Noticias
Derrumbe en el aeropuerto de Ezeiza: descartan que el andamio haya sido derribado por una grúa
A una semana del accidente, la Justicia descartó la hipótesis principal.
Hace una semana, un derrumbe en el aeropuerto de Ezeiza dejó un total de un muerto y 13 heridos. La versión principal era que una grúa tijera desencadenó el colapso de un andamio provocando el accidente, sin embargo, la Justicia descartó esta hipótesis.
Tras los hechos, al juez federal Federico Villena le avisaron tarde: cuando ya no estaba el cuerpo de José Bulacio, el capataz de una empresa contratista, ni registro de ninguno de los otros 13 operarios heridos.
Al momento en que Villena llegó a la terminal en construcción, cuando cruzó la reja de malla blanca que separa la obra del resto del aeropuerto de Ezeiza, sólo encontró un espacio roto y, dentro de él, a rescatistas.
Este miércoles el juez federal volvió a la zona del derrumbe. Lo hizo junto a peritos, ingenieros y testigos. Durante más de cuatro horas, pidió a cada actor que se pusiera en el lugar y en la posición que tenía cuando el andamio cedió.
Pero no sólo preguntó, él mismo subió los 18 metros que separan el andamio del suelo. Así, se ubicó en el área donde Bulacio trabajaba.
La estructura también fue revisada por peritos que evaluaron su solidez y si es factible que una grúa, situada a unos metros de distancia, haya enganchado el andamio, derribándolo. Esa versión salió de la boca de obreros poco después del derrumbe.
Si así ocurrió o fue otra la causa lo determinarán las conclusiones de los peritajes, pero -producto del trabajo hecho en la reconstrucción- la Justicia lo descarta por el momento.
Una foto incorporada en los últimos días al expediente ya ponía en duda ese relato y alimentaba la idea de que el andamio habría colapsado solo. "La foto es clave para la investigación", dijo a Clarín una fuente con acceso al expediente.
La imagen surgió del celular de una empleada de la obra. La mujer había captado con la cámara de su teléfono el estado del andamio donde trabajaba Bulacio. Según trascendió, había sacado la foto poco antes del derrumbe y su acción de advertir lo que veía habría sido central para que no se sumaran otras víctimas.
Ahora la Justicia se concentra en determinar si la calidad de los materiales usados en la confección de los andamios era o no la correcta. También, en analizar si el armado era el apropiado y si hubo o no sobrepeso.
La estructura que se venció era un piso de andamios entrecruzados: plataformas de hierros y madera que conformaban 800 metros cuadrados.
Todo ocurrió hace ocho días y, desde entonces, la causa ya acumula cuatro cuerpos. La cantidad es una muestra más de la complejidad del caso: el día del derrumbe, según información de Aeropuertos 2000, 800 personas estaban trabajando. En la obra, además, había una treintena de empresas contratadas.
El Gobierno nacional planeaba inaugurar la nueva terminal de partidas internacionales antes de fin de año. El “Zeppelin”, como llamaban al edificio por su forma circular y sus tonos blancos, era construido por Aeropuertos Argentina 2000, bajo la supervisión del Ministerio de Transporte de la Nación.
El lunes siguiente al derrumbe estaba pactado el final de la obra civil. Eso, para muchos trabajadores consultados por Clarín, tuvo influencia.
Por el momento la Justicia investiga sin saber el delito. "Esto va de un accidente a un homicidio y a un estrago", agregaron las fuentes.
Tras los hechos, al juez federal Federico Villena le avisaron tarde: cuando ya no estaba el cuerpo de José Bulacio, el capataz de una empresa contratista, ni registro de ninguno de los otros 13 operarios heridos.
Al momento en que Villena llegó a la terminal en construcción, cuando cruzó la reja de malla blanca que separa la obra del resto del aeropuerto de Ezeiza, sólo encontró un espacio roto y, dentro de él, a rescatistas.
Este miércoles el juez federal volvió a la zona del derrumbe. Lo hizo junto a peritos, ingenieros y testigos. Durante más de cuatro horas, pidió a cada actor que se pusiera en el lugar y en la posición que tenía cuando el andamio cedió.
Pero no sólo preguntó, él mismo subió los 18 metros que separan el andamio del suelo. Así, se ubicó en el área donde Bulacio trabajaba.
La estructura también fue revisada por peritos que evaluaron su solidez y si es factible que una grúa, situada a unos metros de distancia, haya enganchado el andamio, derribándolo. Esa versión salió de la boca de obreros poco después del derrumbe.
Si así ocurrió o fue otra la causa lo determinarán las conclusiones de los peritajes, pero -producto del trabajo hecho en la reconstrucción- la Justicia lo descarta por el momento.
Una foto incorporada en los últimos días al expediente ya ponía en duda ese relato y alimentaba la idea de que el andamio habría colapsado solo. "La foto es clave para la investigación", dijo a Clarín una fuente con acceso al expediente.
La imagen surgió del celular de una empleada de la obra. La mujer había captado con la cámara de su teléfono el estado del andamio donde trabajaba Bulacio. Según trascendió, había sacado la foto poco antes del derrumbe y su acción de advertir lo que veía habría sido central para que no se sumaran otras víctimas.
Ahora la Justicia se concentra en determinar si la calidad de los materiales usados en la confección de los andamios era o no la correcta. También, en analizar si el armado era el apropiado y si hubo o no sobrepeso.
La estructura que se venció era un piso de andamios entrecruzados: plataformas de hierros y madera que conformaban 800 metros cuadrados.
Todo ocurrió hace ocho días y, desde entonces, la causa ya acumula cuatro cuerpos. La cantidad es una muestra más de la complejidad del caso: el día del derrumbe, según información de Aeropuertos 2000, 800 personas estaban trabajando. En la obra, además, había una treintena de empresas contratadas.
El Gobierno nacional planeaba inaugurar la nueva terminal de partidas internacionales antes de fin de año. El “Zeppelin”, como llamaban al edificio por su forma circular y sus tonos blancos, era construido por Aeropuertos Argentina 2000, bajo la supervisión del Ministerio de Transporte de la Nación.
El lunes siguiente al derrumbe estaba pactado el final de la obra civil. Eso, para muchos trabajadores consultados por Clarín, tuvo influencia.
Por el momento la Justicia investiga sin saber el delito. "Esto va de un accidente a un homicidio y a un estrago", agregaron las fuentes.
Dejá tu comentario