Cuello: "Tomás era un santo"
Así lo aseguró el padrastro de Tomás Dameno Santillán, detenido como presunto autor del crimen del niño, en su declaración indagatoria. Además agregó que "era espectacular" y negó que haya querido secuestrarlo.
Cuello inició su indagatoria del sábado pasado ante el fiscal de Junín Javier Ochoaizpuro señalando que, pese a que su defensor oficial Gerardo Doyle le recomendaba negarse a declarar, él decidía hacerlo.
Según consta en la indagatoria de cuatro fojas a la que accedió Télam, Cuello dijo que "siempre estuvo muy preocupado por la desaparición de Tomás", quien había sido visto por última vez cuando salió de la escuela el mediodía del martes 15 de noviembre y fue encontrado muerto el jueves por la tarde.
Al describir su vínculo con su ex hijastro, dijo que "su relación con Tomás en Timote era espectacular, pero cuando llegaron a Lincoln, la misma cambió, no sabe por qué".
"Sólo una vez lo levantó de una oreja a Tomás, pero nunca le pegó. Como la relación con Leonor estaba mal, le había roto ropas y fotos al deponente entonces él le rompió una PlayStation porque consideraba que Tomy no era agradecido con él", explicó el imputado.
También dijo que a Tomás "le enseñó a comer, a no tirar la comida" y en ese sentido agregó: "No sé si lo retaba, sólo le enseñaba, pero si no comía no lo retaba ni le pegaba".
Sobre el final de la indagatoria, Cuello se defendió afirmando que "no tiene nada que ver con lo que le pasó" al chico y que "Tomás era un santo, motivo por el cual nadie tenía problemas con él".
Al explicar qué hizo el martes 15, el día de la desaparición de Tomás, el albañil aseguró que "se levantó a las 11.15 aproximadamente", que su novia, la docente María Inés Marques, lo llevó en el auto de sus suegros "a lo de un amigo y luego volvió cerca de las 12 a su domicilio", señaló el acusado.
Pese a que ayer la propia Marques negó ante el fiscal haber estado ese martes con él, Cuello explicó que su actual pareja lo dejó en su casa y "se fue a trabajar a la escuela".
Indicó que él "se acostó unos 15 minutos y se levantó", que "preparó la máquina para sacar el agua de la pileta pero no lo hizo" y que "alrededor de las 12.45 colgó una foto en facebook y más tarde otra foto en el mismo lugar".
Siempre según el texto de la indagatoria, Cuello dijo que "más tarde, cuando vinieron sus tíos del cementerio, se enteró de la noticia de que Tomy no había llegado".
El imputado afirmó que llamó "dos veces a Leonor", su ex pareja y madre de Tomás, y ella "le comentó lo de su hijo".
Cuello señaló que luego de eso, "Leonor y la policía llegaron a su domicilio y le tomaron sus datos personales", que él le preguntó a su ex mujer si quería que "ayudara a buscar a Tomás", que ella "le contestó que no" y entonces "él se quedó en su casa".
El albañil recordó que media hora más tarde llegó un móvil policial a su casa que lo trasladó a la comisaría, donde declaró y lo tuvieron hasta las 22, momento en el que regresó a su casa.
El acusado también reconoció que el viernes anterior a la desaparición socorrió a Tomás y a su primo Santiago, cuando un grupo de chicos más grandes los corrían para pelear, pero no supo justificar por qué aquel día estaba merodeando la zona del colegio de su ex hijastro.
Al respecto dijo que "estaba cerca del colegio porque fue a comprar leche para su hijo Juan Martín que tiene con Leonor y a jugar un número de quiniela".
Primero explicó que "a esa hora cerca de su casa no hay nada abierto para comprar leche y menos para jugar a la quiniela", pero luego dijo que en realidad el negocio cerca de su casa "vende caro" y por eso prefirió ir al supermercado cerca del colegio.
Asimismo, dijo ante el fiscal que "nunca le comentó a nadie que quería secuestrar a Tomás para hacerle pagar a Leonor por no dejarle ver a su hijo Juan Martín, sino que alguna vez dijo que el día que tuviera dinero se llevaría a Juan Martín y eso le dolería a Leonor, pero no se refería a Tomás".
Por último negó categóricamente haber estado ese martes y el miércoles "por la zona del camino real a Bayauca donde apareciera Tomás".