Del derecho y del revés
*Por María Herminia Grande. La presidenta Cristina de Kirchner reapareció esta semana por suerte ostentando una excelente recuperación. Coincido con la presidenta en que de lejos las cosas se ven mejor. Disiento con su enfoque del mundo del revés.
El mundo que mira nuestra presidenta se refleja en su espejo: el de los 70. Esta realidad, como me decía días pasados Julio Bárbaro, está atravesada por un solo convencimiento: la culpa siempre la tiene el otro. El tema del retiro de los subsidios refleja claramente esta afirmación. Fueron "ellos" los que se abusaron... omitiendo que fue el gobierno el que los otorgó. Clarín fue Kirchner hasta que algo se rompió, por supuesto que fue Clarín el que abusó. Eskenazi fue Néstor y Cristina... ¿algo se rompió?, de ser así es Eskenazi el que abusó...
Sí, existen políticas contradictorias. El tema energético tan mencionado y tan poco resuelto, muestra en sí en todo caso el reino del revés generado por el propio gobierno. Gobierno que irresponsablemente congeló precios y tarifas desde el 2003, en momentos de crecimiento económico, donde se debió exigir o seducir nuevas exploraciones y explotaciones de nuestros recursos. Argentina es un país con gran cantidad de recursos.
Sin embargo si algo se alentó fueron las inversiones para la importación de gas. Tal vez el tan mentado capitalismo de amigos tenga mucho que ver. De lo contrario, ¿por qué Repsol en Brasil, en EEUU, en el Golfo, cumple con las cláusulas de los contratos que fijan un mínimo de inversión, reposición de reservas y producción? En Argentina, desde 2007 junto al grupo Eskenazi, no sólo no cumplió con esto sino que con los dividendos recuperó la inversión. Esta "distracción" en el cumplimiento de las cláusulas contractuales es responsabilidad del gobierno. No sólo se benefició un grupo, perdió todo un país que consume en un 50 por ciento gas natural como energía.
Si existen dudas sobre esto, me decía el ingeniero Apud "hace 7 años exportábamos 20 millones de metros cúbicos diarios de gas, este año ya importamos 20 millones de metros cúbicos". Las nuevas tarifas se van a ir por las nubes, dado que deben tener un costo de actualización de estos últimos 7 años, más un costo por importación. Si la gente no lo puede pagar y el Estado tampoco, estaremos en un gran problema.
La contradicción más flagrante aparece al comparar dos cifras: cerca de 9 mil millones de dólares deberá pagar este año nuestro gobierno por obligaciones de deuda externa; cerca de 9 mil millones de dólares se pagaron este último año por la importación de productos energéticos. Argentina puede resolver este problema, o con recursos del Estado hoy escasos, o con inversionistas, claro hay que cambiar el látigo por la seguridad jurídica.
Otro tema no menor que dejó la semana política es que Cristina Kirchner no dejará un heredero salido de su entorno. En su concepción del poder, entiende que es ella principio y fin de proyecto. Perón decía "mi heredero es el pueblo", Cristina piensa "sólo me heredará un enemigo". Hoy hay tres en el horizonte: Moyano, Scioli, Macri. Esta semana Scioli realizó una jugada obligada como ícono de independencia política. Lo invitó a Moyano a quedarse en el PJ, no obstante el "cabeceo", Scioli sabe que a Moyano no le seduce bailar con él.
De cómo resuelva esta encrucijada el peronismo no kirchnerista, dependerá en gran parte el futuro del proyecto político de Macri.
En la vereda de la oposición habría que recordarle a Binner y Alfonsín que en política como en la vida del ridículo no se vuelve y, que sólo se puede hacer lo que se puede explicar. Si fue imposible tres meses atrás llegar en un proyecto común a las pasadas elecciones nacionales, ¿qué alquimia podría borrar hoy lo que fue imposible ayer? Si la idea es trasplantar a nivel nacional el engarce socialista-radical de Santa Fe, se debe recordar a los protagonistas de este intento que los radicales santafesinos no son el reflejo del pensamiento de los radicales nacionales.
Sí, existen políticas contradictorias. El tema energético tan mencionado y tan poco resuelto, muestra en sí en todo caso el reino del revés generado por el propio gobierno. Gobierno que irresponsablemente congeló precios y tarifas desde el 2003, en momentos de crecimiento económico, donde se debió exigir o seducir nuevas exploraciones y explotaciones de nuestros recursos. Argentina es un país con gran cantidad de recursos.
Sin embargo si algo se alentó fueron las inversiones para la importación de gas. Tal vez el tan mentado capitalismo de amigos tenga mucho que ver. De lo contrario, ¿por qué Repsol en Brasil, en EEUU, en el Golfo, cumple con las cláusulas de los contratos que fijan un mínimo de inversión, reposición de reservas y producción? En Argentina, desde 2007 junto al grupo Eskenazi, no sólo no cumplió con esto sino que con los dividendos recuperó la inversión. Esta "distracción" en el cumplimiento de las cláusulas contractuales es responsabilidad del gobierno. No sólo se benefició un grupo, perdió todo un país que consume en un 50 por ciento gas natural como energía.
Si existen dudas sobre esto, me decía el ingeniero Apud "hace 7 años exportábamos 20 millones de metros cúbicos diarios de gas, este año ya importamos 20 millones de metros cúbicos". Las nuevas tarifas se van a ir por las nubes, dado que deben tener un costo de actualización de estos últimos 7 años, más un costo por importación. Si la gente no lo puede pagar y el Estado tampoco, estaremos en un gran problema.
La contradicción más flagrante aparece al comparar dos cifras: cerca de 9 mil millones de dólares deberá pagar este año nuestro gobierno por obligaciones de deuda externa; cerca de 9 mil millones de dólares se pagaron este último año por la importación de productos energéticos. Argentina puede resolver este problema, o con recursos del Estado hoy escasos, o con inversionistas, claro hay que cambiar el látigo por la seguridad jurídica.
Otro tema no menor que dejó la semana política es que Cristina Kirchner no dejará un heredero salido de su entorno. En su concepción del poder, entiende que es ella principio y fin de proyecto. Perón decía "mi heredero es el pueblo", Cristina piensa "sólo me heredará un enemigo". Hoy hay tres en el horizonte: Moyano, Scioli, Macri. Esta semana Scioli realizó una jugada obligada como ícono de independencia política. Lo invitó a Moyano a quedarse en el PJ, no obstante el "cabeceo", Scioli sabe que a Moyano no le seduce bailar con él.
De cómo resuelva esta encrucijada el peronismo no kirchnerista, dependerá en gran parte el futuro del proyecto político de Macri.
En la vereda de la oposición habría que recordarle a Binner y Alfonsín que en política como en la vida del ridículo no se vuelve y, que sólo se puede hacer lo que se puede explicar. Si fue imposible tres meses atrás llegar en un proyecto común a las pasadas elecciones nacionales, ¿qué alquimia podría borrar hoy lo que fue imposible ayer? Si la idea es trasplantar a nivel nacional el engarce socialista-radical de Santa Fe, se debe recordar a los protagonistas de este intento que los radicales santafesinos no son el reflejo del pensamiento de los radicales nacionales.