De la gloria al ostracismo: los arqueros de la gente

Primer acto: centro de Ponzio, mala salida de Orión y gol de Mercado. Arriba River 1-0 en el Superclásico. Los hinchas festejan e insultan, según corresponda. Mientras, en Twitter, aparecen algunos pocos oportunistas Millonarios a decir "ahí tienen al arquero que piden para la Selección".

Segundo acto: bombazo del Cata Díaz desde casi 30 metros, la pelota le pica antes a Barovero, que

tiene una floja, mala, pésima reacción y se come el 1-1. El defensor abraza a sus compañeros, el arquero busca algún pedacito de césped levantado para esconderse. Mientras, en Twitter, responde el oportunismo boquense: "¿En serio creen que tiene nivel de Selección? ¡Miren lo que hizo!".

Tercer acto: centro al corazón del área de River. Barovero, todavía nervioso por el error (el primero desde su arribo al equipo de Nuñez) sale mal y es Vangioni el que salva a su compañero de llevarse todas las cargadas rivales. Mientras, en Twitter, ya salieron todos de la cueva: "Miren a los arqueros que pide la gente..." o "¿Vamos a seguir pidiendo por Orión y Barovero? ¿O vamos a aceptar que el mejor es (complete por el nombre del equipo del cual es hincha)?".

¿Cómo se llama la obra? Hincha argentino.

Sí, soy pésimo contando chistes, y peor inventándolos, pero lo citado arriba es la realidad. Hasta ayer a las 22.10, para el 90% de los argentinos los mejores arqueros del medio local son Orión, Barovero y Saja (en el orden que cada uno disponga).

Sin embargo, un error cambia todo. "Una falla así te deja afuera de un Mundial", argumentó un amigo. Cierto, tanto como que una mala tarde o una errada definición como la de Messi ayer ante Valencia te limita las chances de ganar cualquier partido a un 50%.

Barovero encabeza su segundo año en River. En los primeros 365 días no tuvo un error, ni una mínima falla, ni algo para argumentar. Sólido, seguro y sobrio, sin hacer grandes atajadas cuando la jugada no la amerita.

Por su parte, Orión llegó a Boca en el 2011, tras ser campeón con Estudiantes. De menos a más, el ex San Lorenzo no sólo se consolidó como titular, sino que también se ganó un lugar como tercer arquero para el Mundial y, posiblemente, sea titular en Brasil.

Con Romero y Andujar sin atajar en sus equipos, y con los nombrados más arriba en gran nivel (ni hablar de Caballero rompiéndola en Europa, no lo nombro porque nunca fue convocado), ¿es necesario hacerles la cruz por un error? El inconformismo argentino hace tan fácil ubicar a alguien entre los mejores como posicionarlo en el último escalón. Por algo llevamos 21 años sin títulos.