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Danny Clayton, el bombero importado que controló el incendio en Neuquén

Conocé la historia del que detuvo el fuego que se desató en el Yacimiento Centenario, en la localidad neuquina de Plottier.

El fuego que desde la noche del lunes 29 se desató en el Yacimiento Centenario ubicado en la localidad de Plottier y fue extinguido pasado el mediodía de ayer sábado, gracias al trabajo de los expertos de la empresa norteamericana de Boots & Coots

En el momento en que comenzó el incendio, desde el lugar hicieron un llamado de emergencia, y del otro lado de la línea, en Houston, Texas, atendieron cuatro expertos mundiales en accidentes vinculados a pozos de gas y petróleo, liderados por Danny Clayton, un cirujano -así lo llaman algunos, por su trabajo de precisión- que está a punto de cumplir 70 años. Ese mismo equipo, cinco días después, logró controlar el fuego.

Mientras se alistaban para volar casi 10.000 kilómetros en tiempo récord, les indicaron qué hacer. Les pidieron que rociaran con miles de litros de agua el pozo para tratar de enfriarlo. El miércoles llegaron al país Danny Clayton, el cerebro del equipo: un bombero que trabajó en la extinción de más de 2.500 pozos en el mundo, entre ellos, varios de los pozos petroleros que Saddam Hussein incendió en Kuwait, antes de la Guerra del Golfo. Lo acompañaban William Paulsen, James Kopecky y Juan Francisco Morán. 

Los hombres antes mencionados fueron los enviados de Boots & Coots, una empresa con antecedentes en pozos de petróleo en Irak, Venezuela y Argelia. El grupo de elite hizo su diagnóstico y planificó un tratamiento, y ayer, finalmente, lograron colocar una columna para pasar agua, por lo que controlaron el fuego y trajeron el alivio. En tanto, hoy empezarán a bajar tapones de metal y cemento para sellarlo definitivamente. 

Ayer cuando Clayton salió del pozo, algunos operarios se turnaron para sacarse una foto con él. Se abrazaron y festejaron. Clayton sonrió para la foto y se sentó a tomar un mate. Había algo para festejar: el cirujano y su equipo acababan de calmar al más feroz de los pacientes.