De ovnis y extraterrestres: la eterna confusión permanece
Nadie puede negar que haya seres extraterrestres, pero también es cierto que no se ha podido probar su existencia hasta hoy.
Un ovni, no es otra cosa que un Objeto Volador no Identificado, es decir, algo que vuela por el aire y no se tiene idea de lo que es, ni siquiera si es un objeto real, ya que puede ser un reflejo lumínico.
Por otro lado, las naves extraterrestres, serían vehículos tripulados por alienígenas que visitan periódicamente nuestro planeta con distintos fines: explorar el universo, examinar nuestro comportamiento, y algunos otros planes "misteriosos" que hasta ahora nadie ha podido desentrañar.
Sea como fuere, mucha gente confunde a unos y otros, ovnis con naves extraterrestres. Y este intríngulis viene por lo menos desde 1947, cuando el piloto Kenneth Arnold divisó en el aire unos objetos que se bamboleaban como fuentes o bandejas.El periodista que le hizo la nota tergiversó el término y le puso "Flying Saucers", es decir, "bandejas o platillos volantes", lo cual prendió la mecha de una avalancha de avistamientos sin precedentes. Todo el mundo veía naves extraterrestres por el cielo y lo peculiar es que se veían con la forma y el diseño aerodinámico que tenían las naves terrestres en cada momento de la historia de la aviación y de la cohetería.
Al principio, se veían cascajos de hierro, muy rústicos, luego naves en forma de cigarro y cada vez los diseños se hicieron más y más modernos. Más allá de los efectos especiales, no es casualidad advertir la diferencia que existe entre la famosa película "El día que paralizaron la Tierra" (versión original) y "Encuentros cercanos del Tercer Tipo".
Mucha gente queda sorprendida por ver objetos que surcan el cielo. Por ejemplo, un meteorito, la reentrada de chatarra espacial a la atmósfera, satélites, globos atmosféricos y reflejos de luces que se originan aquí en la Tierra.
Muchas veces, esas apariciones se pueden explicar por la información que se desprende de los centros meteorológicos y astronómicos. Pero otras, queda la duda porque uno no cuenta con los datos disponibles: es imposible saber si lo que está surcando el cielo, a las 3 de la mañana es un meteorito, o el mero reflejo de las luces de un auto en las nubes. No hay que olvidar que la percepción humana es falible, no somos buenos observadores, y si le agregamos a ello una creencia, el cuadro está completo.
También hay imágenes de ovnis, pero raramente son claras y distinguibles. Viendo los videos que te mostramos, el primero sobre estos objetos voladores no identificados y el segundo sobre entradas de meteoritos a la Tierra te darás cuenta que los segundos son mucho más claros que los primeros. Y esto se debe a que una pequeña mancha o falla en la película o la toma original, hace que cualquier cosa parezca un fantasma en el enorme cielo, transformándose en algo no identificable.
La prueba final
¿Qué deberíamos considerar como una prueba final de la existencia de visitantes extraterrestres? Es difícil hallar una respuesta a esta pregunta, simplemente porque la variedad de seres alienígenas ha cambiado mucho con el paso del tiempo. Primero eran especies de monstruos agresores como los de las famosas figuritas "Marte Ataca", que querían conquistar la Tierra. Luego se fueron transformando en seres pacíficos y benevolentes respecto del ser humano, hasta tomando formas "espirituales", intangibles, "seres de luz", etc. Hay quienes sostienen que el mismo Cristo es quien comanda las naves. Incluso se dice que los ETs aparecen en la Biblia. De ahí el surgimiento de lo que podríamos llamar una nueva religión, con el combustible aportado por todas las historias de ciencia-ficción imaginables. Hoy el Salvador ya no es una figura humana sino una raza de extraterrestres, que nos viene a redimir y encaminar en nuestro alocado camino como especie.
Más allá de esto, lo que espera la exobiología, disciplina dedicada a la búsqueda de vida extraterrestre - inteligente o no-, es probar si hay o no hay vida en el espacio exterior. Puede ser que exista teniendo en cuenta los miles de millones de galaxias que existen en el universo. Hasta ahora, nadie lo ha probado, y ningún grupo más interesado que los exobiólogos y los astrónomos en certificarlo de una vez por todas. Claro, hay teorías "conspirativas" que dicen que ya se sabe de esas pruebas y que los grandes gobiernos del mundo, sobre todo, el de los Estados Unidos las ocultan.
Salvando las enormes distancias que nos separan de otras galaxias, y el tiempo que llevaría tomar contacto con alguna civilización extraterrestre, asunto en el que pocos piensan a la hora de promover sus fantasías, la paradoja es que si un ovni fuera identificado como una nave extraterrestre, la ovnilogía ya no tendría nada que hacer, puesto que supuestamente se dedica a los objetos no identificados. Si queda identificado, entonces ya no pertenece a su terreno y los que estudian los ovnis tendrían que proponerse otra cosa.
Nadie puede negar que haya seres extraterrestres, pero también es cierto que no se ha podido probar su existencia hasta hoy.