David Pfister: "Es un cáncer bueno"

El carcinoma papilar tiroideo es el cáncer más común de la glándula tiroides. El Jefe del servicio de oncología de cabeza y cuello del Hospital Municipal Marie Curie, David Pfister, explicó las causas, síntomas y tratamientos de este tipo de tumor.

Pfister explicó que el cáncer es asintomático, es decir que no tiene síntomas en el estadío inicial,  por lo que hay dos caminos para llegar al diagnóstico: "Está el autoexamen que se da cuando uno, por ejemplo se baña y al tacto se siente algo extraño en el cuello o un aumento de la tensión, y otro es cuando uno consulta al profesional por otra patología y termina haciendo un análisis en que sale el cáncer", detalló.

El profesional explicó que la Tiroides o Glándula tiroidea es una glándula neuroendocrina, situada justo debajo de la manzana de Adán, en los hombres o a mitad del cuello en las mujeres y está formada por dos lóbulos en forma de "H" a ambos lados de la tráquea.

"La glándula es necesaria para todas las acciones del organismo, cuando uno le falta la glándula tiroides, es decir que se tiene hipotiroidismo, tenés cansancio que no permite hacer actividades. En el caso del hipertiroidismo, se tiene palpitación, sudoración, adelgazamiento, y problemas cardiacos, entre otros síntomas", sostuvo.

En cuanto a la cirugía para extirpar el tumor, explicó que se tiene que hacer una tiroidectomía total donde se saca ambos lados de la glándula tiroides. "Hay que ligar los vasos que entran o salen por fuera de la glándula, para evitar el desangrado, y hay que sacar toda la glándula con el tumor dentro".

Por lo que, luego de la cirujía, la presidente "no va a tener más glándula tiroides, y deberá suplirlo por medicación por vía oral. Uno puede vivir perfectamente sin la glándula con la medicación externa de hormona tiroides".

Si bien la operación es una de las más comunes en este tipo de tumores y el cáncer no implica grandes riesgos, sostuvo que lo que "si se necesita es tener mucha técnica, destreza, porque existen complicaciones propias como el hematoma, la sección del nervio recurrente, y la tercera es la glándula paratiroide".

"Se abre con una incisión traversa en el cuello, en alguna de las arrugas del cuello, de unos 6 cm, 7cm dependiendo del tamaño de la glándula. Al finalizar, se hace una técnica de cirugía estética de cierre por lo que no queda como un ciempiés si no como una línea que se va decolorando y queda como una línea blanquecina que se pierde en las arrugas del cuello".

La cirugía dura entre una hora y una hora y media, y en total cinco horas incluido el tiempo necesario para la anestesia, y el pos operatorio en quirófano.

"A las 6 horas el paciente ya toma líquido, a las 12 horas o a la mañana siguiente ya desayuna y almuerza, no se da antibióticos, solo analgésicos y suero", explicó Pfister.

Finalmente, hay un tratamiento posterior que no es ni quimioterapia ni radioterapia, sino Yodo radioactivo: "Esto va a eliminar todo despojo de cáncer, es un liquido que se toma por boca, a 20 días del postoperatorio. También se puede tomar una droga que disminuye el tiempo de espera para hacer el yodo radioactivo, ya que en estos 20 idas el paciente entra con síntomas de hipotiroidismo. Si no hay complicaciones no existen prácticamente secuelas".

El Jefe del servicio de oncología de cabeza y cuello del Hospital Municipal Marie Curie destacó que en medicina "hay dos dichos, uno es que si uno tiene la desgracia en su vida de tener un cáncer ojalá lo sea de tiroides y de este tipo de cáncer.  Y otro, que a este tipo de cáncer lo llaman `cáncer bueno´. En general las pacientes con este tipo de tumor se mueren de cualquier cosa menos de cáncer", concluyó.