DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Después de 20 años de la muerte de Carlos Menem Junior: se suman 14 fallecidos en torno al caso

Pasaron una veintena de veranos desde el accidente en el que el hijo del ex presidente falleció junto a un amigo.

El 15 de marzo de 1995 amaneció soleado y como un miércoles cualquiera, ni Carlitos Menem ni Zulema Yoma pensaban que luego de despedirse a la mañana sería la última vez que se verían. Ese día perdió la vida el hijo del entonces presidente y luego uno a uno 14 testigos del hecho. 

El accidente

Carlos Saúl Fernando Menem, Carlitos Junior, como es reconocido, era piloto de automovilismo. El joven de 26 años en aquel entonces pasó a saludar a su madre, como lo hacía todas la mañanas y salió con Silvio Oltra, su amigo y colega, pero no regresó.

Se subieron al helicóptero y emprendieron viaje por encima de la ruta 9, altura Ramallo cuando cayó la máquina en la que se transportaban. La causa fue archivada en 1998 por el Juez Villafuerte Ruzo, al considerar que se trató de un accidente ya que la nave se estrelló luego de golpear unos cables de alta tensión. Sus padres, Zulema Yoma y Carlos Menem afirman que fue un atentado, reabriendo la causa en reiteradas oportunidades. 

Los 14 testigos

Hay 14 testigos que se encuentran presentes en la causa del accidente que vivieron el mismo final  que el hijo del ex presidente, la muerte. El detalle de quiénes son y qué les paso, según informó lv12.com.ar:.

  • Lorenzo Epifanio Siri era cuidador del campo de la familia Sívori y vivía en una improvisada casa fabricada en medio de ese terreno.

"(Siri) me contó que previo a la caída del helicóptero percibió tres explosiones y en seguida le pareció como que se le venía encima", aseguró el testigo Adrián Laprida que le confesó el cuidador del campo poco tiempo antes de morir. Él mismo le había dicho que "vio un montón de cosas desparramadas (...) Que entre esas cosas había una valija, sobres como de azúcar y dinero suelto. Que inmediatamente se le acercaron unas personas y le dijeron: 'viejito, vos te mandás a mudar de acá porque sos boleta. Vos no viste nada'".

A la hora de declarar en la causa había asegurado haber escuchado explosiones previas al desplome del helicóptero. El 18 de abril de 1995, Lorenzo Siri fue atropellado por un Fiat 147, a 500 metros de donde había caído la aeronave. Tenía 2,3 puntos de alcohol en la sangre.

  • El perito Miguel Luckow sentenció a la fiscal Amalia Sívori: "Le aseguro que, por lo que pude ver, esto no se trató de un accidente". La Fuerza Aérea había designado a Luckow como investigador operativo a efectos de peritar los restos del helicóptero. El 26 de septiembre de ese mismo año fue asesinado a balazos en la puerta de su casa cuando estaba por ingresar con el auto en el garaje. El sumario policial indica homicidio y robo pero ni siquiera le robaron la billetera.

  • El hombre que lo mató, Ángel Daniel Antakle, fue muerto dos días después sin poder llegar a brindar testimonio.
  • Poco tiempo después fallecería también en extrañas circunstancias quien fuera su ayudante, el perito Félix Bonachera.

La fiscal Sívori empezó a temer por su vida. Ya no tenía dudas que era necesario pedir el cambio de carátula de la causa: de "accidente" a "atentado". Fue el comienzo de una persecución psicológica en su contra, empezó a ser amenazada telefónicamente. Unos meses después iba a abandonar la causa en completo estado de quiebre físico y emocional.

  • El Comisario general de la Policía Bonaerense, Héctor Bassino había sido enviado por el entonces jefe policial Pedro Klodczyk. Bassino, se desempeñaba como jefe de la División Helicópteros y fue el primero en llegar al lugar del hecho y revisarlo.

Eran las cuatro y media de la tarde del 17 de junio de 1997 cuando el policía había estacionado su Peugeot 205, en Cerrito entre Comodoro Rivadavia y Dardo Rocha, Bernal. Estaba esperando a su esposa, cuando empezó a escuchar disparos a sus espaldas. Había dos hombres en una moto quienes tiraban. Gatillaban una y otra vez sin detener su marcha.

Dos balas chocaron contra su cabeza y lo dejaron inconsciente. Fue llevado de urgencia a una clínica en un estado extremadamente grave. Murió tres horas y media después de llegar al sanatorio.

  • Hugo Sánchez Trotta sabía que no iba a estar tranquilo hasta poder contar todo lo que sabía. Pero también sabía que estando preso su vida corría peligro a la hora de decir las cosas que conocía, según relata el periodista Christian Sanz.

Envió dos cartas certificadas, una al ex presidente Menem y otra a Zulema Yoma, asegurando tener sobrada información sobre algunos puntos de la muerte de Carlos Menem Junior. Prometía ir a declarar y aportar información sobre el destino de la valija con dinero.

Dos días después de salir en libertad, el 16 de noviembre de 1996 fue acribillado a balazos por la policía. El sumario posterior habla de "atentado y resistencia a la autoridad seguida de muerte".

