DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

De cómo la pandemia, el encierro y el consumo excesivo de TV nos genera angustia y ansiedad

Los daños colaterales de la propagación de coronavirus son de lo más variados y cada vez se van notando más. 

En el marco de la pandemia de coronavirus que afecta al mundo entero, las noticias y la información que circula sobre todo en televisión, suele tener mucha carga negativa. Por eso, InfoVeloz consultó al Doctor Marcelo Suárez, especialista en Medicina Interna desde hace más de 30 años. 

Desde este lugar, reflexiona sobre los efectos nocivos de la pandemia en el organismo, sobre todo por un desmanejo personal del consumo de información y una marcada sobreexposición a las noticias televisivas.

“No piensen en un perro verde es la famosa frase que seguramente escuchamos en el consultorio del psicólogo que logra exactamente lo contrario. Lo mismo pasa si nos pasamos mirando las noticias referidas a los contagios”, dijo

“La TV con la que nos conectábamos un rato al llegar del trabajo hoy ocupa mas de un tercio de nuestro día. Si dejamos que nos hable todo el día, tenderemos a pensar que todo está mal. Eso es lo que sucede cuando se le entrega a otro la capacidad de la descripción de la realidad”, añadió.

“Nos dan todos los días los datos de muertos, infectados, internados, camas ocupadas y nos repiten las medidas individuales que tenemos que adoptar para salir a la calle que son las mismas que se dieron al principio de la cuarentena. No nos suma nada”, sentenció el autor del libro "No me enfermo más".

“Lo único que suma una catarata de malas noticias es angustia, miedo y ansiedad”, afirmó, y cuestionó: “nos iluminan todo el tiempo sobre algo que no genera ningún aporte. Esa no es la realidad. La realidad es que hay que seguir viviendo aún en el marco de una nueva normalidad”.

Y comparó: “Para que cada uno de nosotros podamos hacer bien nuestro trabajo no necesitamos estar concentrados en los problemas y fracasos. Estar conectados en la solución genera un estado de euforia permanente que no da lugar al pesimismo”.

“Hay que empezar a conectar nuestra sabiduría con nuestro intelecto, la atención define la realidad”, concluyó.

Dejá tu comentario