Denunciaron a Matías Tiscornia, el esposo de Gabriela Mandato por violencia de género
Zulma Álvarez, la ex pareja del empresario, contó detalles de lo que tuvo que vivir junto a sus hijos.
Matías Tiscornia, el esposo de Gabriela Mandato, fue denunciado por su ex pareja, Zulma Álvarez, por violencia de género y por no pagar la cuota alimentaria de sus hijos.
"Me casé hace 15 años con él por iglesia. Estamos separados hace años y divorciados hace uno. Se conoce con Mandato e inmediatamente se ponen de novios. A partir de ese momento deja de ver a los nenes y ni los invitó al casamiento, al punto que ellos no saben que su papá está casado. No sólo eso: tampoco recibo la cuota alimentaria y los chicos no tienen obra social", contó la mujer en diálogo con Intrusos.
Asimismo, se refirió a las difíciles y repudiables situaciones de violencia de género que tuvo que atravesar. "Una noche él viene a casa, los nenes hacen un comentario y él estalló de ira. Nunca lo había visto tan agresivo. Golpeó la mesa, me golpeó en el brazo y me llevó contra la pared. Me dijo que iba a dormir a los nenes y que me iba a desfigurar la cara. En ese momento me encerré en el baño y llamé al 911. Vino la policía y le dijeron que tenía que retirarse", reveló Zulma.
"Tuvo una restricción por tres meses por violencia de género. Siguió con las amenazas y me decía que si no podía hacerme nada personalmente, iba a mandar gente para que me dejara tirada en una zanja. Tenía mucho miedo. Lo cruzaba en el colegio y se acercaba a mí igual. Cuando llamaba al 911 y llegaba el móvil policial, él ya se desaparecía", agregó.
"Me casé hace 15 años con él por iglesia. Estamos separados hace años y divorciados hace uno. Se conoce con Mandato e inmediatamente se ponen de novios. A partir de ese momento deja de ver a los nenes y ni los invitó al casamiento, al punto que ellos no saben que su papá está casado. No sólo eso: tampoco recibo la cuota alimentaria y los chicos no tienen obra social", contó la mujer en diálogo con Intrusos.
Asimismo, se refirió a las difíciles y repudiables situaciones de violencia de género que tuvo que atravesar. "Una noche él viene a casa, los nenes hacen un comentario y él estalló de ira. Nunca lo había visto tan agresivo. Golpeó la mesa, me golpeó en el brazo y me llevó contra la pared. Me dijo que iba a dormir a los nenes y que me iba a desfigurar la cara. En ese momento me encerré en el baño y llamé al 911. Vino la policía y le dijeron que tenía que retirarse", reveló Zulma.
"Tuvo una restricción por tres meses por violencia de género. Siguió con las amenazas y me decía que si no podía hacerme nada personalmente, iba a mandar gente para que me dejara tirada en una zanja. Tenía mucho miedo. Lo cruzaba en el colegio y se acercaba a mí igual. Cuando llamaba al 911 y llegaba el móvil policial, él ya se desaparecía", agregó.