Después del desalojo de la Villa Papa Francisco, las familias acampan en la calle
El Gobierno de la Ciudad les ofreció ir a refugios pero los vecinos aseguran que después de dos días en esos lugares los dejan en la calle.
Luego de que la Policía Metropolitana, Gendarmería Nacional y la Policía Federal desalojaran a las 700 familias que vivían en el Barrio Papa Francisco en Villa Lugano, al menos 60 personas continúan acampando en las cercanías del terreno liberado.
El acampe es un asentamiento improvisado ubicado frente a dónde ahora solo hay restos de viviendas, en Avenida Fernández de la Cruz, entre Escalada y Pola.
"Éste es mi barrio y acá me voy a quedar. Los refugios sólo sirven para dormir una noche o dos, pero después te echan", explicó Pedro Ramírez, uno de los vecinos que vio cómo destruían su casa las topadoras.
El gobierno de la Ciudad informó que los vecinos tuvieron la oportunidad de ir a refugios o de entregar sus pertenencias para que sean guardadas en un depósito. "Nos acercamos tres veces, sobre todo cuando se largó a llover, para ofrecerles la posibilidad de ser trasladados, de ir a un refugio o para que dejaran sus cosas en un depósito, pero se negaron. Ahora será la jueza (Gabriela López Iñíguez) quien deberá determinar cómo seguir", dijo ayer al diario La Nación la vicejefe de gobierno, María Eugenia Vidal.
Sin embargo, la palabra de los vecinos contradice lo planteado de forma oficial. Una de las mujeres que vivía en el barrio, María Lorenza Cavallero, expresó a dicho matutino: "No pudimos sacar nuestras cosas del terreno. Mi heladera quedó aplastada por las topadoras". Y otra vecina agregó: "Los de la villa 20 se llevaron mi televisor".
En el lugar aún está la Policía para evitar que la gente vuelva a ingresar al predio desalojado.