Del "asco" de Fito al desprecio a Del Sel
*Por Arquitecto Fernando Lunghi, Martha Alvarez, Graciela Graiño, Lidia B. Fontela y Alejandro Olmedo Zumarán. El señor Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, entiende que Miguel del Sel expresa el vaciamiento de la política.
Nada de eso se le escuchó comentar cuando sucedieron las candidaturas de Nacha Guevara o de Susana Rinaldi, por ejemplo. ¿Será que, además de artista, se debe ser "progre" para no ser partícipe de ese vaciamiento? ¿Será que la política es otra cosa que aquello que este señor debate con sus colegas en los ámbitos tan ilustrados de la Biblioteca Nacional? ¿No será que tiene una visión un tanto sectaria de lo que es la política, por la cual hay que pertenecer a ciertos sectores, determinados por ellos, para acceder a algún cargo electivo? Al parecer, el latiguillo "para todos", no entra en el rubro de la política.
¿Aristócratas, quizás?
Arquitecto Fernando Lunghi
Todos tenemos derecho a actuar en política, aunque pienso que hay que poner un límite. Si bien Del Sel, usando la palabra transparencia, supo llegar más lejos de lo que creían, como maestra jubilada considero que tiene que saber dónde termina el papel de cómico y empieza el de gobernar una provincia.
¿Dónde están los asesores que todos deben tener? Su obligación es prepararlos para actuar, empezando por modificar el lenguaje. La juventud escucha y cree que lo que escucha es normal. Decía Sarmiento que "hay que educar al soberano". Y el soberano es el pueblo, es decir nosotros. Hay que empezar por la autoridad máxima, que no debe usar términos soeces y que debería vestirse según la ocasión: la corbata de vez en cuando no ahorca. Además, si piensa seguir actuando en política, tendrá que pulir varias cosas. Eso no le quitará para nada el lugar al cual pudo llegar.
Martha Alvarez
¿Cómo es posible que califiquen a Del Sel, primero, y luego digan que es un personaje que viene del espectáculo, para decirle "cómico"? ¿Se olvidan que nuestra compañera Evita era artista de radioteatro, y que el compañero Scioli, después de una terrible desgracia, pasó a militar en política? Las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, luego del terrible período de odio que pasamos, tuvieron que salir de sus casas a pelear por sus hijos desaparecidos.
Ahora están en política y antes eran simples amas de casa. ¿No es que Argentina, desde el Norte hasta el Sur, desde el Este al Oeste, es un país libre de transitar y de peticionar? ¿Que es un país de promisiones, y que con ganas todos podemos llegar a la más alta investidura de la Nación? Señores, Miguel del Sel salió a escena, por mucho que a ustedes les desagrade: se abrió el telón, y tuvo la sala llena. Bravo por él, pese a quien le pese. Agradezco mucho poder decir estas palabras. Creo que todos nos sentiríamos orgullosos si pudiéramos representar a nuestro país, llevándolo como nuestra Bandera a la punta más alta.
Graciela Graiño
Tristes, muy tristes, me parecen las declaraciones de la oposición y los "supuestos intelectuales" por la elección altamente positiva que tuvo Miguel del Sel. ¿Qué hubiera pasado si los actuales políticos hubieran usado la misma fórmula que eligió el "cómico" para hacer campaña y, sobre todo, moverse en la política? Esa fórmula se traduce en honestidad, cultura del trabajo, humildad y, por qué no, desacartonamiento del rol del político. Dejar de usar traje y corbata y ponerse el overol para transmitir verdades, que no serán absolutas, pero que carecen de promesas que no serán cumplidas. Al señor Del Sel es muy probable que no se le encuentre un pasado de negociados políticos, ni de corruptelas. Pero sí todos podemos afirmar, como dice él mismo, "yo a la gente la hago reír, los políticos la hacen llorar".
Lidia B. Fontela
El llamado "fenómeno Del Sel" constituye un severo llamado de atención para los políticos nacionales. Párrafo aparte merece el reiterado fracaso de los encuestadores en sus pronósticos. Quizá debieran analizar mayor cantidad de casos y no sólo mil, por ejemplo.
¿Qué transmitió el Del Sel? En primer lugar su simpatía y carisma. No tiene experiencia política y rechaza la forma en que se manejan los "negocios" que a diario espantan a la mayoría de los ciudadanos de esta Nación.
Hoy Miguel del Sel es lo que pretenden muchos argentinos: alguien nuevo, honesto, sin intención de llegar a la política para hacerse rico o para nombrar familiares en los ministerios a su cargo. Seguramente, tendrá que enfrentar operaciones y ataques con el objetivo de socavarlo.
Alejandro Olmedo Zumarán