Después de cinco meses prófugo, se entregó el menor que golpeó y dejó inconsciente al playero Arturo López
El joven estaba escondido en Uruguay y decidió presentarse a un Instituto de Menores una semana antes de cumplir 18 años. La víctima, Arturo López, sigue en estado delicado.
El joven de 17 años que agredió brutalmente al playero de un estacionamiento en noviembre pasado se entregó en las últimas horas, según confirmaron fuentes de la Policia de la Ciudad a Clarín.
El joven se entregó a la Policía a las 00:15 de este viernes. Está imputado por lesiones graves tras agredir el pasado 19 de noviembre a Arturo López, de 66 años, en un estacionamiento del microcentro de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde entonces, López permanece internado y en un proceso de rehabilitación producto del golpe recibido y la posterior caída al suelo. Por su parte, C.M.A, el joven agresor, permaneció prófugo. En los próximos días cumplirá 18 años y será mayor de edad.
La salvaje agresión comenzó cuando el joven, junto a su madre y sus hermanos fueron a retirar un auto de la playa de estacionamiento donde López trabaja, en Moreno al 800, y descubrieron que tenía un rayón.
En ese momento, la madre del adolescente le reclamó al cajero del garaje y López apareció para interceder. Durante la discusión, el joven se puso en el medio, entre su madre y López y le dio una trompada en la cabeza, que el hombre ni se esperaba por la nula defensa que tuvo de acuerdo a las imagenes que se vieron en los videos.
Al momento, el hombre se desplomó y golpeó el suelo, quedando inconciente. La agresión le causó dos hemorragias cerebrales.
López permaneció con pronóstico reservado durante varios días e incluso sigue en proceso de rehabilitación.
Mi viejo no va a volver a ser nunca el que fue. Estoy agradecida a la vida porque sigue vivo y que lo tengo acá, pero no va a volver a ser el mismo Arturo López que antes. Es muy difícil vivir con la incertidumbre. Es doloroso. Nuestra vida cambió por completo desde que sucedió esto", dijo Agostina López, una de sus hijas.
"Los hematomas se absorbieron, con lo cual se evitó la cirugía. No hay rastros de sangre pero sí quedaron secuelas neurológicas que desde hace casi tres meses se están tratando con una terapia cognitiva y física", había dicho Agostina en diálogo con Clarín.
De acuerdo con el doctor Joan Vega, el médico de la clínica ITEBA que atendió a López apenas quedó incosciente, la víctima tuvo un “trauma craneoencefálico moderado, con una hemorragia intraparenquimatosa y hemorragia subdural”.
Además de una afectación en el habla, una alteración cognitiva tras la trompada es lo que lo mantiene internado en el centro médico Fitz Roy y no le permite razonar sobre el porqué de su situación clínica. "No puede mantener una conversación como la que estamos teniendo ahora. Tampoco puede hablar bien. Se hace entender. Con sus palabras. No habla como solía hacerlo", sigue.
Insólita defensa de la familia del joven
Días atrás Javier, el padre del agresor, había hablado sobre el caso y sostuvo que López “no era un viejito bueno, quedó como santurrón y era un reverendo hijo de p...”, unas declaraciones que causaron el dolor de la familia y la bronca.
Según Javier, su hijo "se lamenta por lo sucedido" y no compareció ante la Justicia porque "no nos dan las garantías jurídicas. Que nos firmen la eximición de prisión y nos presentamos a declarar".
Asimismo, defendió el accionar de su hijo, enfatizó en que no lo hizo con "intención de matarlo" y fue más allá en el espiral de violencia: admitió que, en su lugar, él hubiera hecho lo mismo.
"¿Sabés cuántas piñas di en mi vida? Vos cuando le das una piña a alguien que te está molestando, no lo haces con intención de matarlo. Mi hijo no es que lo hizo con alevosía y lo pateó en el piso. A la edad de él, si hay un hombre que le está diciendo cosas a mi mamá, yo también voy a ir a pegarle para defenderla", bravuconeó Javier.
En ese momento, había afirmado que su hijo se encontraba en Uruguay, una información que la familia tomaba con pinzas. Para los investigadores, podría haber sido refugiado por la colectividad gitana, de la cual toda la familia del chico es miembro.
"Deja en evidencia cómo fue la crianza de este chico, por qué es así y por qué actuó como actuó cuando decidió golpear a mi papá. El padre lo justifica y todo lo que dijo me pareció de lo más bajo" dijo Florencia, la otra hija de López, a Clarín, consultada por los dichos de la familia.
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