¿Curado? Barreda deja de recibir asistencia psicológica
Lo decidió la Justicia, a pesar de que era uno de los requisitos impuestos para concederle la libertad condicional.
El odontólogo platense Ricardo Barreda, quien hace 20 años mató a su esposa, su suegra y sus dos hijas, dejará de recibir asistencia psicológica por decisión de la Justicia, a pesar de que era uno de los requisitos impuestos para concederle la libertad condicional.
Fuentes judiciales aseguraron que la semana pasada, Barreda había solicitado ser eximido de seguir con asistencia psicológica, argumentando que ya no la necesitaba y que los propios psicólogos que lo trataban en Capital Federal, donde reside, coincidían en que no es necesario que siguiera recibiendo esa asistencia.
Finalmente, el camarista de la sala de la Cámara Penal platense, Raúl Dalto, que oficia de juez de Ejecución, resolvió ayer hacer lugar al pedido, en base a los informes médicos, y hacer cesar esa obligatoriedad.
"La situación de pareja de Barreda y la señora Berta André ha mejorado ostensiblemente, no presentando situaciones conflictivas que hicieran temer por manifestaciones de violencia entre ambos, tal como sucedía cuando ese Tribunal estableció, preventivamente en abril de 2009 (la obligatoriedad del tratamiento psicológico)", detalla el informe de los psicólogos.
En su informe, los psicólogos precisan que durante la terapia recibida por Barreda "se ha podido ir trabajando dificultosamente con recuerdos que le resultan dolorosos y que están referidos al hecho traumático que pasó en el momento de ejecutar el acto del homicidio de su esposa, sus dos hijas y su suegra".
"Pero así acuden también a su memoria momentos gratificantes que tuvo en relación a sus dos hijas y su mujer", sostiene el informe.
Para los profesionales, "Barreda ha tomado conciencia de la gravedad de su conducta, que se muestra a través de distintas expresiones del mismo en sus sesiones terapéuticas. Esto le provoca
sentimientos depresivos que han venido siendo trabajados en su tratamiento, sobre todo la conciencia de que estos sentimientos lo acompañarán de por vida".
Remarcan que el odontólogo "se ha mantenido psiquiátrica y psicológicamente compensado, no requiriendo la utilización de tratamiento psicofarmacológico".
Dalto, en base a estos informes, resolvió hacer lugar al pedido de Barreda y eximirlo de la obligatoriedad de asistencia psicológica, aunque sigue la obligatoriedad de presentarse periódicamente al Patronato, fijar domicilio y abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o drogas.
En noviembre de 1992, Ricardo Barreda mató a escopetazos a su esposa, su suegra y sus dos hijas, hecho por el que fue condenado en 1995 a reclusión perpetua, pero a fines de marzo del año pasado obtuvo la libertad condicional.
A fines de mayo último, agrupaciones feministas pintaron la casa de Barreda de violeta, el color que identifica al feminismo.
Tras pintar el frente, las feministas escribieron con pintura amarilla la leyenda "Barreda asesino de mujeres. La sociedad te condena".
Fuentes judiciales aseguraron que la semana pasada, Barreda había solicitado ser eximido de seguir con asistencia psicológica, argumentando que ya no la necesitaba y que los propios psicólogos que lo trataban en Capital Federal, donde reside, coincidían en que no es necesario que siguiera recibiendo esa asistencia.
Finalmente, el camarista de la sala de la Cámara Penal platense, Raúl Dalto, que oficia de juez de Ejecución, resolvió ayer hacer lugar al pedido, en base a los informes médicos, y hacer cesar esa obligatoriedad.
"La situación de pareja de Barreda y la señora Berta André ha mejorado ostensiblemente, no presentando situaciones conflictivas que hicieran temer por manifestaciones de violencia entre ambos, tal como sucedía cuando ese Tribunal estableció, preventivamente en abril de 2009 (la obligatoriedad del tratamiento psicológico)", detalla el informe de los psicólogos.
En su informe, los psicólogos precisan que durante la terapia recibida por Barreda "se ha podido ir trabajando dificultosamente con recuerdos que le resultan dolorosos y que están referidos al hecho traumático que pasó en el momento de ejecutar el acto del homicidio de su esposa, sus dos hijas y su suegra".
"Pero así acuden también a su memoria momentos gratificantes que tuvo en relación a sus dos hijas y su mujer", sostiene el informe.
Para los profesionales, "Barreda ha tomado conciencia de la gravedad de su conducta, que se muestra a través de distintas expresiones del mismo en sus sesiones terapéuticas. Esto le provoca
sentimientos depresivos que han venido siendo trabajados en su tratamiento, sobre todo la conciencia de que estos sentimientos lo acompañarán de por vida".
Remarcan que el odontólogo "se ha mantenido psiquiátrica y psicológicamente compensado, no requiriendo la utilización de tratamiento psicofarmacológico".
Dalto, en base a estos informes, resolvió hacer lugar al pedido de Barreda y eximirlo de la obligatoriedad de asistencia psicológica, aunque sigue la obligatoriedad de presentarse periódicamente al Patronato, fijar domicilio y abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o drogas.
En noviembre de 1992, Ricardo Barreda mató a escopetazos a su esposa, su suegra y sus dos hijas, hecho por el que fue condenado en 1995 a reclusión perpetua, pero a fines de marzo del año pasado obtuvo la libertad condicional.
A fines de mayo último, agrupaciones feministas pintaron la casa de Barreda de violeta, el color que identifica al feminismo.
Tras pintar el frente, las feministas escribieron con pintura amarilla la leyenda "Barreda asesino de mujeres. La sociedad te condena".