Cuatro hermanos torturaron, le cortaron las orejas y mataron a un menor por un televisor
Le cortaron las orejas con un alicate y agredieron a otro chico que se esta recuperando. Hay un prófugo que pertenece a la familia de los asesinos.
Alan Nahuelmilla tenía 17 años y fue torturado y asesinado por cinco integrantes de una familia.
Luego de ser torturado por al menos tres horas en una casa de Comodoro Rivadavia, en Chubut, el adolescente que había secuestrado junto a otro joven de 19 años que se está recuperando, murió a las pocas horas de ser trasladado al Hospital Regional, a raíz de las heridas recibidas.
La víctima y otro adolescente, de 19 años, fueron secuestrados y llevados hasta una vivienda de la calle Los Duraznos al 1.600, pero quien recibió la peor parte del castigo fue Alan. Lo desnudaron, lo mojaron, le pegaron con armas, lo patearon en los pulmones y hasta le cortaron las orejas con un alicate. Por el hecho se entregaron cuatro hermanos que creían que les había robado un televisor.
Luego de que los agresores liberaran a los dos jóvenes, Nahuelmilla llegó malherido hasta la casa de un familiar de Los Plátanos al 3400, de Comodoro Rivadavia. Cuando ingresó al patio se desvaneció y falleció pocas horas después en el Hospital Regional: tenía golpes en la cara y en el cuerpo, la mayoría en la zona torácica. También, había sufrido cortes en las orejas producidos por un alicate.
Fuentes oficiales ligadas a la investigación dijeron que el joven que estaba con Nahuelmilla evoluciona favorablemente y es supervisado por Asistencia a la Victima, dependiente del Ministerio Público Fiscal.
En las últimas horas, Marcelo Fabian Ibáñez, Sebastián Iván Ibáñez, Ángel Ibáñez y Kevin Ibáñez se entregaron, después de un fallido intento de fuga y pasarán en prisión preventiva los siguientes cuatro meses. La hipótesis que se maneja hasta el momento es que los hermanos le reclamaban a la víctima que les devolviera un televisor que les habría robado, pero creen que los agresores se pueden haber confundido.
"Aparentemente lo que nosotros creemos es que hay una equivocación de personas en cuanto a las que llevaron al lugar porque no tenemos ningún tipo de información que nos lleve a analizar de que estas son las personas que sustrajeron los elementos", sostuvo la fiscal, Camila Banfi, al diario El Patagónico, pero aclaró que de todas formas, aunque el robo hubiera ocurrido, no justifica el crimen de un menor de edad en el contexto de un hecho de "justicia por mano propia".
En el caso de que los detenidos sean declarados responsables del crimen les podría caber la pena de 25 años a prisión perpetua por los agravantes del hecho que incluyen una víctima fatal, menor de edad, el secuestro mediante la tortura para obtener alguna información.