy lejos. Por su dificultad, la huida se hizo lenta y Notao y su cómplice fueron detenidos muy cerca de la farmacia. También, las tres mujeres que atinaron a correr cuando vieron al patrullero.
En el lugar intervino la Policía Científica y encontró el ojo de vidrio de uno de los autores. Además, todo quedó captado en las cámaras de seguridad del local.
La División de Investigaciones de la Policía, al revisar los antecedentes de Notao, descubrió que se encontraba en “rebeldía” en una causa anterior, por lo cual también se dispuso que se le formalicen los cargos en esa carpeta judicial.
La fiscal Florencia Bianchi intervino en la causa y formuló los cargos de “intento de robo en poblado y en banda” en la audiencia de detención realizada el fin de semana.
Notao fue atendido en el hospital local, donde se le realizaron curaciones y se le colocó un vendaje en su ojo derecho.
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