Denuncian a Osvaldo Sanfelice como un nuevo testaferro de Cristina Kirchner
La presentación apunta a que tanto la ex presidente como Sanfelice serían los socios ocultos de una empresa cuasi monopólica dedicada a digitalizar documentos públicos.
Margarita Stolbizer presentará ante la Justicia una nueva serie de denuncias contra la ex presidente Cristina Kirchner. Esta vez, en un adelanto de su nuevo libro titulado "Ella miente", acusó a la ex mandataria por "lavado de dinero y enriquecimiento ilícito", y por usar una red de prestanombres que incluye a Osvaldo Sanfelice, contador y socio de Máximo Kirchner.
La presentación apunta a que tanto la ex presidente como Sanfelice serían los socios ocultos de una empresa cuasi monopólica dedicada a digitalizar documentos públicos.
Las tres denuncias, y otras dos que Stolbizer y su abogada, Silvina Martínez, planean presentar en los próximos días, están contenidas en el libro Ella miente. Cristina y los dos mil millones de dólares, un trabajo que demandó cinco años de investigación y saldrá a la venta el próximo miércoles.
En el programa televisivo La Cornisa, que conduce Luis Majul, Stolbizer y Martínez anticiparon que el pedido urgente de indagatoria contra el mismo Sanfelice se realizará a partir de la compra del Hotel Waldorf, adquirido cuando éste no tenía los recursos necesarios para justificar ese desembolso de dinero.
Según las autoras, las maniobras de la ex presidente le costaron al Estado dos mil millones de dólares.
De acuerdo con la denuncia, "Bochi" Sanfelice es "otro Lázaro Báez", y el enriquecimiento ilícito y el lavado surgirían por las evidencias de que el contador cercano a la familia Kirchner, junto a "un laberinto de testaferros y prestanombres" en donde aparecen, entre otros, el empresario Cristóbal López, sería la "persona interpuesta" por Néstor y Cristina para acumular una fortuna ilegal, y blanquear dinero negro proveniente de distintos ilícitos.
Stolbizer y Martínez, en base a esta nueva investigación, señalaron que los hechos "merecen ser tratados en un nuevo expediente". A estas acusaciones se suma la denuncia de que la empresa de digitalización certificada de documentos públicos y privados, denominada Lakaut y creada en mayo de 2009, tendría como socios ocultos a Cristina Fernández y al propio Sanfelice junto con su esposa, Marta Leiva.
En el libro "Ella miente" se explica, además, que durante el kirchnerismo, a través del entonces flamante titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, primero se creó la necesidad de archivar, copiar, digitalizar y certificar los documentos físicos y después se facilitó las condiciones para que Lakaut empezara a realizar el trabajo de manera casi monopólica.
Osvaldo Sanfelice es un ex socio de Máximo Kirchner, que formó parte de las gestiones de compra y alquileres de los inmuebles y hoteles de la familia presidencial. Apoderado de la familia y pieza clave en las inversiones inmobiliarias de Néstor y Cristina, Sanfelice es investigado por la justicia argentina por presunto lavado de dinero.
En el libro las autoras afirman que, así como el ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou se quiso quedar sin éxito con la máquina de hacer billetes, Sanfelice se habría quedado en silencio "con la máquina de digitalizar documentos públicos", que solo el año pasado le generó una facturación de 380 millones de pesos.
La publicación, que anticipan contaría con las pruebas necesarias para demostrar las distintas denuncias, expone además que Néstor y Cristina Kirchner habrían estado al tanto de todo, aportando el dato de que Sanfelice compró a metros de la quinta de Olivos, una casa de tres pisos que presentó como una de las sedes de Lakaut, y que le habría costado 640 mil dólares.
Además de la denuncia, se solicitó al juez Daniel Rafecas, con carácter de urgente y haciendo valer su condición de amicus curiae, que llamen a indagatoria al mismo Sanfelice, actualmente en libertad, porque entienden que ya no quedan dudas de que él no compró el Hotel Waldorf con su dinero, sino que todo indicaría que lo habría hecho a nombre de Néstor Kirchner.
Inclusive recordaron que el propio contador de la familia Kirchner, Víctor Manzanares, confesó, en su carácter de arrepentido, que Néstor Kirchner le había prometido un sueldo de 40 mil dólares para controlar a Sanfelice en la administración del Waldorf y otros hoteles que habían pensado comprar en Ushuaia, justo antes de su fallecimiento, en octubre del año 2010.