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De qué se trata el "síndrome de Hakim-Adams", la enfermedad que sufriría Carlos Bilardo

Desde el 31 de mayo el exentrenador está internado por esta patología que produce una dilatación cerebral, demencia y apatía, entre otros síntomas.

A días de comenzar un nuevo campeonato mundial de fútbol casi como una ironía o una burla del destino, Carlos Salvador Bilardo, el director técnico que sacó campeón por última vez a la Selección Nacional, fue internado en el Instituto Fleni, del barrio de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires. Ocurrió precisamente el jueves 31 de mayo.

El primer parte médico decía que el ex técnico de la selección argentina de fútbol ingresó "por un cuadro confusional transitorio". Y agregaba que "los estudios realizados han demostrado una dilatación ventricular en su cerebro, sugestiva de síndrome de Hakim-Adams".

El documento difundido está firmado por Martín Nogués, el jefe del Departamento de Neurología. El informe médico precisa que "se evaluará la necesidad o no de hacer un tratamiento específico (colocación de una válvula de derivación ventricular) en los próximos días".

Lo que sugiere es que Bilardo presenta síntomas que podrían corresponderse con el síndrome de Hakim-Adams, también conocido como hidrocefalia de presión normal (HPN) o hidrocefalia normotensiva. Es una enfermedad neurológica que se manifiesta habitualmente en adultos desde los 50 años en adelante. Suele ser diagnosticada erróneamente como Alzheimer, Parkinson, arterioesclerosis o síntomas propios de la vejez.

"El diagnóstico de hidrocefalia de presión normal es a menudo hecho tardíamente, dado que sus síntomas son similares a los de otros desórdenes. Esto hace que muchos pacientes no sean tratados de la forma adecuada", define Anselmo Rodríguez Loffredo, profesor de Neurocirugía de la UBA, neurocirujano y consultor de la Fundación Favaloro.

Las principales características de este síndrome son trastornos de la marcha, dificultad para comenzar a caminar, debilidad en las piernas y caídas sin motivo aparente. Algunos síntomas asociados con la progresión de la enfermedad son demencia, cambios constantes de humor, apatía, aislamiento, problemas de atención e incontinencia urinaria.

En la mayoría de los casos, la enfermedad no presenta causas aparentes, pero los médicos aseguran que podrían desencadenarla ciertas obstrucciones, traumatismos, meningitis u otras infecciones, hemorragias o cirugías. Una vez que se detecta la afección, el tratamiento consiste en la implantación de una válvula para derivar el líquido cefalorraquídeo desde el cerebro hacia el abdomen, donde es absorbido. El paciente puede mejorar ostensiblemente con un tratamiento específico y retomar sus actividades cotidianas.

Jorge Bilardo, hermano del entrenador campeón del mundo en 1986, explicó que fue todo producto de "una negligencia médica que le trajo complicaciones". Contó que se encuentra estable, que después de un día de terapia ya se sintió mejor. "Tuvo un pico de presión, lo llevaron al Instituto Fleni y le dieron Lotrial, pero él es alérgico y ahí se complicó. Estuvo complicado, se le hinchó la lengua y se asustaron mucho. Había ocho doctores al lado de él, tenían un susto terrible. Habían hecho una macana grande", detalló. El hermano no hizo referencia a la enfermedad comunicada por el sanatorio en el parte médico.