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Datos sobre muy buenas minas

El cruzamiento de datos es una de las típicas tareas de la AFIP. Aprovechando su inigualable y portentosa base de datos, el organismo puede cruzar

por ejemplo, lo que los contribuyentes compran con tarjeta de crédito y los consumos que informan en sus declaraciones juradas de Ganancias, para detectar inconsistencias que merezcan una inspección, un reclamo o una denuncia; también puede descubrirlas cruzando los registros de compra de inmuebles y autos con las declaraciones de Bienes Personales.

Así como la AFIP cruza datos de los contribuyentes, del cruce de información que elabora la propia AFIP surgen realidades interesantes y posibles líneas de acción muy movilizadoras. Veamos en este caso qué sale del cruce de los números de recaudación que difundió el organismo la semana pasada, con el informe sectorial sobre el sector Explotación de Minas y Canteras que publicó dos semanas atrás.

Lo primero que llama la atención de la recaudación de abril es el marcado descenso en el ritmo de crecimiento. Los ingresos tributarios resultaron un 24,4 por ciento más altos que en igual mes del 2011, que no sólo es el aumento interanual más bajo de, por lo menos, los últimos doce meses, sino que además es la primera vez en ese lapso que el incremento es inferior al 25 por ciento: en esos últimos doce meses, la recaudación nunca había subido menos del 28 por ciento comparada con un año atrás, y en cinco de esos meses el aumento fue superior al 30 por ciento.

El 24,4 por ciento de abril tal vez sea otro claro síntoma de la desaceleración del nivel de actividad. Alzas del orden del 28 al 34 por ciento eran el resultado combinado de una economía que crecía a más del 7 por ciento con precios que subían algo más del 20 por ciento; pero con esa misma inflación, ese 24,4 por ciento deja muchos menos espacio al crecimiento real como causa de la recaudación.

También es para destacar que lo que más subió en abril fueron los Derechos de Exportación. Tras un impactante 53,6 por ciento de incremento, las llamadas retenciones recaudaron el mes pasado 7.024 millones de pesos, que ya equivalen a más de la mitad de lo que se cobra por IVA, más de la mitad de todo lo que ingresa por Seguridad Social, y ya casi tanto como lo que en ese mes aportó Ganancias. Es decir que en abril, las retenciones estuvieron a un tris de ser el tercer impuesto más rendidor. Por retenciones la AFIP recibió el mes pasado el doble que por el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios.

Lo anterior es consecuencia de la buena performance exportadora, tanto por volúmenes embarcados como por el extraordinario nivel de precios de las commodities gravadas con retenciones. Y hay al menos dos potentes razones como para pensar que es muy probable que esa tendencia se mantenga: el sostenido aumento en la demanda de alimentos (soja, maíz, etc.) y el avasallante boom que este viviendo la minería en la Argentina.

Por otra parte, el informe sectorial sobre minería que elaboró la AFIP muestra que el sector obtiene ganancias exorbitantes. El sector está conformado por 686 empresas que en 2010 facturaron un total de 18.773 millones de pesos. Pero hay un puñado de grandes empresas exportadoras que concentran el 91,5 por ciento de toda la facturación; es un nivel de ventas casi tan grande como el del sector plástico.

Ese pequeño grupo de grandes mineras exportadoras tiene una tasa de utilidad muy superior al resto de la economía. El resultado operativo de la minería exportadora equivale al 47,8 por ciento de sus ventas, más del quíntuple que en el conjunto de la economía, que según la AFIP es del 9 por ciento. En el sector automotriz, la tasa del resultado operativo sobre ventas es del 4 por ciento, es decir menos de una décima parte que en la minería exportadora. Y una actividad muy rentable como Química alcanza un margen operativo en relación a la facturación del 12,2 por ciento, o sea una cuarta parte que la minería exportadora.

Si se compara la rentabilidad en relación a los Activos, en la minería exportadora la tasa es del 33 por ciento, más del cuádruple que el 7,4 por ciento del conjunto de la economía. Los sectores que más se le acercan son Química y Bebidas, donde la relación entre margen operativo y Activos es del 16,8 y 21,6 por ciento, respectivamente; bien lejos.

Quedaron expuestas dos realidades por parte de la AFIP: una situación fiscal debilitada y un sector que genera ganancias extraordinarias. Si se las cruza o se las superpone surge inevitablemente la idea de capturar más renta minera para fortalecer las cuentas públicas.

Es algo que el Gobierno viene barajando hace ya tiempo, pero los movimientos se han acelerado en los últimos meses como consecuencia de las evidencias ya señaladas y de la mayor concientización social sobre la problemática minera derivada de los grupos ambientalistas y de las poblaciones que rechazan la megaminería.

Lo que todavía no está del todo claro y definido son las características que tendrá esa apropiación de renta. Las grandes multinacionales, que ya venían en estado de alerta por la protesta social y la creciente difusión de los números de su negocio, leyeron con susto las declaraciones de Estela de Carlotto, que en un reportaje del diario español El País respondió a una pregunta sobre la expropiación de YPF diciendo: "Vendrán más. Ahora, las mineras".

Más allá de esa estruendosa declaración, el camino elegido parece ser el que sugirió Cristina Kirchner en su reciente visita a la mina Cerro Vanguardia, donde señaló a esta empresa como el "modelo a seguir". Cerro Vanguardia es una empresa mixta, en la que una empresa estatal de Santa Cruz participa con el 7,5 por ciento de las acciones, y además recibe un canon equivalente al 6,6 por ciento del valor del mineral extraído una vez refinado.

La idea es que las provincias mineras participen en los nuevos proyectos a través de empresas propias, como la que acaba de crear Jujuy (JEMSE, Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado). Por esa vía van a poder compartir algo más de la renta minera, aunque si el reparto es como en Cerro Vanguardia, la porción del socio privado seguirá siendo descomunal, tal como se demostró en esta columna a principios de abril.

Pero ese sería el esquema para los nuevos proyectos. ¿Y para las minas que ya están en producción y generan rentabilidades extraordinarias? El aumento de las retenciones a la exportación es una alternativa posible.