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Declaró el presunto asesino del triple crimen en Melchor Romero: sangre, pesadillas y llanto

El joven de 17 años habló en sede policial, reveló que al ver los cuerpos se asustó y escapó. Aseguró que no recuerda nada y lloró cuando lo acusaron de haber descuartizado a su prima.

Exequiel Sanso, el joven de 17 años imputado por ser sospechoso de ser el autor del triple de Melchor Romero, aún no declaró oficialmente en el expediente pero sí habló ante los investigadores policiales y judiciales del caso quienes mantuvieron una entrevista a modo informativo.

“El chico está bien de salud, no está lastimado ni deshidratado, lo que más llama la atención es que tiene las manos sanas, es decir que los que dicen haberlo visto corriendo con las manos vendadas y ensangrentadas o miente o vieron a otra persona”, refirió una de fuente del caso al diario local 0221.

El adolescente asegura que no se acuerda qué es lo que pasó. En su primera versión detalló que el 1 de enero alrededor de las 7:00 horas volvió a su casa a dormir. Había pasado la noche de Año Nuevo con una de sus hermanas, luego fue a ver la quema de un muñeco y se quedó en una plaza de Melchor Romero con sus amigos.

Según su versión ingresó a la casa “por la ventana” porque la puerta estaba trabada. A esa hora la masacre ya había sido cometida y los cuerpos trababan la puerta de ingreso. Se despertó al mediodía “con sangre seca en las manos” fue a lavarse y cuando salió del baño vio el horror. “Me asusté mucho, me tomé un tren a Constitución” donde estuvo deambulando para luego comenzar a caminar en dirección “a Mar del Plata”.

El menor aseguró ante los investigadores que: “Soy de tener pesadillas, cuando me desperté tenía sangre seca en las manos”. Uno de los policías que escuchaba la declaración comenzó a increparlo y el joven se largó a llorar cuando lo acusaron de haber descuartizado a la menor de edad, situación que negó rotundamente entre llantos, drama y sentimientos de dolor.

“No les hice nada”, repetía angustiado, según reproduce el diario 0221. Quienes estuvieron con él refieren que dio un testimonio “confuso y entrecortado, como muchos vacíos, no tiene un hilo coherente en su declaración”. El joven estaba desbordado por la acusación, cuando le pidieron que firme el documento judicial de la imputación no podía graficar su rúbrica. “Hacía garabatos en el aire”, contó una fuente.

Al momento de su aprehensión el joven llevaba “un bolsito con una remera y un pantalón que ya fueron secuestrados para pericias”, explicaron. Además, se conoció que el acusado no fue encontrado por tareas de investigación del personal policial como se informó falsamente. “El chico entró al Destacamento Vial a pedir agua porque tenía sed, un policía le preguntó su identidad, él respondió con su verdadero nombre y allí se dieron cuenta que era el menor buscado”, aclaró una de las fuentes consultadas.

El joven fue retenido y esposado ilegalmente en la seccional policial. No había motivos para reducirlo ya que no tenía orden de captura y “no estaba agresivo ni dio señales en ese sentido” explicaron.

El viaje de vuelta tuvo sus demoras ya que el Servicio Social de Niñez de La Plata se negaba a trasladar al joven que finalmente viajó en un patrullero acompañado por funcionarios judiciales.

El acusado está imputado de triple homicidio agravado. Hoy será entrevistado por la defensora oficial Raquel Ponzinibio y luego indagado por la fiscal de menores, Carmen Ibarra, quien solicitará una pericia de salud mental (psicológica y psiquiátrica) para saber si tiene algún tipo de trastorno, si pudo haber actuado bajo un brote psicótico (como se sospecha) y se es imputable o no en base al estado de psiquis.

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