De Aires, Soles y Terceras Vías
7 Samuráis de Octubre. Scioli, Massa, Macri, Cobos, Binner, Carrió y La Doctora.
Introducción
Se indica que si Sergio Massa -La Rata del Tigre, Aire y Sol II- no saca una diferencia mayor a la registrada en agosto, la balanza se inclina.
Para admitir el triunfo de Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol I. Ni siquiera de Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo, que sonríe tiernamente desde los afiches, con arruguitas en la cien.
Así Massa gane por un punto miserable, para Oximoron se consolida la victoria inapelable de otra formación básicamente peronista. Es el Frente Renovador. Artificio surgido del derrotado Frente (peronista) Para La Victoria. Ambos con sus respectivos agregados. Invitados especiales.
El peronismo es vencido, otra vez, por un desprendimiento exitosamente peronista. Consolida otra victoria del peronismo envolvente.
Cuesta calificar la derrota del Partido Justicialista, que mantiene el seguro destino de intervención. Y que hoy vertebra el Frente Para la Victoria.
Aires y Soles
De Aires, Soles y Terceras VíasPor la legítima intrascendencia de los partidos, es indispensable hablar, en adelante, sólo de personas. Es el sentido metodológico de Oximoron, relativamente eficaz para desmenuzar la actualidad y la prospectiva. A través de los arbitrarios 7 Samuráis. A una semana de la elección del 27 de octubre no interesa hablar ni del artificio del Frente Para la Victoria, ni del artificio del Frente Renovador. Conste que debe hablarse de los dos Aires y Soles. De Scioli y de Massa, los Samuráis 1 y 2.
El caso Scioli ya atormenta, hasta excederlos, a los prejuiciosos analistas de entrecasa.
Sin ser candidato, y en defensa propia, el Gobernador se pone al frente -para Oximoron- de la escuadra compuesta por referentes seleccionados inicialmente para aislarlo. Se desliza en un exceso de sobreactuaciones que llaman, en principio, a la piedad, y de inmediato al asombro o la admiración. En la desmesura, Aire y Sol I banca hasta la chiquilinada autoritaria de Cabandié. En adelante, por el gesto, los apresurados treintones de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora agitan sus Blackberrys y lo celebran (a Scioli) como al Mesías.
Les pasa igual que a los "gobernadores atragantados" (cliquear) del Grupo Gestar. Los que lo aislaron entre las descalificaciones de Paraná, a los efectos de complacer a La Doctora. Para celebrarlo estruendosamente en El Mangrullo. Como si Scioli fuera la reencarnación de Sandro.
Lo cierto es que el Samurai 1, Aire y Sol I estará, invariablemente, en la conversación final. Aunque estimulen el persistente deseo de estamparlo en una pared. Y se le preparen próximas travesuras, desde la pólvora empapada del cristinismo que -hasta el cierre del Informe- no se le quiere rendir.
Massa, Aire y Sol II, es el Samurai 2 que ocupa la centralidad. Sin soltarla, aunque se paralizó un par de días por la internación de La Doctora.
Mantiene tendido el puente de plata hacia la presidencia, que necesita sea una opción de 2015. Sin precipitaciones que lo induzcan -como a todos los sensatos situados en el podio- al preventivo Plan B. O mejor: al Plan de Lluvia.
En la condición de jefe de campaña de sí mismo, para completar su propio armado, Massa necesita -como Cobos- que no haya alteraciones. Sabe que debe enfrentarse a un 2014 decisivo, en un año, en su caso, astrológicamente adverso (ampliaremos sólo si viene al caso). Un 2014 donde sus adversarios, con mecánica frialdad, se dispondrán, según nuestras fuentes, con énfasis, a tijeretearlo.
La Tercera Vía
Téngase en cuenta que no es sólo para promover la exitosa miniserie del Portal, "Daniel, Mauricio y Sergio", cliquear. Pero el Samurai 3 es -todavía- Mauricio Macri, El Niño Cincuentón. Instrumento fundamental del Pro, expresión institucional del macri-caputismo.
"La felicidad aplicada a la política", cliquear.
La estrategia macri-caputista se esmera para que la realidad se ajuste a la facilidad voluntarista de su táctica forzada. Consiste en aludir a la "Tercera vía". A través de la exploración del camino nuevo, independiente de las dos vías clásicas.
