Desconocer a la Justicia es debilitar a todo el Estado
*Por Hernán de Goñi. La comprobación de que las decisiones judiciales se han vuelto materia opinable crea un riesgoso antecedente para la vigencia del estado de derecho.
En los últimos meses, en más de una oportunidad una sentencia judicial se transformó en un mandato "virtual", a partir del desconocimiento de sus alcances por parte de los actores involucrados.
Como ha destacado Adepa, tampoco parece casual que en muchas de esas situaciones estuvieran afectados, en forma directa o indirecta, los derechos varios de medios de prensa.
Desde el desconocimiento de la Policía Federal (en suma, del Poder Ejecutivo) al pedido de ejecutar un desalojo de un espacio público o de evitar el bloqueo de una planta industrial, a la convocatoria de un paro nacional -como lo hizo el Sindicato de Camioneros- como forma de protesta frente a un exhorto judicial de un país extranjero, lo que queda a la vista en todos los casos es una doble falta del Gobierno.
La primera está ligada a la decisión de intervenir o no con su poder regulador en función del sector social en el que impacte el conflicto (como el corte de vías del Roca o el desalojo de casas tomadas, aunque sea un pedido de la propia Corte). La segunda es no asumir que el debilitamiento de la Justicia también corroe los cimientos que sostienen a todos los poderes del Estado.