Detienen a cuatro hombres acusados de haber matado a dos personas en una salidera bancaria
La policía realizó catorce allanamientos y detuvo a cuatro hombres acusados de haber asesinado a dos custodios de una empresa en una salidera bancaria en el barrio porteño de Palermo.
La salidera se perpetró el pasado 29 de marzo cuando motochorros sorprendieron a Federico Hausbauer, de 36 años y Miguel Leiva, de 25, cuando abordaron un taxi Chevrolet Corsa en la esquina de Gorriti y Lavalleja, a metros de las oficinas donde funciona la distribuidora de golosinas.
En los distintos allanamientos en Capital Federal y Gran Buenos, se secuestraron diez armas de fuego, entre pistolas, revólveres, escopetas, un fusil y municiones de distintos calibres.
Una de esas armas, una 9 mm., seria la utilizada por los delincuentes para asesinar a uno de los custodios.
También se incautó una camioneta Partner blanca, del tipo furgón, que habría sido usada para esconder a dos de los delincuentes, hasta que el vehículo se puso a la par del taxi (aguardaba en el semáforo) en cual llevaba a los custodios de la Firma Margaritis, con el bolso con $ 130.000 para depositar en un banco de la zona.
En ese momento los ladrones se bajaron en forma imprevista, colocándose cada uno sobre las ventanilla donde iban los pasajeros, asesinándolos con disparos de arma de fuego sin darle posibilidad a defenderse, sustrayendo el dinero, huyendo rápidamente en una moto que los aguardaba a metros del lugar de los hechos.
Uno de ellos llevaba puesta una remera color fucsia que también fue secuestrada, al igual que la moto de la huída.
Para la detención de los acusados el personal de la División Fraudes Bancarios de la Superintendencia de Investigaciones pudieron descifrar los movimientos delictivos de los asaltantes.
Los detectives descifraron que los "motochorros asesinos" se dedicaron hacer inteligencia durante cinco días previos al hecho, en el mismo horario donde frecuentemente los custodios, llevaban el dinero recaudado diariamente por la Empresa Margaritis.
Los maleantes de ese modo, comprobaron que los guarda valores, al salir de Margaritis, siempre tomaban un taxi cualquiera, para trasladarse hasta el banco.
Por lo tanto planificaron el robo de la siguiente manera: utilizarían una motocicleta (solo para la fuga), una camioneta tipo furgón (la Partner), que iría con chofer, y los dos malhechores que consumarían materialmente el robo y los asesinatos, y un tercer vehículo, una camioneta mudancera.
El último rodado iba a tener dos objetivos: hacer de tapón al taxi, si éste no tuviese la necesidad de parar su marcha por el semáforo y una vez consumado el hecho, obstaculizar el paso de la Policía, en la huída de los rodados participantes en el delito.
Por haber concretado la maniobra delictiva, los delincuentes creyeron que sus crímenes fueron perfectos, cometiendo nuevos hechos días más tardes, investigándose actualmente otros delitos que cometieron.