Detrás de los (des)acuerdos
*Por Osvaldo Pepe. Una de las propaladoras mediáticas del kirchnerismo, financiadas con casi el 50% de la pauta publicitaria gubernamental, viene de presentar la discusión paritaria que se avecina como un avance en "la redistribución de la riqueza"
Además, vio los tironeos de esa pulseada clásica entre capital y trabajo como un intento editorial de este diario de escamotearle méritos al gobierno de Cristina. En verdad, el peronismo histórico implantó, a través del Pacto Social, el debate acerca del acuerdo de precios y salarios como parte esencial de su doctrina.
La Presidente había intentado relanzarlo en noviembre, en un acto con la UIA y la CGT . Ahora, en un año electoral que disparará el gasto publico, y con una inflación que según consultoras privadas hereda de 2010 un índice del 25% y no del 10,9% calculado por el INDEC, el Pacto Social modelo K entra en vía muerta (Ver: Pacto social: se aleja el acuerdo entre la CGT y los industriales). Los industriales ponen reparos y la CGT desconfía. No cree las cifras oficiales del costo de vida, tanto que ningún gremio se referencia a ellas para alinearse en la puja distributiva.
En la Argentina de hoy, en la que un camionero gana más que un médico de hospital , y con la dinámica inflacionaria lanzada, cualquier acuerdo naufraga ante la desconfianza que inspira un "modelo " de contrastes intensos: el alza del consumo masivo (4,9% en 2010, cuando en 2009 había sido de 1,3%, ver: Las compras en almacenes y súper subieron 4,9% en 2010), sostenido por las compras en cuotas, con la fuerte suba en alimentos , principal variable que acelera la inflación.
Otro contradicción, o no tanto. Según las partidas presupuestarias publicadas en el Boletín Oficial el 10 de enero, el Gobierno dispondrá de 50 mil millones de pesos más en un año en que arriesga su permanencia en el poder . Dentro de esa montaña de plata, en el rubro Educación el gasto se mantiene sin incrementos de peso , pese al deterioro inflacionario. Toda una definición.