Declaró el detenido que tenía el celular de Anahí Benítez: "lo encontré en la vereda"
Marcelo Villalba pidió hablar con las fiscales del caso. Negó conocer a la víctima. Seguirá preso por "encubrimiento"
Después de negarse a declarar, Marcelo Villalba (40), uno de los dos detenidos en la causa sobre el crimen de la adolescente Anahí Benítez (16), pidió este jueves hablar con las fiscales del caso y finalmente contó su versión. El hombre, acusado por "encubrimiento" luego de que se descubriera que le había regalado el teléfono celular de la víctima a su hijo, dijo esta mañana que encontró el aparato en la calle e inmediatamente tiró el chip.
"Fue un día nublado, hace unas cuatro semanas. Lo encontré en una vereda, le saqué el chip y lo tiré", relató el detenido, delante de Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, las fiscales de Violencia de Género de Lomas de Zamora a cargo de la investigación del crimen, descubierto el 4 de agosto pasado, cuando la Policía halló el cadáver de Anahí semi enterrado en la reserva Santa Catalina.
Villalba declaró esta vez por pedido de su abogado, el defensor oficial Roberto Fernández, en lo que técnicamente se conoce como "ampliación de indagatoria". El sospechoso aseguró que no conocía a Anahí. Y contó que después de descartar el chip que había pertenecido a la adolescente, volvió a armar el teléfono celular, compró un chip nuevo y le pidió a su hermano que le enseñara a desbloquearlo. "Después tiré la funda y se lo regalé a mi hijo", reconoció.
Cuando ya estaba en manos del chico, un joven de 17 años que vivía con sus abuelos, a unos 800 metros de donde fue encontrada Anahí, el teléfono fue detectado por los investigadores. Eso ocurrió gracias a que, al encenderlo, se activó el IMEI, la identificación única que trae cada aparato, independientemente del chip que lleve en ese momento.
La Policía llegó a la casa donde estaba el hijo de Villalba, el chico les dijo que se lo había regalado su papá, que estaba viviendo en otra casa, a unas 10 cuadras de allí. Así fue que el hombre que encontró el celular se convirtió en el tercer detenido de la causa, después del profesor de Matemáticas de la víctima, Leonardo Agostino (liberado a los pocos días), y Marcos Bazán (34), el hombre en cuya casa los perros de las fuerzas de seguridad detectaron el olor de Anahí y quien es por ahora el principal sospechoso del asesinato.
En su declaración, Villalba les dijo a las fiscales que no conocía a Bazán. No fue un dato revelador para las investigadoras, quienes ya tenían confirmado que ambos detenidos no se conocen. Pérez y Juanatey ordenaron que se le extraiga sangre a Villalba para cotejar su ADN con el que se encontró en el cuerpo de la víctima, en la escena del crimen y en la casa de Bazán.
Además, según contaron fuentes del caso a Infobae, Villalba dio dos datos "concretos", que no fueron relevados, sobre los que las fiscales van a trabajar en estos días.
Las investigadoras esperaban recibir este jueves los resultados de las pericias hechas sobre el teléfono celular, que van a revelar qué mensajes mandó Villalba mientras tuvo ese aparato y qué información tiene la memoria del teléfono independientemente de los chips. Pero la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de las pericias, no cumplió el plazo pactado y ahora se especula con que los resultados lleguen el viernes 25.
El miércoles pasado, la Policía, junto con peritos especializados y perros, rastrillaron el terreno baldío contiguo a la casa de Villalba donde apareció la funda del teléfono. Sin embargo, no encontraron nuevos elementos ni rastros de olor de la víctima.
Así todo, Villalba seguirá detenido. Las fiscales tienen tiempo hasta el 5 de septiembre para pedir la prisión preventiva. El hombre, por ahora, no ocupa el lugar central de las sospechas de las investigadoras. Pérez y Juanatey creen que tiene más información para aportar. Y confían en que cuando lleguen los resultados de las pericias sobre el teléfono haya novedades sustanciales que les clarifiquen un panorama que, por ahora, sigue sombrío.
(Fuente Infobae)