El peronismo, que lo atrae y espanta. Y el radicalismo, con quien El Niño Cincuentón se sentiría más cómodo. Conste que les birló la gran parte de los votantes urbanos que los radicales guardaban en la heladera de la ciudad.
El riesgo del macri-caputismo consiste en repetir las viejas experiencias de otros innovadores que intentaron la originalidad del tercerismo, aunque con menor despliegue de globos de colores y sin las cautivantes canciones de Gilda. Por ejemplo Francisco Manrique. Don Paco, que se atrevió a tercerizar las vías ante el propio Perón, para desvanecerse posteriormente en la esfera etérica de La Nada.
O don Álvaro Alsogaray, que después de construir varios sellos de goma supo amagar en los 80 con la UCD, para diluirse en el menemismo absorbente de los 90. O sin ir más lejos, Domingo Cavallo, que lo intentó en el 99, con Acción para la República, la Mutual.
Del mismo modo, o casi similar, que Ricardo López Murphy, el Gato que se presenta como Bull Dog, que ocupó con el festivo Recrear un semejante espacio centroderechista, en 2003. Esta "tercera vía" del macri-caputismo no se asume, siquiera, como de derecha. Pero mantiene hasta hoy un alcance limitado al Artificio Autónomo de la Capital, que lo tiene escriturado.
Aunque el Pro registra, para el próximo 27, otro crédito consagratorio, en Córdoba. Donde se emula el lucimiento de Miguel Del Sel en Santa Fe, en 2011. Es la revelación de Héctor Baldassi, El Soplapitos, que ya merodea con amplitud el 20 por ciento, e inquieta tanto al perplejo radical Aguad como a la dupla Schiaretti-De la Sota.
Defecto orgánico
Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto, es el Samurai 4. Y Julio Cobos, El No Positivo, es el 5. La atmósfera de la hinchada induce al acercamiento de los Samuráis 4 y 5. Podría incluir insólitamente también a Macri, el Samurai 3.
Con dos fuerzas de matriz peronista enfrentadas, como ser los dos Aires y Soles -Scioli y Massa- se multiplica ostensiblemente la posibilidad de una auspiciosa perfomance, en la segura segunda vuelta, de una formación no peronista.
Pero tanto Binner como Cobos tienen que someter la lícita vocación presidencial a las necesidades estructurales de la provincia originaria. Significa confirmar que -para Oximoron- a estos dos Samuráis les cuesta encontrar reemplazantes que les garanticen el triunfo en el terruño. Ya que, si no es Cobos el candidato a gobernador en Mendoza, volverá a triunfar sin inconvenientes el peronismo. Y si no es Binner el candidato a gobernar Santa Fe la provincia quedará en poder del humorismo políticamente organizado.
A cargo del quijotesco Del Sel y de su inseparable Sancho Panza, al que llaman El Oreja.
Ambos -Del Sel y El Oreja- se encuentran en mejores condiciones, acaso, para enfrentar la tragedia cotidiana, con la problemática que enturbia, y con frecuencia enluta, la provincia.
El espacio que contenga el defecto físico de ser "no peronista" podrá toparse, también, con otra bulliciosa dificultad para reagruparse en una suerte de consenso. Es la señora Elisa Carrió, La Empresaria de las Demoliciones, Samurai 6 por prepotencia de presencia.
Es -Carrió- la Highlander que renace sistemáticamente y que de ningún modo podrá desaprovechar las cámaras que necesiten de la oralidad superior. De una potencial candidata a la primera magistratura, que hará más entretenidas las emisiones de televisión por cable.
Aunque el 27 Carrió pierda en la elección extraña del Artificio Autónomo. Contra Sergio Bergman, el simpático Rabino de la calle Libertad. Al que Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida, suele impulsar hacia arriba. Mientras Fernando Solanas, El Dirigente Universitario, la lleva impetuosamente a Carrió. Hacia abajo.
Como Samurai 7, cierra La Doctora. De licencia. Fuera de juego por una vulnerabilidad manejada con calculada improvisación. Sin poner el rostro hasta después del 27. Para reaparecer, según nuestras fuentes, a principios de noviembre. Como una sublime reencarnación de sí misma. Para bajarle línea al mundo que necesita de su orientación. Como si nada le hubiera pasado. Ninguna derrota.Y con el deseo de aplicar, hasta donde le alcance, el riguroso poder del Estado.