Desafío para mentes brillantes: crear un videojuego en 48 horas
Las vértebras cervicales ya no sufren. Curtidas, no sienten el dolor típico de pasar horas frente a un monitor. El aula magna de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral, de Santa Fe, desde ayer, genera un micro clima ideal para ellos. Un tablón, sobre un costado, está repleto de termos con café, y agua para mate. Alguien no va a dormir.
Unos 80 programadores, con otros jóvenes de 125 ciudades de 37 países están conectados en red y participan del Global Game Jam 2011 : un certamen (que se define mañana) en el que los jugadores deben diseñar un videojuego en 48 horas.
"¿Quién se trajo su propia computadora?", ingenuamente preguntó un organizador. Como rifles cargándose para una cacería los "jugadores", desplegaron sus propias notebooks sobre las mesas. Silencio. Todo preparado para empezar a crear. Sobre una consigna asignada –en este caso, "extinción" será la palabra inspiradora– se lanzan a diseñar y desarrollar en sólo 48 horas un videojuego creativo y original.
Los jugadores competirán en simultáneo con otros de distintos países , que se encuentran coordinados (en tiempo y forma) de manera de ofrecer igualdad de condiciones a todos los equipos participantes. "Si bien se trata de una competencia, ese término es utilizado para incentivar", según explica Mariano Obeid, uno de los organizadores que ya participó en eventos anteriores. Existen dos modalidades para elegir al ganador. Una consiste en la votación de un jurado con profesionales de la industria, que consagrarán a un ganador. La otra se llevará a cabo a través de una votación entre los participantes para elegir un segundo ganador, avalado por el público participante. "La gente viene a explotar su cabeza, a intentar llevarla a lo máximo de la creatividad.
La competencia es para elevar los rendimientos . El objetivo es incorporar conocimientos, no elegir un ganador", reflexionó Mariano, programador en una empresa santafesina. La jornada seguirá hasta mañana. "Ya le dije a mi vieja que no me espere esta noche", dice Nicolás.