Del Sel abre interrogantes de cara a octubre
El domingo, entrada la tarde, había una suerte de revolución en las huestes del oficialismo: el candidato K a la gobernación de Santa Fe, Agustín Rossi, había sacado la mitad de los votos que había obtenido el kirchnerismo en 2007. Aquella vez, Rafael Bielsa superó el 42%. Hoy, Rossi apenas obtuvo el 22.
Es claro que el campo no apoyó al oficialismo nacional. El sector rural santafesino que votó masivamente a Cristina en 2007, se alejó cuando el Gobierno intentó imponer las retenciones móviles en marzo de 2008. Las heridas, evidentemente, no han cicatrizado aún.
El fenómeno Del Sel, deja varias enseñanzas y advertencias. Sin más que un discurso "campechano" y afable, recorrió la provincia con los pocos recursos con los que contaba. No en vano, hizo una mención especial a los "chicos que vinieron desde otras provincias a fiscalizar la elección". No tenía ni fiscales.
Que un personaje como él -tildado de "payaso" por el kirchnerismo e "inexperto" por el socialismo- haya apabullado al kirchnerismo y a su impresionante masa de recursos, y haya además dado un enorme susto al socialismo -que contó con el aparato provincial para la campaña- es una seria advertencia hacia las formas tradicionales de hacer política. Debe destacarse que el apoyo implícito de Reutemann en la última semana de campaña, influyó de manera decisiva para el casi batacazo de "La Tota" de Midachi.
Mauricio Macri es también responsable de lo ocurrido en Santa Fe y no solamente por su gran performance en Capital Federal de hace unas semanas, que sin dudas generó arrastre. Cuando en marzo el proyecto "Macri Presidente" seguía en pie, fue el propio Jefe de Gobierno quien propuso la candidatura al cómico. Los mismos que se burlaban en aquel momento, estaban ayer perplejos. Eduardo Duhalde -a quien Del Sel dijo públicamente que votará en octubre- fue el basamento territorial del interregno político de Santa Fe: aportó candidatos en las listas -incluso el vicegobernador, Osvaldo Salomón, es un hombre del Peronismo Federal- y encomendó a su viejo amigo, el titular de la Unión de Trabajadores Rurales, Gerónimo Venegas, a que llevara la propuesta por todo el profundo Santa Fe agropecuario. Quedaron al borde de la hazaña.
Finalmente, las encuestas pagadas por el kirchnerismo volvieron a mostrar su ineficacia. Daban a Rossi segundo, y a Del Sel cerca. Un verdadero papelón, que ya es una lamentable costumbre.
¿Gana Cristina?
A la apabullante derrota del Kirchnerismo en Capital Federal -unos días antes el kirchnerismo creía posible ganar la Capital y la perdió por paliza- hay que agregar ahora la estruendosa caída en Santa Fe.
Según Managment & Fit -que junto con Poliarquía "acertaron" el resultado de Capital Federal y viene probando ser de las pocas encuestadoras serias- el domingo que viene Macri arañaría el 65% de los votos y Filmus apenas superaría el 35%.
Si esto ocurriera, la oposición llegaría con mayor oxígeno aun a las elecciones de Córdoba, del 7 de agosto, donde el kirchnerismo no presenta candidato: el peronismo cordobés quedó en manos de De La Sota, un acérrimo enemigo de la Casa Rosada.
El 14 de agosto, son las internas abiertas y obligatorias para que los partidos elijan candidato a presidente. En realidad son internas testimoniales -pues en todos los casos, los partidos y alianzas ya han elegido sus candidatos por consenso- ideadas y convertidas en ley por el kirchnerismo, tras la derrota sufrida a manos de De Narváez en 2009. El oficialismo está a punto de llegar a ellas, habiendo perdido por amplísimo margen en tres de los principales cuatro distritos del país.
Según cómo se está estructurando el mapa político de cara a octubre, para ganar en primera vuelta, Cristina deberá hacer en la provincia de Buenos Aires una elección sensiblemente mejor de la que hizo en 2007, cuando sacó el 48% de los votos. En ese momento el voto puramente rural -alrededor de 1,5 millones de votos- apoyó unánimemente a Cristina. Si el fenómeno de Santa Fe se mantiene de cara a las presidenciales y ese voto continúa siendo esquivo al kirchnerismo, habrá segunda vuelta.
La clave será ver cómo los ciudadanos votan en agosto, en elecciones desconocidas para la mayoría de los electores, cuyo comportamiento aun se desconoce, pues es la primera vez que se realiza esta clase de comicios. ¿Y si en lugar de votar como se vota en una presidencial, el electorado lo hace como si fuera una legislativa, en donde el voto es más disperso que en una ejecutiva? El kirchnerismo, estaría entonces en riesgo real de cerrar su ciclo varios años antes de lo que muchos imaginaban, hace tan sólo unas pocas semanas.