¡Cuidado! Cabello vuelve al volante, y puede matarte a vos también

Con 19 años, el 30 de agosto de 1999, Sebastián Cabello corría una picada junto a algunos amigos, cuando se le cruzó un Renault 6 por delante. En su raid, su Honda Civic arrolló al Renault, donde viajaban Celia González Carman, de 38 años, y su hija Vanina Rosales, de tres. Ambas murieron en el accidente.

Cabello fue sentenciado, en 2003, a 12 años de prisión, pero en 2005 la Cámara de Casación consideró que fue un homicidio culposo, o sea que no tuvo la "intención" de matarlas, y rebajó su pena a tan sólo tres años, con lo que el joven quedó libre en septiembre de ese mismo año.

Además, la justicia le había prohibido volver a manejar durante 10 años. El juez había considerado que la condena debía calcularse desde que quedó firme, el 14 de noviembre de 2006, por lo que vencía en 2016, pero la Sala III de la Cámara de Casación Penal decidió dar por cumplida la pena de inhabilitación, y Cabello volvió a tener registro. Ni siquiera sirvió como antecedente que el hombre, en 2010, intentó evadirla al obtener un registro de conducir en el municipio de Malvinas Argentinas.

Un caso más que hace foco en la "no" justicia. La sensación queda es que la vida de una joven madre y su hija no tuvieron valor a la hora de juzgar a quien las mató. ¿O acaso un hombre de 19 años no sabe que si corre a 100 km por hora en una avenida de la ciudad de Buenos Aires, puede atropellar y, por consecuencia, matar a una persona? La justicia dice que no. Que no se dio cuenta.

Ahora no sólo que Sebastián Cabello puede andar libre por Buenos Aires, sino que además puede volver a conducir. O sea, que para la justicia "ya aprendió" que un auto, mal utilizado, puede convertirse en un arma mortal.

Dos vidas quedaron en el camino. Una familia quedó vacía. Y un asesino, nuevamente, está con un registro "legal" por las calles de nuestra ciudad. Si conducís, tené cuidado... podés cruzarte con un "Cabello" al volante.