Del Potro: "Sueño con ser el Nº1"
El tandilense aseguró estar dispuesto a "hacer cualquier sacrificio" por el equipo y confesó que le "molesta" que duden de su amor por la camiseta argentina.
El tenista tandilense Juan Martín Del Potro, undécimo en el ranking ATP, volverá a integrar el equipo argentino de Copa Davis en el match con Croacia, por los cuartos de final. En una entrevista íntima con Clarín reveló como se prepara y siente para el nuevo desafío.
Uno de los prejuicios o críticas contra el tenista de 23 años suele ser que "no siente" la camiseta argentina. Frente a esto el tenista admitió: "Me molesta. Yo soy argentino jugando el circuito, la Davis o un future en Japón. Y soy argentino también fuera de la cancha. Me encanta que digan mi nombre por los altoparlantes antes de los partidos y escuchar el nombre de mi país".
Y destacó: "No estar en alguna que otra serie, por el motivo que fuese, no equivale a señalar que no siento la camiseta. Hay que ver lo que yo dejo en la cancha. En España jugué diez horas contra el mejor de la historia en polvo y con el segundo mejor. Dejé el alma y, bueno, no pude ganar. No me pone contento tener que explicar cómo siento la camiseta. Yo sé cómo la siento.".
En cuanto a su papel en la Copa Davis, Del Potro definió el torneo como "algo que si la juego, la quiero ganar. Como todo. Cuando la tengo en la cabeza, me preparo de la mejor manera. Y sé cómo prepararme. Por eso en 2011, antes de la final, me bajé de París. Estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio en beneficio del equipo".
Fuera de los partidos, aunque el tenista ahora cuenta con varios millones y cuenta, y miles de seguidores alrededor del mundo, no es muy diferente al niño de Tandil: "Me deja tranquilo es saber dónde estoy parado. Puedo ser más o menos famoso, pero mi gente y mis amigos son los de siempre. Es lindo que en la calle te agradezcan, que te digan "genio" o cualquier otro elogio, pero eso no me cambia a un amigo de los cinco años. No me mueve los pies de la tierra. Sigo haciendo lo mismo que antes: caminar por Tandil, ir a un cumpleaños, salir a tomar algo. Tengo 23 años..."
El reconocimiento es aún más impactante cuando son los más grandes los que elogian al tenista: "Es una caricia para el alma, ¿no? Algo así. Es muy lindo. Que los mejores de la historia, desde Federer hasta Nadal, digan lo que dicen de uno, significa que algo estás haciendo. Adentro y afuera ellos son los más grandes. Yo trato de seguir ese camino".
Ahora su meta sigue siendo ser el N° 1: "Es muy difícil lograrlo y muy pocos lo consiguen. De chico siempre tuve dos sueños: uno lo cumplí, el US Open; el otro es alcanzar el N° 1. Puede ser que esté la posibilidad, aunque nadie lo va a afirmar. Me motiva y me da fuerzas levantarme todas las mañanas y saber que la chance existe. No hay día en que no me despierte soñando con el N° 1... Jugar, me la voy a jugar".
Uno de los prejuicios o críticas contra el tenista de 23 años suele ser que "no siente" la camiseta argentina. Frente a esto el tenista admitió: "Me molesta. Yo soy argentino jugando el circuito, la Davis o un future en Japón. Y soy argentino también fuera de la cancha. Me encanta que digan mi nombre por los altoparlantes antes de los partidos y escuchar el nombre de mi país".
Y destacó: "No estar en alguna que otra serie, por el motivo que fuese, no equivale a señalar que no siento la camiseta. Hay que ver lo que yo dejo en la cancha. En España jugué diez horas contra el mejor de la historia en polvo y con el segundo mejor. Dejé el alma y, bueno, no pude ganar. No me pone contento tener que explicar cómo siento la camiseta. Yo sé cómo la siento.".
En cuanto a su papel en la Copa Davis, Del Potro definió el torneo como "algo que si la juego, la quiero ganar. Como todo. Cuando la tengo en la cabeza, me preparo de la mejor manera. Y sé cómo prepararme. Por eso en 2011, antes de la final, me bajé de París. Estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio en beneficio del equipo".
Fuera de los partidos, aunque el tenista ahora cuenta con varios millones y cuenta, y miles de seguidores alrededor del mundo, no es muy diferente al niño de Tandil: "Me deja tranquilo es saber dónde estoy parado. Puedo ser más o menos famoso, pero mi gente y mis amigos son los de siempre. Es lindo que en la calle te agradezcan, que te digan "genio" o cualquier otro elogio, pero eso no me cambia a un amigo de los cinco años. No me mueve los pies de la tierra. Sigo haciendo lo mismo que antes: caminar por Tandil, ir a un cumpleaños, salir a tomar algo. Tengo 23 años..."
El reconocimiento es aún más impactante cuando son los más grandes los que elogian al tenista: "Es una caricia para el alma, ¿no? Algo así. Es muy lindo. Que los mejores de la historia, desde Federer hasta Nadal, digan lo que dicen de uno, significa que algo estás haciendo. Adentro y afuera ellos son los más grandes. Yo trato de seguir ese camino".
Ahora su meta sigue siendo ser el N° 1: "Es muy difícil lograrlo y muy pocos lo consiguen. De chico siempre tuve dos sueños: uno lo cumplí, el US Open; el otro es alcanzar el N° 1. Puede ser que esté la posibilidad, aunque nadie lo va a afirmar. Me motiva y me da fuerzas levantarme todas las mañanas y saber que la chance existe. No hay día en que no me despierte soñando con el N° 1... Jugar, me la voy a jugar".