Detuvieron a la mujer del policía que está en terapia intensiva luego de tomar un licuado envenenado
Los investigadores creen que la mujer intentó envenenarlo con un insecticida. Allegados afirman que era víctima de violencia de género.
Un policía de La Pampa sigue internado en terapia intensiva luego de haber ingerido un licuado de banana que había llevado al trabajo desde su casa. En las últimas horas fue detenida su pareja, acusada de tentativa de homicidio agravado por el vínculo. La medida se tomó después de que encontraran restos de la sustancia tóxica que consumió la víctima, un insecticida llamado “metomil”, en el patio de un vecino. La mujer se negó a declarar.
El cabo primero Gabriel Páez Albornoz, de la División Rural de la Unidad Regional I, tomó del licuado durante la noche del domingo 5 de septiembre, en el marco de un encuentro con dos colegas, en la sede de la dependencia. Según le contó a El Diario una fuente policial, el hombre "dijo que estaba feo y lo tiró al piso". Luego, "un perro lo chupó y murió al rato".
Tras comenzar a evidenciar los primeros síntomas, se descompensó. Fue trasladado de urgencia al hospital Segundo Taladriz de Toay. Debido a la gravedad de su cuadro, lo terminaron derivando al hospital Dr. Lucio Molas por intoxicación.
Tal como informan los medios locales, se encuentra en estado de salud "crítico", aunque los profesionales de la salud lograron "estabilizarlo".
“Confirmamos que ella le preparó el batido de banana. Se analizó la licuadora y ese producto -metomil- tiene alto grado de contacto con la licuadora. El producto se vende como insecticida”, detalló a los medios el fiscal Oscar Cazenave, a cargo del caso.
La imputada, Yanina Coronel, decidió no declarar en fiscalía y gracias a un recurso presentado por su defensa cumplirá arresto domiciliario con pulsera electrónica en principio por 30 días.
El Jefe de Policía, Héctor Lara, informó que "la descompensación (de Páez Albornoz) fue muy rápida... los sorprendió a todos, incluso no sabemos si por ahí él tenía algo en sus manos que era contaminante y no lo sabía".
El fiscal Óscar Cazenave, quien está a cargo del expediente judicial junto a su colega Selva Paggi, señaló que ya se le realizó una necropsia al perro para determinar las causas de su muerte.
En diálogo con El Diario de La Pampa, allegados a Coronel manifestaron tras su detención que la mujer sufría violencia de género por parte de Páez Albornoz. De acuerdo a los testimonios, él la celaba, la golpeaba y aunque ella quiso denunciarlo en más de una oportunidad, “nunca le dieron bola”, debido a que su pareja era miembro de las fuerzas de seguridad. Por esta razón, agregaron, es que no existen registros formales de hechos de violencia.
Para los investigadores, las pruebas reunidas en la causa son suficientes para dar por acreditado que la mujer preparó el licuado que provocó la descompensación de su pareja y padre de su único hijo.
En la licuadora que se encontró en la casa donde ambos convivían desde hace relativamente poco tiempo, detectaron restos de “metomil” y en el patio de la casa del vecino hallaron un paquete de esa sustancia. Se cree que ella misma lo descartó en ese lugar con la intención de eliminar las evidencias antes de que se concretara el allanamiento en su domicilio.
El efectivo de Seguridad Rural sigue en estado “crítico”, según informaron fuentes vinculadas a la investigación en las últimas horas. Si bien mejoró su oxigenación, sigue internado con respirador en la terapia intensiva del hospital Lucio Molas. El Jefe de Policía destacó que Páez Albornoz está "reaccionando a los estímulos", pero que se encuentra "intubado y con pronóstico reservado".
El metomil es un químico insecticida y acaricida conocido a nivel internacional por ser “altamente peligroso y tener un elevado historial de accidentes graves y fatales de intoxicación en humanos”, según advierte el Manual de Plaguicidas de Centroamérica publicado por la Universidad Nacional de Costa Rica.
Por otro lado, la información disponible sobre la sustancia indica que “es un insecticida carbámico, tóxico por contacto y por ingestión, que altera las funciones neurofisiológicas de los insectos que atacan a frutales, hortalizas y cereales”.
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