Detienen a un policía por vender a una nena de 3 años
Cuando encontraron a la criatura, la familia que la tenía dijo que había pagado tres mil pesos para que se las entregaran.
Un agente de la Policía santafesina fue detenido bajo el gravísimo cargo de haber vendido a una nena de 3 años.
Además del policía, otras siete personas están detenidas por su participación en el caso.
La secuencia se inició cuando una pareja se presentó en la subcomisaría 8a. (barrio La Esmerada) y denunció la desaparición de sus cuatro hijos, reveló El Litoral.
En su declaración, el matrimonio agregó que los chicos habían quedado al cuidado de su abuela materna y que hasta el momento desconocían el paradero de las criaturas.
Pero en el relato, los denunciantes apuntaron un dato que al final resultó relevante: la pareja indicó que un policía no sería ajeno a la desaparición de los chicos.
Ante la sola mención de que un personal policial podría estar involucrado en el suceso, los numerarios de la subcomisaría 8a. informaron a sus superiores los que a su vez dispusieron que el caso sea investigado por la División Judicial.
En simultáneo, las autoridades de la Unidad Regional I pusieron al tanto del asunto al juez de Instrucción Diego de la Torre y al fiscal en turno.
Sin pérdida de tiempo, los investigadores dispusieron una ronda de declaraciones. Para este fin se convocó a los padres biológicos de los chicos y a la abuela.
Tras escuchar sus relatos se determinó que dos de los chicos (de 10 y 7 años) podrían encontrarse en el domicilio del policía apuntado.
Atentos a la jugada, los pesquisas fueron hasta el lugar y hallaron a uno de los menores. En dicha circunstancia se arrestó a la ocupante de la casa, una mujer que sería la pareja del policía.
Al varoncito restante se lo encontró en otra casa.
Prosiguiendo con la ronda de declaraciones se estableció que la más chiquita de los hermanos (una niña de 3 años) se encontraba en el domicilio de un matrimonio que reside en la zona norte de Santa Fe.
Con la urgencia del caso, los policías fueron hasta allí, donde además de hallar a la pequeña, se toparon con una sorprendente versión del asunto.
Los integrantes del matrimonio aseguraron que la criatura les había sido entregada por un policía a cambio de 3 mil pesos en efectivo, en una transacción que se concretó frente a la iglesia de Guadalupe.
La historia se completó cuando el hombre informó que ya había iniciado los trámites pertinentes en el Registro Civil para anotar a la niña como su hija legítima.
Con todos estos datos, los agentes de la División Judicial iniciaron la búsqueda del policía involucrado, trabajo que llegó a buen puerto cuando el sospechoso fue localizado.
Del acusado se supo que es un hombre de unos 40 años, dependiente de la Agrupación Unidades de Orden Público (Auop).
Puesto al tanto del asunto, el propio jefe de la UR I, comisario mayor Rafael Grau, ordenó el pase a disponibilidad del imputado.
Vale agregar que además de este policía, otras siete personas permanecen arrestadas y afectadas a la investigación.
Además del policía, otras siete personas están detenidas por su participación en el caso.
La secuencia se inició cuando una pareja se presentó en la subcomisaría 8a. (barrio La Esmerada) y denunció la desaparición de sus cuatro hijos, reveló El Litoral.
En su declaración, el matrimonio agregó que los chicos habían quedado al cuidado de su abuela materna y que hasta el momento desconocían el paradero de las criaturas.
Pero en el relato, los denunciantes apuntaron un dato que al final resultó relevante: la pareja indicó que un policía no sería ajeno a la desaparición de los chicos.
Ante la sola mención de que un personal policial podría estar involucrado en el suceso, los numerarios de la subcomisaría 8a. informaron a sus superiores los que a su vez dispusieron que el caso sea investigado por la División Judicial.
En simultáneo, las autoridades de la Unidad Regional I pusieron al tanto del asunto al juez de Instrucción Diego de la Torre y al fiscal en turno.
Sin pérdida de tiempo, los investigadores dispusieron una ronda de declaraciones. Para este fin se convocó a los padres biológicos de los chicos y a la abuela.
Tras escuchar sus relatos se determinó que dos de los chicos (de 10 y 7 años) podrían encontrarse en el domicilio del policía apuntado.
Atentos a la jugada, los pesquisas fueron hasta el lugar y hallaron a uno de los menores. En dicha circunstancia se arrestó a la ocupante de la casa, una mujer que sería la pareja del policía.
Al varoncito restante se lo encontró en otra casa.
Prosiguiendo con la ronda de declaraciones se estableció que la más chiquita de los hermanos (una niña de 3 años) se encontraba en el domicilio de un matrimonio que reside en la zona norte de Santa Fe.
Con la urgencia del caso, los policías fueron hasta allí, donde además de hallar a la pequeña, se toparon con una sorprendente versión del asunto.
Los integrantes del matrimonio aseguraron que la criatura les había sido entregada por un policía a cambio de 3 mil pesos en efectivo, en una transacción que se concretó frente a la iglesia de Guadalupe.
La historia se completó cuando el hombre informó que ya había iniciado los trámites pertinentes en el Registro Civil para anotar a la niña como su hija legítima.
Con todos estos datos, los agentes de la División Judicial iniciaron la búsqueda del policía involucrado, trabajo que llegó a buen puerto cuando el sospechoso fue localizado.
Del acusado se supo que es un hombre de unos 40 años, dependiente de la Agrupación Unidades de Orden Público (Auop).
Puesto al tanto del asunto, el propio jefe de la UR I, comisario mayor Rafael Grau, ordenó el pase a disponibilidad del imputado.
Vale agregar que además de este policía, otras siete personas permanecen arrestadas y afectadas a la investigación.