Declaró “el rugbier 11” en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa: contó que intentó parar a Máximo Thomsen
Tomás Colazo es el amigo de los acusados que nunca fue incriminado. También ubicó a Ciro Pertossi en el ataque final. Antes Juan Pedro Guarino contó que estaba "cansado" de que se pelearan.
En la decimoprimera audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, este lunes hubo dos testimonios clave: declararon Juan Pedro Guarino, uno de los sobreseídos de la causa, y Tomás Colazo, un amigo de los ocho imputados que estuvo en el lugar y fue señalado como "el sospechoso número 11" por la querella, aunque no está implicado en la causa por la golpiza mortal.
Por su parte, Alejo Milanesi, el otro rugbier sobreseído de la causa por el asesinato, que iba a declarar este lunes, finalmente no hablará. La defensa y el particular damnificado desistieron de su testimonio.
Colazo ubicó a Luciano Pertossi peleándose en la salida
En el comienzo de su testimonial, Tomás Colazo reconstruyó la secuencia de la noche. "No puedo tener bien la noción del tiempo, pero Luciano tiene un inconveniente con una persona, no sé en qué lugar del boliche. Estaba oscuro, había mucha gente, una discusión, empujones, se agarran, se caen al piso, quedan ahí como agarrados. Había empujones, agarrones, caen al piso, creo que no hubo piñas", relató.
"Vienen los de seguridad, los separan y los sacan del boliche, a Luciano y a la otra persona. Yo tratando de salir de atrás de Luciano, pero al haber tanta gente no pude salir. A mí no me sacan, a Alejo lo invitan a salir, a mí también. Salimos tranquilos y cuando salgo yo, giró vuelvo a ver a Luciano agarrándose con esta persona que había tenido un conflicto adentro", cuenta.
"Le puse el brazo en el pecho a Máximo Thomsen para pararlo"
Colazo sostuvo que todo fue muy rápido y ocurrió en segundos. “Me acuerdo tener cerca a Máximo (Thomsen), a Ciro (Pertossi). Era todo muy rápido, había gritos. En un momento veo a alguien en el piso y ahí le pongo el brazo a Máximo en el pecho, lo tiro para atrás, yo no soy de pelear, no me gustan las peleas, lo hice con la intención de parar. Hago eso, me mirá y ve que era yo, no puedo recordar si continuó”, señaló.
"Había piñas, patadas. Lo que vi cerca mío fue a Máximo, a Ciro, pegar bien no vi, ni a quien, no estoy seguro", dijo. Además dijo no recordar si la persona que se peleaba con Luciano era la misma que tuvo el altercado dentro de Le Brique.
Fernando no agredió a nadie
Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima, le pregunta a Colazo por las peleas. Y aunque dice no recordar quienes se habían trenzado con quienes, confirmó que ninguno de los rugbiers fue agredido ni Fernando golpeó a nadie.
"Me logro ver, si": dónde estaba Colazo durante el asesinato a Fernando
El onceavo rugbier del grupo se identificó en dos videos: uno, saliendo del boliche por la cocina, atrás de sus amigos expulsados, y otro en la filmación donde le pegan patadas a Fernando en el piso.
"Me logro ver, sí", reconoció. En las imágenes que registraron el momento está de pie, del lado interno de la vereda, muy cerca del lugar donde es atacada la víctima.
Colazo identificó a Thomsen, Viollaz, Ciro y Luciano Pertossi en la escena del crimen
Los ubicó en el video donde atacan a Fernando Báez Sosa. El testigo los señala allí a Máximo Thomsen, Ayrton Viollaz y a Ciro Pertossi.
Ante su respuesta, Burlando insistió en saber a quién más ve allí. Al detenerle la imagen, señaló a uno en la escena: "Puede ser Luciano Pertossi, si", dijo Colazo.
"Para mí son buenos chicos", dice Tomás Colazo sobre los rugbiers acusados
Al ser consultado por el concepto que tiene sobre los imputados, Colazo respondió: "No los puedo definir, no puedo dar un concepto. No tiene que ver con el suceso pero para mí son buenos chicos".
Colazo dijo que los acusados se fueron a acostar luego del homicidio
"Caminamos hasta la casa. Que yo recuerde, creo no haber entrado. Algunos se acostaron", reconoció Colazo sobre los momentos posteriores al crimen de Fernando Báez Sosa.
Y agregó: "Yo fui con Blas Cinalli a comer a Mc Donalds. No me alcanzaba la plata y nos fuimos a otro local. Después lo acompañé a la casa y habré estado cinco minutos y me fui a donde estaba mi mamá. Yo me tenía que levantar a las 9 de la mañana porque venían mis amigos y cuando me despierto me entero por las noticias".
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