Detienen a cuatro sospechosos por el asesinato de un distribuidor de golosinas
Cuatro hombres fueron detenidos acusados del crimen de un ex policía que trabajaba en una distribuidora de golosinas y su custodio, quienes en marzo fueron asesinados en el barrio porteño de Palermo por motochorros, cuando iban en un taxi a depositar 138 mil pesos a un banco.
Cuatro hombres fueron detenidos acusados del crimen de un ex policía que trabajaba en una distribuidora de golosinas y su custodio, quienes en marzo fueron asesinados en el barrio porteño de Palermo por motochorros, cuando iban en un taxi a depositar 138 mil pesos a un banco.
Las capturas se lograron tras una decena de allanamientos en el Gran Buenos Aires y en la Capital Federal que fueron realizados por las Divisiones Fraudes Bancarios y Homicidios de la Policía federal.
Tres de los detenidos son "motochorros" a quienes se acusa del homicidio del ex policía federal Federico Hausbauer (36) y su custodio, Miguel Leiva (25), y al cuarto se lo vincula con la inteligencia realizada previa al hecho.
Los voceros no descartaron que en las próximas horas se produzcan más detenciones vinculadas al hecho, ya que se cree que más personas dieron información respecto de la transacción bancaria.
Hausbauer era el yerno del dueño de la distribuidora Margaritis S.A.C.e I., ex oficial de la Policía Federal e hijo de un ex comisario mayor de la misma fuerza, y la otra víctima hacía tareas de custodia para la empresa.
El hecho ocurrió el 29 de marzo cerca de las 15, cuando Hausbauer y Leiva abordaron un taxi Chevrolet Corsa en la esquina de Gorriti y Lavalleja, a metros de las oficinas donde funciona la distribuidora de golosinas y cigarrillos.
Ambos se dirigían a depositar 138 mil pesos, que pertenecían a las ventas del fin de semana y de ese día, a la sucursal del banco Santander Río de la avenida Corrientes al 5100, a unas 15 cuadras de Margaritis.
Los investigadores determinaron que el taxi siguió una cuadra por Gorriti, dobló en Pringles y cruzó Cabrera hacia la avenida Córdoba, donde tuvo que detener su marcha por el semáforo.
En ese momento, fue interceptado por una moto tipo enduro, en la cual venían tres hombres a bordo, que se detuvo a pocos metros de distancia.
Dos hombres se bajaron de la moto y se acercaron uno de cada lado a las ventanillas del taxi en las cuales se hallaban Hausbauer y Leiva, a quienes amenazaron y les robaron una bolsa roja en la cual llevaban el dinero para depositar.
Los delincuentes les dispararon a sus víctimas sin que se hayan resistido: Hausbauer recibió un tiro que ingresó por el hombro y salió por el cuello, mientras que Leiva recibió un balazo que le atravesó el brazo y el tórax.
El taxista alcanzó a conducir 50 metros más hasta llegar a la esquina de Pringles y la avenida Córdoba y detuvo su marcha frente a una estación de servicios, desde donde le prestaron auxilio y llamaron a la policía y al SAME.
Sin embargo, ambos hombres murieron dentro del auto y no alcanzaron a ser atendidos por los médicos.
Luego del trabajo realizado por la Policía Científica, los investigadores confirmaron que ni Hausbauer ni Leiva alcanzaron a disparar sus armas, ya que no hallaron vainas servidas en la cuadra donde ocurrió el doble homicidio.
Esto también fue confirmado por el taxista, cuya declaración fue clave para determinar cómo ocurrieron los hechos.
El caso fue llevado adelante por la fiscal de instrucción porteña Viviana Fein y las imágenes obtenidas de cámaras de seguridad de la zona fueron algunas de las pruebas que permitieron la detención de los sospechosos.