Débora Bello: "Los latidos de la beba ya inspiran a Diego"

Nota extraída del la revista Caras

La sesión fotográfica está por comenzar y una sonriente Débora Bello (36) acaricia su pancita de seis meses, mientras le dice a su beba: "Esta es tu primera aparición artística".

Luego de ocho años de amor y con la emoción a flor de piel, la mujer de Diego Torres (41) dejar fluir la felicidad que genera la llegada de la primera hija de la pareja. Con la misma simpatía, confiesa que el embarazo no le quitó las energías y hasta la volvió más risueña.

"¡Llevo un embarazo muy bueno. Sólo tuve náuseas en los tres ¡mineros meses. Salgo a anclar en bicicleta y hago de todo, ¡Por eso cada tanto me tiene que decir que pare un poco. Lejos de ponerme de mal humor, el embarazo me llenó de vitalidad. También tuve antojos, en realidad fue Diego el que los tuvo ¡No para de comer palta con aceite, limón y sal!", cuenta en tono confidencial la modelo de Leandro Rud, quien llegó a Punta del Este para un encuentro exclusivo con CARAS.

"Tengo fecha de parto para mediados de abril, y lo voy a tener en el sanatorio Otamendi con mi médico, a quien amo, Alejandro Falco, y su equipo). Igual, soy una embarazada tranquila, no molesto a mi obstetra casi riada", aclara Débora.

Su figura sigue siendo estilizada para sus seis meses de gestación y ella lo explica: "Sólo aumenté un kilo por mes.

Cuando veo los cambios de mi cuerpo me causa gracia y cuando me visto y veo cómo me quera la ropa me muero de risa. Es más, el jean que estoy usando ahora es de Diego (risas). Le uso los pantalones porque me parece simpático como me quedan y porque no me voy a comprar un jean que después no voy a usar. Así que si ven a Diego con mis polleras es porque se quedó sin jeans (más risas)", agrega con un buen humor que parece inalterable.

—¿Cómo viven este momento tan especial de la pareja?

—Fue un bebé muy buscado. Con los viajes de los dos antes era muy difícil que ambos coincidiéramos en el mismo lugar por mucho tiempo. Lloramos do emoción cuando confirmamos que íbamos a ser padres. Este bebé vino en un momento sólido de la pareja, como siempre quisimos que fuera. Un hijo es el sello de amor más importante que pueden tener dos personas.

—¿Cómo lo ve a Diego frente a la paternidad?

—Diego está mucho más protector y lo primero que hizo fue comenzar a darle besitos a la panza. Me cocina, me hace masajes, hace de todo. Y yo aprovecho ahora el momento porque si no después ¡imagínate! Él dice que está esperando la flor más bella de su jardín, así que ahí estamos, emocionados los dos. Creo que los latidos de la beba ya inspiran a Diego.

—¿Qué le dice de sus nuevas curvas?

—Le gustan los cambios de mi cuerpo, celebra las curvas y las lolas que crecen un montón. Ve mi cuerpo de otra manera, como con una sensualidad llena de amor. Diego es una persona muy cariñosa, demostrativa y sensible, aunque creo que hoy su mirada hacia mí tiene un amor que lo sobrepasa.., es que a veces una se convierte en un cofrecito que guarda lo más preciado, su hija (sonríe).

—¿Alguna vez fue celosa, siente que ahora su lugar al lado de Diego es indiscutido? —No, nuestra relación siempre fue muy sólida. Diego siempre me presentó como su mujer y nunca necesité nada, como una boda, para reafirmarlo.

Nuestra hija es fruto del amor. Llegó en el momento que tenía que llegar.

—Y ya tuvo su primera sesión fotográfica.

—¡Sí! Supimos que era nena desde las primeras ecografías. ¡Un castigo para Diego por todo lo que les hizo a las mujeres! (vuelve a reír). Al ser el primero nos daba lo mismo cualquier sexo. Elegimos CARAS, porque estuvieron a lo largo de mi carrera y porque fue el medio donde hice mi primera nota, cuando comencé a salir con Diego. En esta etapa tan importante era bueno volver a contar nuestra felicidad a través este medio. Ahora nuestra beba es quien tiene su primera aparición artística. Es un lindo recuerdo y también es lindo trasmitirlo.

—i Viene muy complicada la elección del nombre? —Tenemos una lista de nombres, pero creo que vamos a esperar a verle la carita a nuestra hija para decidir.

—¿Cómo se imaginan como padres? —Intuyo que seré una madre protectora y canchera, eso creo, no sé, la próxima nota te cuento mejor. Recién ahora estoy comenzando a preparar el cuarto. Y Diego ya le compró remeras rockeras a nuestra hija y también eligió muchos enteritos con guitarras.

Me dice: "Ya tengo la nena para quedarme a hacer fiaca todo el día". Yo creo que le va a escribir muchas canciones y le va a hacer de todo. ¡Pobrecita! (risas).

"Cuando crezca va a venir el melenudo con la pluma como vos y no le vas a venir a  decir nada", le digo. "Hasta los 32 la nena no tiene novio", responde. Pero, en serio, me lo imagino un padrazo, canchero, amigo y muy del diálogo con sus hijos. Quiere parar un poco para quedarse en Buenos Aires y disfrutar cada momento con la beba.

—¿La llegada del hijo apuró el deseo de casarse? •—Decidimos ser padres pero el casamiento no es un objetivo que nos hayamos planteado. Todavía faltan algunos meses para el nacimiento de nuestra hija, pero la idea es darle hermanitos.

Una vez leí la frase: "No ¡o tengo todo, pero siento que no me falta nada", y es perfecta para definir este momento porque resume mi plenitud.

Además, recibir tantos mimos dan ganas de vivir embarazada y más si es con el hombre que una ama.