De la tortura a una espera tortuosa: el juicio por la muerte de Lucas Menghini Rey
Luego de horas de espera, gritos y desesperación, los familiares y sobrevivientes ansian que se conozca la sentencia.
Enterarse por las noticias que hubo un accidente en el que un familiar o amigo podría estar parece ser lo menos traumático para Paolo Menghini Rey, padre de Lucas.
El joven tenía 20 años y se encontraba en el lugar que no debía en un tiempo no indicado, contexto en el cual conoció la muerte. Pero no se sabría que efectivamente había fallecido sino más de dos días después.
Testigos declararon verlo salir de la formación pero se desconocía su paradero. Las noticias anunciaban que un chico podría estar aturdido deambulando por la zona, pero nadie lo vio. Y su pequeña lo esperaba a cenar, pero no llegó.
Su padre no se rindió, buscó, preguntó, indagó y miró. Logró que le permitiesen ver las imágenes de seguridad de las cámaras y lo que esperaba su corazón no sucedió. En ellas no encontró su flaca figura que caminaba turbado, como muchos le confesaron frente a frente. Se encontraba aplastado entre el 3° y 4° vagón de la formación.
Socialmente se recayó a los bomberos que no "completaron" su labor de rescate. Su alegato fue que recibieron órdenes de retirarse ni bien se calmaba el ambiente.
Los familiares de las víctimas esperan "confiados" las sentencias al maquinista y principalmente a los directivos del Grupo Cirigliano y los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, ya que la indignación está relacionada con la relación corrupta entre el sector privado y el Estado.