Dakar, último tramo
Hoy finaliza el rally Dakar 2011 con la última etapa que suma puntos. Los punteros de cada categoría sienten que tiene la victoria casi asegurada.
El clima de Dakar se diluyó en el campamento. Ya prácticamente no quedan objetivos a la vista, aunque esa sensación se anule teniendo justamente el gran objetivo ahí nomás. Sólo resta un solo tramo para completar el anhelado recorrido. Para completar el Dakar. Para cumplir el sueño de tantos pilotos, profesionales y amateurs, que asumieron el esfuerzo de competir en el desafío más duro del deporte motor.
No es poco lo que hoy gran parte de los participantes que larguen conseguirán al arribar a Baradero, para luego recorrer el tramo de enlace triunfal hacia Buenos Aires. No es poco tener en el haber un Dakar completo. Es un título que se valora en el mercado de la competición. Es el sello a un trabajo lleno de esfuerzo y dedicación.
En el campamento cordobés, quizá el que menos ambiente a Dakar tuvo ahora (en la segunda noche la carrera también pasó por el predio Ferial frente al estadio Mario Alberto Kempes), fue simplemente de paso. Gran parte de los representantes de los medios de prensa, de la organización y hasta el servicio médico siguió de largo anoche rumbo a Baradero, para alistarse en la finalización de la prueba.
Varios equipos ni siquiera estuvieron 18 horas en el campamento cordobés. Y ello refleja la tranquilidad con la que se efectuó la etapa de ayer. Nadie arriesgó. Nadie. Todos saben que lo que no se hizo hasta aquí, es improbable retomarlo en un puñado de kilómetros. Hoy, cuando los vehículos partan desde San Nicolás, apenas tendrán 181 kilómetros de prueba especial, el más corto de los 15 días de competencia.
Los punteros de cada categoría sienten que tiene la victoria casi asegurada. Claro que un desperfecto mecánico puede tirar por la borda el esfuerzo de dos semanas interminables, más un año de preparación continua.
En motos, el español Marc Coma no especuló. Sabe que con su ritmo natural puede imponerse sin sobresaltos. Y así lo hizo, al volver a ganar una etapa y aumentar su ventaja respecto del francés Cyril Despres. "Falta aún, no hay que decir nada", repite el catalán a cada rato, con una amplia sonrisa. Gran conocedor de la historia del Dakar, cauteloso, aunque también hay cierta cuota de cábala. El mejor argentino es Javier Pizzolito, que completa una gran actuación. Ayer fue 19° en la etapa y se mantiene en idéntica posición en la clasificación general.
En autos, todo está, otra vez, en manos del equipo Volkswagen, que intentará repetir el 1-
2-3 logrado en 2010 de la mano de Sainz-Al-Attiyah-Miller. Esta vez, el piloto qatarí es el que se mantiene cómodo en la punta. Aunque esa sensación se refleje sólo en los registros, ya que Nasser admite cierto nerviosismo, con total sinceridad: "Necesité mucha concentración porque por mi mente pensaban muchas cosas. Eso no es bueno. No cometí errores. Sólo falta un día. Mañana podré celebrar si todo anda bien".
En tanto, el ganador de la etapa de ayer fue Carlos Sainz, golpeado por los retrasos que lo condenaron a la marginación del triunfo en Catamarca y en San Juan.
Alejandro Patronelli es el que más cómodo está respecto de los tiempos acumulados hasta el momento. Sin embargo, el piloto de Las Flores aún sufre el dolor en la mano derecha, producto de la caída que padeció en el tramo entre Arica y Antofagasta. Muy hinchada, casi descubierta del guante ("Me corta la circulación porque me aprieta mucho", confiesa), colocó un suplemento en el manubrio para acelerar con la presión de la palma de la mano, así la exige menos. Llegó con 10 minutos más que su escolta en la general, el mendocino Sebastián Halpern, aunque de todas maneras administra una ventaja de 56 minutos. "No sé si disfrutar o seguir sufriendo", dijo Patronelli, que llegó todo embarrado al campamento.
Lo más atractivo, como pasa cuando la gente se junta en la ruta o en las avenidas de cualquier provincia por la que transitó el Dakar, es la categoría camiones. Imponente cómo acelerar los vehículos de gran porte. Allí, el ruso Vladimir Chagin administra su ventaja de más de media hora respeto de su compañero de equipo, ene l poderoso team ruso Kamaz, Firdaus Kabirov.
El Dakar contó con el fervor popular en cada una de las provincias que transitó. Lo mismo se aguarda para hoy en Buenos Aires. El magnetismo de una carrera que con sus misterios y sus argumentos, continúa atrapando a un país que mantiene un culto especial por el deporte motor. Y que trasciende lo deportivo para convertirse en un hecho social. Hoy llega la caravana a su objetivo. Para alimentar la emoción de quienes la componen.