"Detrás de toda mujer fatal hay una Susanita"
*Por Daniel Convertini. De novia con el empresario Daniel Vila, dio un giro a su carrera y conduce "Desayuno americano". Política sucia, Zaira Nara y crochet.
Parecería que el último axioma de las relaciones amorosas mediáticas es "novio nuevo, vida nueva". Lo certifican Victoria Vanucci –con aspiraciones más altas desde que sale con Matías Garfunkel–, y Viviana Canosa, que refinó su imagen al lado del millonario Bruno Barbier. Pamela David parece transitar un camino menos ostentoso.
"No quiero volverme una jovata ridícula", dispara la flamante y orgullosa novia del empresario de medios Daniel Vila, tomando distancia de su imagen de "mujer fatal". Asegura que no se vende para andar del brazo de un poderoso: "Yo soy incapaz de transar. Que Daniel sea mi pareja no significa que piense como él", afirma la nueva cara de las mañanas de América, el canal que preside su pareja. En "Desayuno americano", de 9.30 a 12, debutó como conductora, acompañada por Diego Pérez, y muestra un perfil más relajado.
Noticias: ¿Debió resignar o modificar algo con esta relación?
Pamela David: ¿Resignar qué? (fastidiada) Por ahí tuve que resignarme al "qué dirán", pero esté o no con Daniel van a hablar al cuete. Lo que más se dice es "billetera mata galán". Cuando me casé con Bruno, sin desmerecerlo porque es uno de los mejores basquetbolistas a nivel nacional, yo llegué a tener mejores contratos que él. Sin embargo, tocaron ese tema con Bruno, que tenía mi edad. Ahora con Daniel, que tiene 25 años más, lo van a hacer igual. Todo esto lo pensé dos minutos pero nunca me influyó. Uno no puede dejar de hacer lo que tiene ganas por el qué dirán.
Noticias: No es lo mismo salir con un basquetbolista que con un empresario poderoso, de una sociedad tradicional como la mendocina. ¿Sufrió alguna presión social?
David: Fui exageradamente bien recibida en Mendoza, con mucho cariño y aceptación. Los dos tenemos en común la crianza de provincia. Lo único que me jugaba en contra es pensar que, a pesar de que llevo diez años trabajando, podían pensar "¿cómo no va a tener programa propio si sale con el dueño?". Lo tuve en mente, pero no me importa.
Noticias: ¿Lo de Vila fue un levante de pasillo?
David: Para nada. De hecho ni me lo esperé, no lo miraba como a un hombre. Me empecé a sentir involucrada sentimentalmente de un día para el otro. "Guau, acá estoy complicada", pensé enseguida. Empezamos a conocernos de a poco. La relación se fue construyendo sin que lo notáramos. Él generaba en todos una cosa de temor y respeto, la diferencia es que yo nunca lo vi de esa manera. Siempre que charlábamos, la palabra de él se volvía muy importante para mí. Eso se me fue de las manos. Noté que me apoyaba mucho en él, le contaba muchas cosas: esa fue la primera vez que lo miré como un hombre.
Noticias: Ha dicho que "desfilar de noche en pelotas, ya fue". ¿Busca un cambio de imagen?
David: No es algo que surgió ahora, porque salgo con Daniel. Si ya no quiero aparecer en boliches es porque tengo 32 años y no da. Hace bastante que no hago tanta disco en ropa interior. No tengo ganas de cuidarme. Desfiles sigo haciendo y no solo de alta costura; si tengo que meter un short, un vestidito, no hay drama. Yo en campañas trabajo, pero me siento muy expuesta en una pasarela. Ya estoy grande y no tengo ganas de internarme en un gimnasio. No quiero ser una jovata ridícula.
Noticias: Vila coquetea con el
kirchnerismo. ¿Le interesa la política o le dice a todo que sí?
David: No es que no me interesa, pero no me gusta. La siento muy sucia. No sé a quién votar, nadie me atrae. En "Desayuno americano" empezamos a invitar a funcionarios por las elecciones y todos van a pensar que estoy a favor de alguien. El tema es incómodo cuando se mezcla con los medios. Yo sería incapaz de transar y de dar una opinión que no es la mía. No lo hago ni por nada ni por nadie. Puedo tener muchas diferencias con Daniel, que sea mi pareja no significa que pensemos igual.
Noticias: ¿Cómo es la relación con su ex, Bruno Lábaque?