  • El juez llamó a declarar a su padre, Alfredo Emilio, quien en el Juzgado declaró que "su hijo falleció en un enfrentamiento en la ciudad de Pergamino a poco de salir de la Unidad Carcelaria (...) Que le comentó estando detenido que él sabía quién le había robado el maletín a Carlos Saúl Menem (h) el día del accidente, pero que no le mencionó el nombre del autor, pues temía que le pasara algo. Que tiene otro hijo también detenido en la Unidad Carcelaria de San Nicolás llamado Antonio Emilio Sánchez Trotta, estimando que tal vez él tenga algún dato. Que él era el único que visitaba a su hijo fallecido. Que además le manifestó que quien robó el maletín con el dinero, adquirió camiones, una vivienda y dos automóviles uno para la esposa y otro para la hija pero que desconoce el nombre y el lugar donde vive (...) Que su hijo antes de salir le manifestó que temía por su vida a raíz de lo que sabía por el caso Menem".

Entonces citó al otro hijo, Antonio Emilio, quien el 25 de febrero de 1997 declaró que su hermano creía "que a Carlitos lo mataron porque molestaba al narcotráfico (...) y lo dejaron morir como a un perro". A poco de declarar y al igual que su hermano, Antonio Sánchez Trotta también fue asesinado.

  • El 18 de Junio de 1997 se daba a conocer públicamente el documento de los peritajes. Los mismos aseguraron que existían perforaciones, deformaciones e irregularidades atribuibles a impactos de proyectiles de armas de fuego en cinco lugares diferentes del helicóptero Bell en el que viajaban Carlos Menem Junior y su amigo Silvio Oltra.

Poco tiempo antes, José Luis Mancini había recibido presiones por parte de gente del Poder. Le sugerían hacer desaparecer los restos del helicóptero sobre los que se iba a proceder a hacer el peritaje. "No pienso hacerlo. Aparte, por más que lo hiciera no serviría de mucho: el perito de parte de Zulema Yoma (Roberto Locles) sacó fotografías de todas las partes", respondió Mancini.

"No te olvides que algún integrante de tu familia puede sufrir un accidente...", le advertían del otro lado de la línea. El 29 de junio de 1997, once días después de presentado el explosivo informe, su hermano Emilio Eduardo, fue abordado por cuatro hombres en una esquina de Villa Centenario, en Lomas de Zamora. Uno le disparó a quemarropa a la altura del cuello y la bala que fue a dar a la espina dorsal lo dejó casi paralítico. Huyeron sin robarle nada. Luego de ser operado el 16 de julio de 1997 Emilio falleció.

  • "Vas a ser boleta", le aseguraron por teléfono al ex secretario de Antonieti, Jorge Artoni, tenía miedo, pero sabía que ya era tarde. Las declaraciones que había hecho frente al Juez firmaban su sentencia.

Artoni había asegurado el 7 de mayo de 1997 que estaba "en el despacho del Brigadier Antonietti, cuando llamó el Dr. Anzorregui y le dio la noticia sobre el tercer ocupante. Que al actual ayudante del Brigadier Antonietti, Aníbal Garbarino le hacían pasar personas y equipajes sin pasajeros obviando el pasaje por la aduana (...) Rosa Oviedo y Patricia Soca (de Relaciones Públicas de la Aduana) dejaron pasar a una mujer a pedido de Carlitos Menem (h) sin pasar por Migraciones y que ello ocurrió unos 15 o 20 días antes del accidente. Soca y Rosa Oviedo saben que se pasan bultos, valijas y personas sin registrarse en Migraciones".

El 2 de junio de ese año recibió una balacera en la puerta de su casa, lo que produjo que fuera internado en completo estado de shock.

  • Hugo Raúl Bocolino vivía en Córdoba y era chofer de la empresa "Guareschi" y ese 15 de marzo su mujer, Beatríz, prendió el televisor por Crónica TV vio a su esposo charlando con dos desconocidos, a escasos metros de la aeronave siniestrada.

Viendo que se estaba quedando con poco combustible, Bocolino pensó que era conveniente detenerse en la estación de servicio ESSO ubicada en el Km 211,5 de la Ruta 9. Beatríz se preocupó hasta que al fin el teléfono se dignó a sonar: "Beatríz, ha ocurrido algo terrible. Fui testigo de un hecho que me asusta. Tengo mucho miedo. Ahora no puedo hablar, pero el viernes, cuando vuelva a casa hablamos", le confesó Bocolino a su aterrorizada esposa.

Al día siguiente el teléfono iba a sonar nuevamente pero esta vez no era Hugo, sino un oficial comunicándole la muerte de su marido, que había aparecido con tiro en la cara.

  • Carlos Santander, un asaltante que aseguraba tener filmaciones del accidente. Fue muerto días después en un tiroteo.
  • Pedro Martínez, médico de San Nicolás. Fue asesinado a cuchilladas pocos meses después de la caída del helicóptero. Tenía uno de sus consultorios en la ciudad de Ramallo y fue el primer médico en llegar al lugar del siniestro.
  • Rodolfo Cortese: fue quien le acercó el cassette a Zulema Yoma donde se escuchan los gritos de Carlos Menem Junior antes de impactar contra el maizal. Cortese falleció de manera extraña y fue inmediatamente cremado sin autorización de su familia.
  • Mario Rotundo, vocero de Zulema Yoma. Fue baleado mientras se dirigía hacia la comisaría 21 de Capital Federal. El 7 de julio de 1997 a las 22:10 hs circulaba por Palermo en su camioneta Ford, cuando fue interceptado desde un automóvil por un hombre al que no pudo identificar y que le disparó varios tiros, acertándole uno de ellos en la cabina de su vehículo.