David: Hoy el vínculo es mucho mejor que cuando estábamos de novios. Felipe, mi hijo, vive eso y lo siente, es bueno para él. No es lo mejor, pero podría ser peor. Siempre fui anticasamiento. Obviamente, todas las mujeres soñamos con la familia perfecta, con tener muchos hijos del mismo padre, viviendo bajo el mismo techo, pero a veces no es parte de la realidad. Este año, Felipe viajó bastante a quedarse con su papá. Aunque se me estruja el corazón cuando se va, me di cuenta de que Feli tiene la suerte de contar con un padre que está. Bruno es muy buen papá.
Noticias: ¿La separación es lo más duro que le tocó vivir?
David: Lo más difícil que me tocó vivir fue la pérdida de los embarazos. El primero fue complicadísimo. Me habían invitado al programa de Mariana Fabbiani y me bajé sin explicarles nada. No quería contarle a la producción y ella no entendía por qué no iba. No tenía ánimo para hacerlo. Al otro día tenía que ir a lo de Mirtha, también se venían los Martín Fierro, era mucho. Preferí masticarlo, asumirlo sola, y recién después contarlo. La separación fue un golpe, pero una la viene masticando, no pasa de un día para el otro como lo del embarazo.
Noticias: Es la primera vez que le toca la conducción en vivo de un programa. ¿Cómo lo lleva?
David: Estoy contenta y siento que ese miedo o presión que tenía por ser la cara de un programa junto con Diego, ya se fue. Yo siempre soy muy exigente, tengo la grabadora de DVD puesta en América, de 9.30 a 12, todos los días. El fin de semana me pongo a revisar los programas, trato de encontrar puntos para mejorar. El vivo es complicado. Aunque los que llevan las riendas son los del control, porque es el productor quien nos va diciendo por la cucaracha con qué seguir o cómo cortar, sos el que ejecuta. Siento que me falta mucho por aprender, especialmente a dominar la ansiedad cuando me planto frente a un invitado. Cuando vino Lanata tenía tantas cosas para decirle, que ni siquiera lo dejaba terminar de responder. Son cosas que tengo que trabajar.
Noticias: ¿Está más cómoda que en "Animales Sueltos"?
David: Ale (Fantino) me dio la oportunidad de sentirme más tranquila en cámara y en la conducción. Durante el primer año, con él como conductor, Coco (Sily) y yo, me lucí mucho. Después se transformó en un panel muy grande, pero la participación me sumó mucho. Al margen de eso, la gente se va acostumbrando a dejar de verme como "la de Animales Sueltos". En la calle me paraban y me decían "te extraño en lo de Fantino". Estaba muy asociada a ese programa. Hoy somos muchos, pero cada panelista tiene su tema, y en dos horas y media de programa hay suficiente tiempo para mostrarse. Todos tenemos la camiseta puesta.
Noticias: Wanda Nara se enojó con Diego Pérez y el programa. ¿Están del lado de Forlán?
David: Si hay alguien con quien no te podés enojar es con él. Es un tipo buenísimo. Está todo bien con Wanda, nos mira siempre y tengo muy buena relación. Yo defiendo a Zaira. No me entra en el perfil de la mujer comebilleteras. Es una laburante, una chica exitosa, las marcas la quieren y la buscaron como conductora para un programa en El Trece. Realmente tenía una carrera. Que no se hayan casado es algo que veo como bastante positivo. Se notaba que ella estaba más enamorada que él. Lo sufre como cualquier mujer que haya sido abandonada, y me parece que le duele mucho por estar tan expuesta. Es muy diferente de Wanda. Por el lado de Forlán, por lo menos se arrepintió y la dejó antes de tener hijos. Lo que sí me pareció raro es que había bastante plata en el medio. Primero se habló de dinero y el amor quedó en segundo plano.
Noticias: ¿Le gusta tejer o fue un acting para hacer enojar a Victoria Vanucci? Es un hobbie que no da con su phisique du rol.
David: Me encanta, aprovecho siempre que puedo. A las chicas de la "Peluquería de los Mateos" les enseñé a tejer a dos agujas. Eran muchas horas de grabación, mucho tiempo de espera. Estábamos todas muy producidas, vestidas sexy, se mostraba mucha pierna y escote. Daba muy graciosa la foto nuestra tejiendo, con esa pilcha. Era bizarro. Pero bueno, es la realidad. Nos hacemos las locas, pero detrás de toda mujer fatal siempre hay una Susanita.